Una gastrostomía, también conocida como gastrostomía endoscópica percutánea o GEP, consiste en colocar un pequeño tubo flexible, conocido como sonda, desde la piel, directamente al estómago, para permitir la alimentación en los casos en que no se pueda utilizar la vía oral.
De esta forma, la colocación de una gastrostomía suele resolverse en casos de:
- ACV;
- Hemorragia cerebral;
- Parálisis cerebral;
- Tumores de garganta;
- Esclerosis lateral amniotrófica;
- Dificultades severas para tragar.
Algunos de estos casos pueden ser temporales, como en situaciones de ictus, en las que una persona utiliza una gastrostomía hasta que pueda volver a alimentarse, pero en otros casos puede ser necesario mantener la sonda durante varios años o incluso toda la vida.
Esta técnica se puede utilizar temporalmente después de la cirugía, especialmente cuando se trata del aparato digestivo o respiratorio, por ejemplo.
10 pasos para alimentarse a través de la sonda
Antes de alimentar a la persona a través de una sonda de gastrostomía, es muy importante que se siente o lo coloque con la cabeza levantada sobre la cama, para evitar que la comida suba del estómago al esófago, provocando una sensación de ardor. Entonces debes seguir estos pasos:
- Examina la tubería para asegurarse de que no haya pliegues que puedan impedir el paso de los alimentos;
- Cierra el tubo, usando el émbolo o doblando en la parte superior para que el aire no entre en la tubería;
- Abra la tapa del tubo e inserte la jeringa de alimentación (100 ml) en el tubo de gastrostomía;
- Desmonte el tubo y tire lentamente del émbolo de la jeringa para extraer líquido al abdomen. Si aspira más de 100 ml, se recomienda alimentar a la persona más tarde, cuando el contenido sea inferior a este valor. El contenido aspirado siempre debe devolverse al estómago;
- Doble la punta de la sonda hacia atrás o cierre el tubo con el acoplamiento y luego retire la jeringa;
- Llene la jeringa con 20 a 40 mL de agua. y devuélvalo a la sonda. Vacíe la jeringa lentamente hasta que toda el agua esté en el estómago;
- Doble la punta de la sonda nuevamente o cierre el tubo con el acoplamiento y luego retire la jeringa;
- Llene la jeringa con 50 a 60 ml de comida mezclada. y lavandería;
- Repite los pasos de nuevo. cierre el tubo y coloque la jeringa en el tubo, siempre con cuidado de no dejar el tubo abierto;
- Empuje con cuidado el émbolo en la jeringa, ingiriendo lentamente los alimentos en el estómago. Repetir tantas veces como sea necesario para dar la cantidad recomendada por su médico o nutricionista, que no suele superar los 300 ml.
Una vez que se ha administrado toda la comida a través del tubo, es importante lavar la jeringa y llenarla con 40 mL de agua, devolverla al tubo para lavarla y evitar que los residuos de alimentos se depositen y obstruyan el tubo. Este cuidado es muy similar al de una sonda nasogástrica.
¿Cómo debe ser la comida?
La comida debe estar siempre bien triturada y además no debe contener trozos muy grandes, por lo que se recomienda colar la mezcla antes de insertar la jeringa. El plan de alimentación siempre debe ser liderado por un nutricionista para asegurar que no haya deficiencias vitamínicas, por lo que luego de colocar la sonda, el médico puede consultar a un nutricionista.
Siempre que sea necesario, administrar la medicación, la tableta debe estar bien triturada y mezclada con la comida o el agua que se está administrando. Sin embargo, se recomienda no mezclar medicamentos en la misma jeringa, ya que algunos pueden ser incompatibles.
Cuidando su herida de gastrostomía
En las primeras 2 a 3 semanas después de la gastrostomía, la herida de la gastrostomía debe ser tratada por una enfermera del hospital, ya que se necesita más cuidado para evitar infecciones y evaluar constantemente el área. Sin embargo, luego del alta hospitalaria y regreso a casa, es necesario mantener algunos cuidados de la herida para evitar irritaciones en la piel y cualquier tipo de malestar.
El cuidado más importante es mantener siempre el lugar limpio y seco, por lo que se recomienda lavar el lugar al menos una vez al día con agua tibia, gasa limpia y jabón con pH neutro. Pero también es importante evitar la ropa ajustada o poner cremas perfumadas o productos químicos en la zona.
Al lavar el área de la herida, la sonda también debe girarse ligeramente para que no se pegue a la piel, lo que aumenta las posibilidades de infección. Este movimiento giratorio de la sonda debe realizarse una vez al día o según las indicaciones de su médico.
Cuando ver a un doctor
Es muy importante consultar a un médico o al hospital cuando:
- La sonda está fuera de lugar;
- La sonda está obstruida;
- Hay signos de infección en la herida, como dolor, enrojecimiento, hinchazón y presencia de pus;
- La persona siente dolor al comer o vomitar.
Además, dependiendo del material de la sonda, puede ser necesario regresar al hospital para que le reemplacen la sonda, pero este período debe ser acordado con su médico.