El hongo más común en la ingle es el picor inguinal, que se caracteriza por provocar una mancha rojiza o marrón en la entrepierna, provocando un picor intenso, zonas descamadas o ampollas alrededor de la lesión. Es común que el hongo aparezca en la ingle porque es una región donde el calor y la humedad se acumulan con mayor facilidad.
Esta micosis se presenta principalmente en hombres, aunque también puede ocurrir en mujeres, es común en personas que practican deporte, sudan mucho, tienen sobrepeso o tienen diabetes descompensada, porque estas son situaciones que facilitan el crecimiento de bacterias en los pliegues del piel.
Para tratar esta infección, su médico de cabecera o dermatólogo puede recetarle medicamentos antimicóticos en forma de pomada o crema, como miconazol o ketoconazol. Sin embargo, es importante tomar algunas medidas para acelerar la recuperación y evitar que el hongo vuelva a aparecer una vez que haya sanado, como secarse bien después del baño y no usar ropa ajustada.
Principales síntomas
Los síntomas de la tiña inguinal o cualquier micosis inguinal son generalmente:
- Mancha rojiza o marrón en la ingle;
- Peladura de lesión;
- Picor intenso en la ingle;
- Aparición de ampollas alrededor de la mancha.
Además, en algunos casos los síntomas pueden ir acompañados de secreción intensa, llagas o un olor desagradable, que puede ser una micosis provocada por el hongo Candida Albicans. En estos casos, lo ideal es acudir a un dermatólogo para valorar la lesión y sugerir el tratamiento más adecuado.
¿Qué puede causar la comezón en la ingle?
El picor u hongos en la ingle suele producirse por llevar ropa interior ajustada o mojada, sudoración excesiva, mala higiene personal, tener relaciones sexuales con una persona con tiña o compartir toallas, ropa interior o sábanas.
También es común que una persona con un pie deportivo tenga micosis en la ingle, ya que puede pasar las manos por la entrepierna después de tocar los pies e incluso usar una toalla en las piernas y luego en la ingle.
Además, las personas más propensas a desarrollar esta infección son las personas con sobrepeso porque tienen pliegues más profundos; deportistas, que tienden a sudar constantemente manteniendo esta zona más hidratada y; personas con diabetes mal controlada porque tienen más probabilidades de desarrollar infecciones y tienen más dificultad para curar lesiones.
Cómo se realiza el tratamiento
El pilar del tratamiento para el jock o cualquier micosis en la región es el uso de ungüentos antimicóticos, como terbinafina, miconazol, imidazol, clotrimazol, fluconazol o ketoconazol.
Estos medicamentos se pueden tomar en forma de crema, loción o spray para facilitar su aplicación en la zona afectada, según las necesidades de cada persona, y deben usarse durante 3 a 4 semanas o según las indicaciones de un médico.
Además, existe la opción de utilizar comprimidos antifúngicos, como ketoconazol, itraconazol, fluconazol o terbinafina, que el médico prescribe solo en casos de lesiones muy grandes o cuando no hay mejoría tras el uso adecuado de pomadas, que se pueden prescribir 1 hasta 4 semanas.
Opciones de tratamiento en el hogar
Las opciones de tratamiento domiciliario complementan el tratamiento prescrito por su médico, ya que ayudan a prevenir la aparición de estos hongos o facilitan una recuperación más rápida. Estas opciones son:
- Usar talco si contienen o no antifúngicos para ayudar a secar las lesiones purulentas y reducir la fricción de la piel;
- No use ropa muy ajustada o que provoquen fricción en la piel afectada;
- Evita el calor y humedad;
- Lave la zona afectada con una solución de té de ajo, varias veces al día;
- Hacer compresas con una solución de té de manzanilla., aproximadamente 3 veces al día, en los casos en que la infección sea secreción;
- No te quedes en ropa interior mojada por mucho tiempo;
- Cambiarse de ropa a diario y siempre que te bañes;
- Seque bien con una toalla después del baño., no compartir;
- Use ropa interior de algodón para que la piel pueda ventilarse adecuadamente.
Además, si hay animales en la casa, es importante vigilarlos, ya que también deben ser tratados si tienen alguna infección por hongos para evitar la recurrencia de la infección.