El prolapso de la válvula mitral, también conocido como prolapso mitral, es una válvula que se caracteriza porque las valvas de la válvula se «aflojan» y no se cierran correctamente. Esta patología suele ser asintomática y se diagnostica mediante exploración cardíaca de rutina, por lo que no suele generar complicaciones. Es importante señalar que la válvula mitral es la puerta responsable del flujo sanguíneo en una sola dirección, desde la aurícula hasta el ventrículo, en el lado izquierdo del corazón.
En algunos casos, esta afección puede causar dolor en el pecho, fatiga después de un esfuerzo, dificultad para respirar y latidos cardíacos alterados; También puede provocar síntomas de insuficiencia cardíaca, como disnea y edema, por ejemplo. Antes de que ocurra algún síntoma, es importante consultar a un cardiólogo para una evaluación, identificar el problema y prescribir el tratamiento más apropiado, si es necesario.
Síntomas principales
El prolapso de la válvula mitral suele ser asintomático, pero pueden aparecer algunos síntomas, como:
- Dolor de pecho no causado por enfermedad de las arterias coronarias o ataque cardíaco;
- Fatiga por agotamiento;
- Dificultad para respirar;
- Mareos y desmayos;
- Latidos rápidos;
- Dificultad para respirar en posición supina;
- Sensación de entumecimiento en las extremidades;
- Pánico y ansiedad;
- Palpitaciones, es posible sentir un latido anormal del corazón.
Los síntomas del prolapso de la válvula mitral, cuando ocurren, pueden desarrollarse lentamente, por lo que cuando experimente algún cambio, se recomienda que consulte a un cardiólogo para realizar pruebas para concluir el diagnóstico y comenzar el tratamiento.
Diagnóstico de prolapso
El diagnóstico de prolapso de la válvula mitral lo realiza el cardiólogo analizando el historial médico del paciente, los síntomas y las pruebas como ecocardiograma y electrocardiograma, auscultación del corazón, radiografía de tórax y resonancia magnética del corazón.
Estas pruebas se realizan para evaluar los movimientos de contracción y relajación del corazón, así como su estructura. Además, con la auscultación del corazón, el médico escucha el chasquido mesosistólico y el chasquido, característico del prolapso de la válvula mitral, y concluye el diagnóstico.
Cómo se realiza el tratamiento
Normalmente, el prolapso de la válvula mitral no requiere tratamiento porque no presenta síntomas, pero en los casos más graves es sintomático, el cardiólogo puede recomendar el uso de algunos medicamentos, como antiarrítmicos, diuréticos, betabloqueantes o anticoagulantes. .
Además de la medicación, en algunos casos puede ser necesario someterse a una cirugía para reparar o reemplazar la válvula mitral.