El síndrome de trampa, también llamado pesimismo defensivo, es un trastorno psicológico en el que una persona no puede aceptar o reconocer sus logros porque cree que todo su éxito se debe a la suerte o que alguien le ha ayudado. De esa forma el hombre cree que es un fraude y que en cualquier momento alguien lo desenmascarará.
Aunque este trastorno no se considera una enfermedad mental y no está incluido en el DSM-V, ha sido objeto de estudio por varios investigadores. Los síntomas que se manifiestan están relacionados con otros que también se encuentran en otros trastornos como depresión, ansiedad, baja autoestima, por ejemplo.
Este síndrome es muy común en personas que tienen profesiones en competencia, como atletas, artistas y emprendedores, o en profesiones en las que las personas son evaluadas y probadas constantemente, como en el campo de la salud y la educación. Este síndrome suele afectar a personas menos seguras y que internalizan la crítica y el fracaso.
Sin embargo, cualquier persona puede desarrollar este síndrome a cualquier edad, que es más común en un puesto en el que se puede evaluar el desempeño personal, como conseguir un ascenso laboral o iniciar un nuevo proyecto.
¿Cómo se diagnostica el síndrome de trampa?
Las personas con síndrome de trampa generalmente muestran 3 o más de los siguientes comportamientos:
1. Tienes que trabajar duro
La persona con Síndrome del Engaño cree que debe esforzarse demasiado, mucho más que otras personas, para justificar sus conquistas y, además, pensar que sabe menos que los demás. El perfeccionismo y el exceso de trabajo se utilizan para justificar el rendimiento, pero provoca mucha ansiedad y agotamiento.
2. Autosabotaje
Las personas con este síndrome sienten que el fracaso es inevitable y que en cualquier momento alguien experimentado lo desenmascarará frente a los demás. Por lo tanto, incluso sin darse cuenta, la persona puede preferir trabajar menos para evitar desperdiciar energía en algo que cree que fallará y así reducir las posibilidades de ser juzgado por otras personas.
3. Posponer tareas
Estas personas siempre pueden posponer una tarea o dejar responsabilidades importantes para el último minuto. También es costumbre dedicar el máximo de tiempo al cumplimiento de estas obligaciones; todo ello con el fin de evitar el momento de evaluación o crítica en relación a estas tareas.
4. Miedo a la exposición
Es común que las personas con síndrome del engaño siempre eviten los momentos en los que pueden ser juzgados o criticados. La elección de tareas y profesiones suele basarse en aquellas que serán menos notorias, evitando así estar sujeto a evaluación. Sin embargo, al ser evaluados muestran una gran capacidad para desacreditar los logros alcanzados y desacreditar los elogios de otras personas.
5. Comparación con otros
Ser perfeccionista, buscar consigo mismo y creer siempre que es inferior o que sabe menos que los demás hasta el punto de quitarle todo mérito propio, son algunas de las principales características de este síndrome. Puede suceder que una persona piense que nunca es lo suficientemente buena en relación con los demás, lo que genera muchos problemas e insatisfacción.
6. Querer complacer a todos
Tratar de causar una buena impresión, esforzarse por ser carismático y la necesidad de complacer a todos, en todo momento, son todas formas de buscar la aprobación. Una persona puede ser sometida incluso a situaciones humillantes.
Asimismo, la persona con síndrome de tramposo atraviesa periodos de gran estrés y ansiedad porque cree que en cualquier momento las personas más cualificadas la sustituirán o desenmascararán. De esta forma, estas personas experimentan muy a menudo síntomas de ansiedad y depresión.
Cómo se realiza el tratamiento
En caso de observar las características de este síndrome, es importante que la persona acuda a sesiones de psicoterapia que le ayuden a interiorizar sus habilidades y destrezas, reduciendo la sensación de que es un tramposo. Además, algunas actitudes pueden ayudar a controlar los síntomas de este síndrome, como:
- Tenga un mentor o alguien con más experiencia y confianza para que pueda pedir opiniones y consejos honestos;
- Comparta preocupaciones o problemas con un amigo;
- Acepte sus propias deficiencias y cualidades y evite compararse con los demás;
- Respete sus propios límites, no establezca metas u obligaciones inalcanzables que no se puedan cumplir;
- Acepte que los fracasos le ocurren a todos y aprenda de ellos;
- Que tengas un buen trabajo, aportando motivación y satisfacción.
Realizar actividades capaces de aliviar el estrés y la ansiedad, mejorar la confianza en uno mismo y promover la autoconciencia, como el yoga, la meditación y el ejercicio, así como invertir en el tiempo libre, son de gran utilidad en el tratamiento de este tipo de trastornos psicológicos. Obtenga más consejos sobre cómo combatir el estrés y la ansiedad.