Los remedios caseros son una buena forma de completar el tratamiento prescrito por un neumólogo, ya que ayudan a aliviar los síntomas, mejoran el bienestar y en ocasiones aceleran la recuperación.
Sin embargo, es importante recordar que los remedios caseros no deben reemplazar ninguna indicación dada por un neumólogo y siempre deben usarse con el conocimiento de un médico siempre que sea posible.
Además, debido a que el uso de plantas puede tener efectos secundarios durante el embarazo o en los niños, estos medicamentos no deben usarse en mujeres embarazadas o niños sin el consejo de un médico o un herbolario.
1. Para tos con flema
La flema al toser se puede aliviar fácilmente en casa. Para ello, el paso más importante es mantener el cuerpo bien hidratado para que las secreciones respiratorias se vuelvan fluidas y más fáciles de eliminar.
Para ello, el primer paso debe ser aumentar la cantidad de agua consumida durante el día, aproximadamente 2 litros. Adicionalmente, se recomienda realizar algunas nebulizaciones, que se pueden realizar inhalando el vapor del baño o los vapores que se desprenden de la olla de agua hirviendo. A esta agua hirviendo se le pueden añadir plantas con propiedades expectorantes, como eucalipto o althaea, por ejemplo. Obtenga más información sobre otras opciones de nebulización en el hogar.
En algunos casos, se pueden utilizar algunos tés para intentar controlar la tos y eliminar el exceso de secreciones, como la albahaca o el jengibre, por ejemplo.
- Cómo hacer te: Ponga 1 cucharada de albahaca o 1 cm de raíz de jengibre en una taza de agua hirviendo y cocine por 10 minutos. Luego cuele y beba de 2 a 3 veces al día.
Obtenga más información sobre otras formas naturales de deshacerse de la tos y la flema:
2. Para altas temperaturas
Para la fiebre alta, una de las mejores opciones naturales es el té de sauce blanco, porque esta planta contiene una sustancia similar a la aspirina, que además de bajar la temperatura corporal en caso de fiebre, también alivia la sensación de dolor en el cuerpo.
Otra opción para hacer té es utilizar Tansy o Matricaria, una planta muy utilizada en países como Inglaterra o Francia para tratar la fiebre, conocida como matricaria, que significa «fiebre pequeña».
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Cómo hacer te: Ponga 2 cucharadas de hojas secas de sauce blanco o las partes aéreas de Matricaria en una taza de agua hirviendo y déjela hervir durante 5 a 10 minutos. Luego cuele y beba. Este té se puede beber a intervalos de 3 a 4 horas, por ejemplo.
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3. Para el dolor de pecho
Debido a que la tuberculosis causa mucha tos, es común que se presente dolor en el pecho, que generalmente proviene del esfuerzo excesivo de los músculos respiratorios. Por lo tanto, una buena técnica casera para aliviar las molestias en el pecho es aplicar una compresa de árnica en la zona afectada. Esta planta tiene propiedades analgésicas que en contacto con la piel reducen el dolor y alivian la fatiga muscular.
- Cómo hacer una compresa: Pon 2 cucharadas de hojas de árnica en un bol y cúbrelas con 150 ml de agua hirviendo y déjalas hervir durante 10 minutos. Cuele y use una gasa empapada en este té, use caliente varias veces al día en el punto dolorido.
4. Por fatiga y falta de energía
El ginseng es una planta medicinal con muchos buenos beneficios, incluido el aumento de la capacidad del cuerpo en casos de fatiga o malestar, por lo que el té se puede utilizar durante el tratamiento de la tuberculosis, combatiendo los síntomas de fatiga de la enfermedad, pero también de uso continuo. De antibiótico.
- Cómo hacer te: Ponga 1 cucharada de raíz de ginseng en 150 ml de agua hirviendo y déjela hervir durante 10 minutos. Colar y beber 3 veces al día durante 3 a 4 semanas. Otra opción es usar ginseng en cápsulas, bajo la guía de un herbolario.
5. Fortalecer el sistema inmunológico
Para ayudar a combatir el bacilo de la tuberculosis, puede ser interesante beber té de equinácea o astrágalo para mejorar las defensas del organismo y facilitar la curación de la tuberculosis.
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Cómo hacer te: Ponga 1 cucharada de una de las plantas mencionadas en 500 ml de agua hirviendo y déjela por 5 minutos. Colar y beber luego, al menos 2 veces al día.
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Cómo garantizar una recuperación más rápida
El tratamiento para la tuberculosis puede ser lento, con una duración de 6 meses a 2 años, pero los síntomas generalmente mejoran después del primer mes de tomar los antibióticos recetados por el neumólogo. Por eso, es muy importante seguir tomando antibióticos a la hora prescrita por su médico para garantizar la curación de la enfermedad.
Por lo general, el médico requiere un nuevo examen después de 1 o 2 meses de usar el medicamento para confirmar si el bacilo de Koch, que causa la tuberculosis, ya se ha eliminado del cuerpo y se ha detenido el tratamiento.