Tratamiento para la mala circulación

Para paliar los síntomas asociados a la mala circulación, se recomienda adoptar hábitos saludables, como beber 2 litros de agua al día; comer una dieta rica en alimentos que estimulen la circulación sanguínea, como el ajo; Haga ejercicio con regularidad y, si es necesario, tome los medicamentos que le indique su médico.

El tratamiento se inicia con cambios en la dieta y el ejercicio; Cuando esto se hace durante 3 meses y no da resultados, es necesario consultar a un cardiólogo, porque la mala circulación puede ser provocada por un problema de hipertensión arterial o insuficiencia renal. La mala circulación también puede provocar tromboflebitis superficial o trombosis venosa profunda, que son situaciones más graves en las que se necesita medicación para realizar el tratamiento.

1. ¿Cómo debe ser la dieta?

Para aliviar y evitar los síntomas asociados a la mala circulación, es importante tener una dieta adecuada y equilibrada, ya que ciertos alimentos son capaces de estimular la circulación sanguínea y tienen propiedades antioxidantes, lo que reduce la hinchazón de manos y pies.

De esta forma, es importante consumir fibra diariamente, la cual se puede obtener consumiendo frutas y verduras. Además, los alimentos ricos en omega-3, como el salmón, las sardinas y el atún, aceleran el flujo sanguíneo y facilitan su circulación por todo el organismo.

Los alimentos antioxidantes, como las almendras y las nueces de Brasil, por ejemplo, protegen los platos y los mantienen saludables; Mientras que los alimentos ricos en potasio, como el aguacate y el yogur, ayudan a eliminar el exceso de agua a las células, lo que ayuda a reducir la hinchazón.

Es necesario evitar o reducir al máximo el consumo de sal para evitar que mucha agua vuelva a entrar en las células, y también es importante evitar consumir bebidas alcohólicas. También es necesario beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, así como practicar actividades físicas de forma regular, como caminar, correr y nadar, por ejemplo.

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2. Tratamiento farmacológico

En el caso de que la mala circulación sea consecuencia de enfermedades como la diabetes, la aterosclerosis o la hipertensión, por ejemplo, su médico puede sugerir el uso de medicamentos que traten y alivien los síntomas asociados a la enfermedad que provoca la mala circulación.

Uno de los medicamentos que su médico puede recomendarle es la furosemida, que se vende con el nombre de Lasix, que es un fármaco diurético y antihipertensivo comúnmente indicado para el tratamiento de la hipertensión y el edema debido a problemas cardiovasculares y renales. Gracias a sus propiedades, este fármaco es capaz de eliminar el exceso de agua del organismo, reduciendo la hinchazón y estimulando la circulación sanguínea.

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3. Tratamiento natural

El tratamiento natural para tratar los síntomas de la mala circulación incluye algunas medidas prácticas, como mantener las piernas elevadas estando sentado, con el fin de mejorar el retorno venoso y evitar la permanencia prolongada en la misma posición, levantándose cada dos horas para estimular la circulación.

Adicionalmente, puede estar indicado el uso de medias elásticas de compresión ya que estimulan la circulación, o realizan drenaje linfático, por ejemplo, que es un tipo de masaje que ayuda a eliminar el exceso de líquidos y toxinas del cuerpo, reduciendo así la hinchazón. .

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