Trastorno de alimentación selectiva: que es, síntomas y tratamiento

El rechazo a la comida puede ser causado por un trastorno llamado trastorno alimentario selectivo, que generalmente se desarrolla en la infancia cuando un niño come solo el mismo alimento, rechazando así todas las demás opciones fuera de su patrón de aceptación y, además, tiene poco apetito y desinterés por la comida nueva. De esta forma, es común que un niño quiera comer el mismo alimento todo el tiempo, rechace nuevos alimentos y tenga dificultades para comer en restaurantes u hogares ajenos.

En muchas ocasiones, los padres ven este trastorno como un deseo de un niño mimado o un capricho de comer, pero puede ser un trastorno que requiera que el niño sea examinado por un pediatra y un psicólogo para hacer un diagnóstico adecuado. ordenó que el niño logre una dieta más variada y nutricionalmente equilibrada con el tratamiento.

El rechazo de la comida es común en niños de 2 a 6 años, por lo que los padres están acostumbrados a la rabia, la demora en la comida, los intentos de acordar la comida a consumir, levantarse de la mesa durante una comida y picar durante el día. . Sin embargo, cuando el niño muestra constantemente tal comportamiento y siempre come la misma comida, además de esta etapa, se designa una evaluación por parte de un médico y un psicólogo.

Los principales signos y síntomas.

Para identificar este trastorno es necesario conocer los siguientes síntomas:

  • El niño siempre come la misma comida, comiendo solo 15 o menos tipos diferentes de comida;
  • Evite grupos enteros de alimentos, como productos lácteos y derivados o todas las frutas;
  • Cierre la boca con fuerza para evitar comer diferentes alimentos de cualquier manera;
  • Lanza ira durante la comida, haciendo que el tiempo sea estresante para toda la familia;
  • El niño puede experimentar náuseas y vómitos cuando se enfrenta a la necesidad de comer nuevos alimentos;
  • El niño puede preferir solo alimentos fríos o calientes;
  • El niño puede preferir alimentos de sabor ligero, como light (leche, pan o pasta);
  • En algunos casos, es posible notar una preferencia por ciertas marcas de alimentos;
  • El niño puede no tolerar el olor de ciertos alimentos, tener que salir de la cocina o la sala de estar y tener náuseas;
  • Algunos niños pueden estar preocupados por la comida, especialmente si se ensucia fácilmente, como la carne con salsas, debido a la solicitud de la madre durante la infancia de que el bebé no se ensucie.

Estos síntomas pueden continuar hasta la edad adulta cuando la enfermedad no se diagnostica adecuadamente, lo que genera tensión y constantes disputas familiares durante las comidas.

El diagnóstico de este trastorno alimentario se realiza en base a la historia clínica de los síntomas que presenta el niño, el cual debe ser derivado a un pediatra para evaluar la gravedad de la negativa. Llevar un diario de alimentos durante 1 semana, además de las sensaciones que siente cuando come, es una buena manera de comenzar a comprender el problema.

Además, su médico puede determinar la presencia de otros problemas que pueden causar el rechazo de alimentos, como dificultad para masticar y tragar, alergias alimentarias y problemas gastrointestinales. El niño no siempre tiene bajo peso o problemas de desarrollo, pero puede tener dificultades en la escuela, con bajo rendimiento escolar, además de piel seca y mal cabello y uñas, debido a la falta de nutrientes debido a una dieta pobremente variada.

Que causa los trastornos alimentarios selectivos

El rechazo persistente y excesivo de la comida puede deberse a problemas psicológicos, fobias sociales y trastornos del gusto, como la hipergeusia, también conocidos como super-catadores o super-catadores.

Otros problemas como la dificultad para masticar o tragar, así como una sensación de malestar o dolor en el abdomen, también pueden afectar a este trastorno.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para que el niño pueda comer de todo, normalmente se lleva a cabo mediante seguimiento médico y tratamiento psicológico, donde se crean estrategias para mejorar el entorno alimentario y estimular al niño a probar nuevos alimentos a través de la terapia cognitivo-conductual. Algunas estrategias que pueden ayudar a diferenciar la alimentación infantil incluyen:

  • Reducir el estrés y las peleas durante las comidas, promoviendo un ambiente tranquilo y pacífico, sin castigar al niño que no quiere comer;
  • No renuncie a servirle comida nueva al niño, poniendo siempre en el plato al menos un alimento que le guste y coma normalmente, y que haya sido elegido por el niño;
  • Ofrecer la misma comida con diferente forma de preparación, presentación y textura. Por ejemplo: ofrezca papas al horno, papas en rodajas o en rodajas cubiertas con aceite de oliva, que no es exactamente lo mismo que puré de papas;
  • Ofrézcale comida nueva y cómela frente al niño, mostrándole que es deliciosa, porque este hábito favorece la aceptación por parte del niño;
  • Confíe en la elección del niño y déjelo comer todo lo que quiera durante las comidas;
  • Mostrar características similares entre algunos alimentos que el niño acepta y otros nuevos para atreverse a experimentar, como por ejemplo: la calabaza tiene el mismo color que la zanahoria, el sabor de la col es similar al de la espinaca.

En el siguiente video, vea otros consejos que pueden ayudar a su hijo a comer mejor:

Además, si el niño tiene problemas para desarrollar problemas de masticación, habla, deglución o gastrointestinales, será necesario hacer un seguimiento con profesionales como logopedas y terapeutas ocupacionales, ya que implementan técnicas específicas que pueden ser utilizadas para mejorar la experiencia alimentaria del niño. .

Cuando ver a un doctor

Los trastornos alimentarios selectivos pueden causar problemas graves a un niño, principalmente debido a la falta de nutrientes y calorías adecuados. Por tanto, el niño puede ser un poco más pequeño y ligero de lo que debería, aunque no siempre es una característica que llame mucho la atención de los padres. La falta de vitaminas y minerales también puede provocar sangrado de encías, huesos débiles, ojos secos y problemas en la piel.

Además, el exceso de un mismo nutriente obtenido por un consumo excesivo del mismo alimento puede provocar problemas de salud como picor, fatiga, debilidad y dolor articular. Por esta razón, si estos síntomas están presentes, puede ser necesario un análisis de sangre para identificar una deficiencia o exceso de un nutriente, y es posible que se necesite medicación.

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