La sífilis es una infección causada por la bacteria Treponema pallidum, que en la mayoría de los casos se transmite a través de relaciones sexuales sin protección con una persona infectada. Los primeros síntomas que pueden presentarse son llagas indoloras en el pene, ano o vulva que, si no se tratan, desaparecen espontáneamente y reaparecen después de semanas, meses o años en su forma secundaria o terciaria. son estas etapas más graves de la enfermedad.
La sífilis también puede ocurrir en mujeres embarazadas que, si no se tratan, pueden transmitir la enfermedad a su bebé al nacer, conocida como sífilis congénita, en la que el bebé puede presentar irritabilidad, pérdida del apetito y la aparición de manchas redondas pálidas.
Existe cura para esta enfermedad y se trata con inyecciones de penicilina, guiadas por el médico según el estadio de la enfermedad en que se encuentre la persona. Vea cómo se trata la sífilis.
Imágenes de la sífilis
Los síntomas de la sífilis varían según la etapa en la que se encuentre, de la siguiente manera:
1. Sífilis primaria
La sífilis primaria es la etapa inicial de la enfermedad que ocurre aproximadamente 3 semanas después del contacto con la bacteria responsable de la enfermedad, Treponema pallidum. Esta etapa se caracteriza por la aparición de una pápula dolorosa, denominada chancro, que rápidamente se ulcera y desaparece a las 4 o 5 semanas, sin dejar cicatrices.
En los hombres, estas llagas aparecen principalmente alrededor del prepucio, mientras que en las mujeres aparecen en los labios menores y en la pared vaginal. También es común que esta llaga aparezca en el ano, la boca, la lengua, el pecho y los dedos. Durante esta etapa, las glándulas de la ingle también pueden inflamarse.
2. Sífilis secundaria
Una vez que desaparecen las lesiones de chancro duro, la sífilis entra en un período de inactividad que puede durar de 6 a 8 semanas y puede reactivarse si no se diagnostica ni se trata. En esta nueva etapa, las lesiones aparecerán en la piel y órganos internos, debido a que la bacteria podría multiplicarse y extenderse por el torrente sanguíneo.
Las nuevas lesiones se caracterizan por la aparición de manchas rosadas o pequeñas bolitas marrones que aparecen en la piel, boca, nariz, palmas de las manos y los pies, pudiendo producirse una intensa descamación de la piel. Otros síntomas que pueden presentarse son:
- Manchas rojas en la piel, boca, nariz, palmas y plantas;
- Descamación de la piel;
- Glándulas inflamadas, principalmente en la región genital;
- Dolor de cabeza;
- Dolor muscular;
- Dolor de garganta;
- Incomodidad;
- Fiebre leve, generalmente por debajo de 38ºC;
- Falta de apetito;
- Pérdida de peso.
Esta fase continúa en los dos primeros años de la enfermedad, donde los síntomas aparecen y desaparecen espontáneamente durante este período, pero a medida que pasa el tiempo se hacen más duraderos.
3. Sífilis terciaria
La sífilis terciaria se presenta en personas que no han podido combatir la enfermedad de forma espontánea en su etapa secundaria o que no se han sometido a un tratamiento adecuado. En esta etapa, la sífilis se caracteriza por:
- Lesiones más grandes de la piel, boca y nariz;
- Problemas con los órganos internos: corazón, nervios, huesos, músculos, hígado y vasos sanguíneos;
- Dolor de cabeza persistente;
- Náuseas y vómitos frecuentes;
- Rigidez en el cuello, con dificultad para mover la cabeza;
- Ataques;
- Pérdida de la audición;
- Mareos, insomnio y accidente cerebrovascular;
- Reflejos excesivos y pupilas dilatadas;
- Conceptos erróneos, alucinaciones. Disminución de la memoria reciente, capacidad para orientarse, realizar cálculos matemáticos simples y hablar cuando hay paresia general.
Estos síntomas suelen aparecer de 10 a 30 años después de la infección inicial y cuando el individuo no ha sido tratado adecuadamente. Por lo tanto, para evitar complicaciones en otros órganos del cuerpo, el tratamiento debe realizarse inmediatamente después de la aparición de los primeros síntomas de la sífilis.
Los síntomas de la sífilis congénita.
La sífilis congénita es cuando el bebé adquiere la bacteria durante el embarazo o durante el parto, y ocurre cuando la madre tiene la enfermedad y no recibe tratamiento. La sífilis durante el embarazo puede provocar un aborto espontáneo, malformaciones o la muerte del bebé al nacer. En los bebés vivos, los síntomas pueden aparecer desde las primeras semanas de vida hasta más de 2 años después del nacimiento e incluyen:
- Manchas redondas de color rojo pálido, incluso en las palmas de las manos y las plantas de los pies;
- Irritabilidad;
- Pérdida de apetito y energía para jugar;
- Neumonía;
- Anemia
- Problemas de huesos y dientes;
- Pérdida de la audición;
- Deficiencia mental.
El tratamiento para la sífilis congénita generalmente se realiza con 2 inyecciones de penicilina durante 10 días o 2 inyecciones de penicilina durante 14 días, según la edad del niño.
¿Existe cura para la sífilis?
La sífilis es curable y se puede tratar fácilmente con inyecciones de penicilina, pero el tratamiento debe iniciarse lo antes posible para evitar complicaciones graves en otros órganos, como el cerebro, el corazón y los ojos.
Cómo diagnosticar la sífilis
Para confirmar que se trata de sífilis, el médico debe observar la región íntima de la persona y examinar si tuvo contacto íntimo sin condón. Si no hay una herida en el área genital u otras partes del cuerpo, su médico puede ordenar una prueba llamada VDRL para identificar Treponema paladio en su cuerpo. Aprenda todo sobre el examen VDRL.
Esta prueba generalmente se realiza en cada trimestre del embarazo en todas las mujeres embarazadas porque la sífilis es una enfermedad grave que la madre puede transmitir al bebé, pero que se cura fácilmente con antibióticos recetados por un médico.