La pericarditis es una inflamación del revestimiento del corazón, también conocida como pericardio, que causa un dolor severo en el pecho similar a un ataque cardíaco. Generalmente, las causas de la pericarditis incluyen infecciones como neumonía y tuberculosis; enfermedades reumáticas, como lupus y artritis reumatoide o radioterapia en el pecho.
Cuando la pericarditis ocurre de forma repentina se conoce como pericarditis aguda y, normalmente, su tratamiento es rápido porque el paciente se recupera en aproximadamente 2 semanas. Sin embargo, hay casos en los que la pericarditis se desarrolla durante varios meses, incluido el tratamiento prolongado.
La pericarditis aguda tiene cura y, en la mayoría de los casos, su tratamiento se realiza en casa con reposo y el uso de analgésicos y antiinflamatorios recetados por un cardiólogo; sin embargo, en los casos más graves puede ser necesario hospitalizar al paciente.
Principales síntomas
El síntoma principal de la pericarditis es un fuerte dolor en el pecho que se agrava al toser, acostarse o respirar profundamente. Sin embargo, otros síntomas incluyen:
- El dolor de pecho se extiende al lado izquierdo del cuello o del hombro;
- Respiración dificultosa;
- Sensación de palpitaciones;
- Fiebre entre 37 y 38 ºC;
- Fatiga excesiva;
- Tos persistente;
- Hinchazón del abdomen o las piernas
Cuando un paciente presenta síntomas de pericarditis, debe buscar atención médica inmediata o acudir a urgencias lo antes posible para realizarle pruebas como un electrocardiograma o ecocardiograma para descartar un infarto, por ejemplo. Después de esto, el cardiólogo puede ordenar otras pruebas, como un análisis de sangre o una radiografía de tórax, para confirmar el diagnóstico de pericarditis y comenzar el tratamiento adecuado.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la pericarditis debe ser dirigido por un cardiólogo y suele evaluarse según el tipo de pericarditis y su causa:
1. Pericarditis aguda por virus o sin causa
Normalmente, tiene como objetivo paliar los síntomas y el uso de:
- Analgésicos: ayudar a aliviar el dolor en el cuerpo;
- Antipiréticos: permitir reducir la fiebre;
- Fármacos anti-inflamatorios no esteroideos: Deben tomarse según las indicaciones médicas, generalmente se indican dosis altas durante dos semanas;
- Medicamentos para la protección del estómago: para proteger el estómago de los efectos de los medicamentos antiinflamatorios, especialmente si se presenta dolor abdominal o hay antecedentes de úlceras;
- Colchicina: que debe asociarse con antiinflamatorios no esteroideos y mantenerse durante un año para prevenir la recurrencia de la enfermedad. Obtenga más información sobre la colchicina.
Además, es extremadamente importante que el paciente permanezca quieto hasta que los síntomas desaparezcan y la inflamación se controle o desaparezca.
2. Pericarditis bacteriana
En estos casos la inflamación del tejido que rodea el corazón es provocada por bacterias, por lo que el tratamiento se realiza principalmente con el uso de antibióticos, con el fin de eliminar las bacterias responsables.
Además del uso de antibióticos, el cardiólogo puede sugerir el uso de antiinflamatorios no esteroideos y, en los casos más graves, hospitalización, drenaje pericárdico o cirugía.
3. Pericarditis crónica
El tratamiento de este tipo de pericarditis se suele realizar para aliviar los síntomas, como el uso de diuréticos que ayudan a eliminar el exceso de líquido, por ejemplo.
Además, según la causa y la progresión de la enfermedad, su médico puede sugerir el uso de medicamentos inmunosupresores o cirugía.
4. Pericarditis secundaria a otras enfermedades
Cuando la pericarditis ocurre debido a una enfermedad, el tratamiento se lleva a cabo de acuerdo con su causa, que generalmente es recomendada por el médico:
- Fármacos anti-inflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno;
- Colchicina: que puede tomarse solo o en combinación con AINE, según lo recomiende un médico;
- Corticosteroides: que suelen estar indicados en casos de enfermedad del tejido conectivo y pericarditis urémica y en aquellos que no han respondido a la colchicina ni a los AINE.
5. Pericarditis constrictiva
Este tipo de pericarditis desarrolla el desarrollo de tejido similar a una cicatriz en el pericardio, que puede causar obstrucción y calcificaciones, así como inflamación, interfiriendo con el funcionamiento normal del corazón.
El tratamiento de este tipo de pericarditis se realiza con:
- Medicamentos antituberculosos: deben iniciarse antes de la cirugía y mantenerse durante 1 año;
- Medicamentos que mejoran la función cardíaca;
- Fármacos diuréticos;
- Cirugía para extirpar el pericardio.
Es importante señalar que la cirugía, especialmente en casos de pericarditis asociada a otras enfermedades cardíacas, no debe retrasarse, ya que los pacientes con insuficiencia cardíaca grave pueden tener un mayor riesgo de muerte y el beneficio de la cirugía es menor.
Posibles complicaciones
Las complicaciones de la pericarditis son más frecuentes en el caso de la pericarditis crónica o cuando el tratamiento no se realiza correctamente y pueden incluir:
- Pericarditis constrictiva– provoca la formación de cicatrices que hacen que el tejido cardíaco sea más grueso, dificultando su funcionamiento y provocando síntomas como hinchazón en el cuerpo y dificultad para respirar;
- Taponamiento cardíaco: acumulación de líquido en la membrana del corazón, lo que reduce el volumen de sangre bombeada.
Las complicaciones de la pericarditis pueden poner en riesgo la vida del paciente, por lo que siempre es necesario que el paciente permanezca hospitalizado.