La trombosis venosa es una obstrucción del flujo sanguíneo en una vena con un coágulo o trombo y debe tratarse lo antes posible para evitar que el coágulo aumente de tamaño o viaje a los pulmones o al cerebro, aumentando el riesgo de sufrir embolia pulmonar o embolia pulmonar. carrera.
La trombosis tiene cura, y el tratamiento es dirigido por un médico generalista o cirujano vascular después de identificar los síntomas y confirmar el diagnóstico, y puede tratarse con anticoagulantes en los casos más leves o con trombolíticos y / o cirugía en los casos más graves. Vea más detalles sobre cómo identificar la trombosis.
Adicionalmente, una vez superada la fase aguda, su médico puede sugerir el uso de medias elásticas de compresión y la práctica de ejercicios físicos ligeros, como caminar o nadar, para facilitar la circulación sanguínea y evitar que se repita.
Las opciones de tratamiento para la trombosis dependen de los síntomas y la gravedad del caso, que incluyen:
1. Medicamentos anticoagulantes
Los anticoagulantes, como la heparina o la warfarina, son la primera opción de tratamiento para la trombosis venosa profunda porque reducen la capacidad de la sangre para coagularse, diluyen el coágulo y evitan que se formen nuevos coágulos de sangre en otras partes del cuerpo.
Normalmente, en casos de trombosis de piernas o brazos, el tratamiento con anticoagulantes se realiza con comprimidos y tiene una duración aproximada de tres meses, pudiendo mantenerse más tiempo si el coágulo es grande y necesita ser diluido durante un tiempo prolongado o si existe un enfermedad que causa la formación de coágulos.
Existen varios tipos de anticoagulantes, que pueden ser:
- Inyecciones al igual que la heparina, son de acción rápida y el tratamiento se administra en combinación con tabletas orales de warfarina, mientras que las pruebas de coagulación como el tiempo de protrombina y el INR no muestran que la sangre se encuentre en el rango normal de coagulación. Una vez que se alcanza ese rango (INR entre 2.5 y 3.5), se detiene la inyección, dejando solo la tableta oral.
- En tabletas, con medicamentos modernos como el rivaroxaban, que pueden reemplazar a la warfarina y no requieren corrección del INR. Estos medicamentos son costosos y no deben iniciarse con inyecciones. Además, deben usarse con precaución en presencia de ciertos factores como enfermedad renal, edad y peso.
Para comprender mejor cómo funcionan estos medicamentos, averigüe cuáles son los anticoagulantes más utilizados y para qué sirven. Además, durante el tratamiento con estos fármacos, el paciente debe realizarse análisis de sangre periódicos para evaluar la consistencia de la sangre y evitar complicaciones como hemorragias o anemia.
2. Fármacos trombolíticos
Los trombolíticos como la estreptoquinasa o la alteplasa, por ejemplo, se utilizan en los casos en los que el uso de anticoagulantes por sí solos no es capaz de tratar la trombosis venosa profunda o cuando el paciente desarrolla complicaciones graves como una embolia pulmonar extensa, por ejemplo.
Generalmente, el tratamiento trombolítico tiene una duración aproximada de 7 días y se administra por vía intravenosa, por lo que el paciente debe permanecer hospitalizado durante ese tiempo, además de evitar cualquier esfuerzo que pueda ocasionar sangrado.
3. Cirugía de trombosis
La cirugía está indicada por un médico en los casos más graves de trombosis venosa profunda o cuando no es posible diluir el coágulo con el uso de anticoagulantes o fármacos trombolíticos.
Esta operación se realiza para retirar el trombo de las piernas o para colocar un filtro en la vena cava inferior, evitando que el trombo pase a los pulmones.
Signos de mejora
Los signos de que la trombosis está mejorando aparecen unos días después de iniciar el tratamiento e incluyen: disminución del enrojecimiento en el área y dolor. La hinchazón de las piernas puede tardar varias semanas en desaparecer y puede ser mayor al final del día.
Signos de que la trombosis está empeorando
Los signos de que la trombosis está empeorando están relacionados principalmente con el movimiento del coágulo de las piernas a los pulmones, lo que puede causar síntomas como falta de aire repentina, dolor de pecho, mareos, desmayos y tos con sangre.
Cuando un paciente muestra estos signos de que la enfermedad está empeorando, debe acudir al hospital de inmediato o llamar al número de emergencia de su país.