El vaginismo es una contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico en una mujer que evita la penetración vaginal durante el contacto íntimo o la penetración de objetos, como tampones o un espéculo vaginal utilizado por un ginecólogo durante los exámenes de rutina.
Este cambio puede ocurrir en cualquier etapa de la vida sexual de una mujer y puede tener causas físicas o psicológicas, como miedo al embarazo, abuso sexual, enfermedad del tracto urinario o hemorroides, por ejemplo. Aunque existen varias razones, el vaginismo es fácil de tratar y es importante que el tratamiento lo realice un ginecólogo y, en algunos casos, con la ayuda de un psicólogo.
Existen 2 tipos de vaginismo, el primario en el que la mujer nunca ha penetrado es a través de exámenes ginecológicos, uso de tampones o contacto íntimo, y el secundario que es provocado por eventos traumáticos como abuso sexual, parto, cirugía o. menopausia, por ejemplo.
Principales síntomas
Los síntomas del vaginismo son fáciles de sentir, principalmente dificultad o incapacidad para penetrar. Sin embargo, pueden presentarse otros síntomas, como dolor al contacto íntimo, contracción o ardor en la vagina y malestar durante los exámenes ginecológicos o la colocación de tampones.
Estos síntomas pueden variar de mujer a mujer dependiendo de la causa y es importante que el diagnóstico lo realice un ginecólogo para indicar el tratamiento más adecuado.
¿Qué puede causar vaginismo?
El vaginismo puede tener causas físicas y psicológicas, como recuerdos de relaciones sexuales dolorosas en el pasado, miedo a quedar embarazada o ser controlado por un hombre. Otras razones incluyen:
- Miedo al dolor por contacto íntimo;
- Miedo a quedar embarazada;
- Ansiedad y estrés;
- Abuso sexual o presenciar abuso sexual;
- Educación religiosa desequilibrada;
- Enfermedades tales como infección del tracto urinario, endometriosis, tumores pélvicos;
- Trauma relacionado con el parto;
- Incomodidad en la relación con el contacto íntimo;
- Después de la menopausia por atrofia genital;
- Himen sólido;
- Tabique o tabique vaginal;
- Hemorroides;
- Calambres vaginales;
Es importante aclarar que la contracción de los músculos de la vagina es involuntaria y la mujer no es responsable de esta situación, provocando insatisfacción en la mujer.
Qué hacer si tiene dificultad para penetrar
Si una mujer tiene dificultad para penetrar, es importante buscar ayuda médica, ya que existen varias estrategias que pueden ayudar a solucionar el problema y tener una vida sexual sana y placentera. Acudir a un ginecólogo es el primer paso que se debe realizar, ya que se debe examinar si existe alguna enfermedad que esté causando esta dificultad.
Cuando se descubre que las causas son psicológicas, es importante buscar tratamiento de un psicólogo o psiquiatra para tratar las emociones y tratar el trauma, si es necesario. Además, es importante que la pareja sea evaluada por un médico, ya que situaciones como la impotencia sexual y la eyaculación precoz también favorecen el vaginismo y pueden tener solución.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para el vaginismo dependerá de la causa y puede incluir el uso de ansiolíticos, anestésicos en forma de ungüentos y el uso de vasodilatadores vaginales recetados por un ginecólogo.
Además, el médico le explicará a la mujer cuál es la anatomía de la vagina para que aprenda a conocerse mejor a sí misma. También puede recomendarle acudir a un fisiatra o fisioterapeuta para sugerir algunas técnicas de dilatación vaginal, combinadas con ejercicios de Kegel, para trabajar los músculos del suelo pélvico para que la mujer pueda permitir una penetración progresiva.
El asesoramiento psicológico con técnicas de psicoterapia cognitiva y conductual puede ayudar a agilizar el proceso y reducir la ansiedad, por eso están indicadas.