Los trastornos o enfermedades de los síntomas somáticos son una manifestación de signos y síntomas como fatiga, dolores corporales, mareos, debilidad muscular, que no tienen un diagnóstico específico y no muestran cambios en las pruebas realizadas, como la sangre o la imagen. , lo que lleva a la persona a acudir con frecuencia al médico sin que se presente un motivo de malestar.
Esta situación también se denomina trastorno de somatización, más común en mujeres antes de los 30 años y en personas con antecedentes de maltrato, situaciones infantiles desfavorables o problemas graves en el trabajo, la familia o la economía. La psicoterapia cognitivo-conductual es uno de los tratamientos básicos para estos trastornos, además de que se pueden utilizar fármacos en los casos en que exista otro trastorno psiquiátrico.
El dolor de pecho puede ser causado por ansiedad.
Razones principales
Existen diversas situaciones que facilitan el desarrollo de la somatización, como la ansiedad y el estrés. Las personas más afectadas son las que sufren o han sufrido situaciones como:
- Agotamiento profesional y horas extraordinarias;
- Trauma infantil, como acoso o abuso sexual;
- Situaciones de violencia psicológica y desmotivación, como en los casos de violencia doméstica y acoso;
- Persona histérica o dependiente.
Estos trastornos incluyen trastorno fáctico, trastorno de simulación, trastorno somático y trastorno de conversión, por lo que es importante que el psiquiatra evalúe estos casos para sugerir el tratamiento adecuado.
Los trastornos psicosomáticos más comunes.
Toda persona puede manifestar físicamente sus tensiones emocionales en diferentes órganos, pudiendo simular o agravar enfermedades. Los principales son:
- Estómago: dolor, estreñimiento y / o diarrea, estómago hinchado;
- Músculos y articulaciones: tensión, contracturas y dolores musculares;
- Corazón y circulación: sensación de falta de aire, dolor de pecho y palpitaciones;
- Riñones y vejiga: sensación de dolor o dificultad para orinar, dolor con picazón en el momento del contacto íntimo;
- Sistema nervioso: crisis de dolor de cabeza, alteraciones visuales, equilibrio, sensación (entumecimiento, hormigueo).
La persona se refiere a estos síntomas como una incomodidad significativa y excesiva sin la ubicación exacta y pueden cambiar de intensidad con el tiempo.
Una persona con trastorno de somatización puede sufrir estos síntomas durante muchos meses o años, lo que la impulsa a buscar atención médica frecuente y a crear frustración por la falta de un diagnóstico específico que explique la causa de su malestar.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de estos trastornos se realiza después de descartar una enfermedad orgánica como causa de los síntomas, por ejemplo, mediante un examen clínico, análisis de sangre clínicos o imagenología. Así, el médico de cabecera o internista puede derivar al paciente a un psiquiatra para confirmar el diagnóstico de trastorno de somatización.
Un historial de varias consultas médicas, estudios negativos requeridos y la falta de diagnóstico deben hacer sospechar al médico este trastorno para poder realizar el tratamiento adecuado.
cual es el tratamiento
El tratamiento de este tipo de trastornos se realiza a través de la psicoterapia cognitivo-conductual, que ayuda al paciente a manejar los síntomas y a identificar y expresar sus emociones, puede ser grupal o individual. Este tipo de terapia puede incluir técnicas de relajación que han demostrado ser efectivas.
Los fármacos como los antidepresivos como la amitriptilina o la nortriptilina no se utilizan principalmente como tratamiento para este tipo de trastornos, a menos que exista un diagnóstico de otros trastornos psiquiátricos como los trastornos dismórficos del cuerpo, como la depresión.
Las personas que padecen este tipo de trastornos suelen ser crónicas, por lo que se recomienda mantener un seguimiento psicológico frecuente para mejorar la calidad de vida, así como la presentación, frecuencia e intensidad de los síntomas.