El síndrome de Stevens-Johnson es un problema cutáneo poco común pero muy grave que provoca lesiones rojizas en todo el cuerpo, así como otros cambios, como dificultad para respirar y fiebre, que pueden poner en riesgo la vida de la persona afectada.
Generalmente, este síndrome ocurre debido a una reacción alérgica a un medicamento, especialmente a la penicilina u otros antibióticos, por lo que los síntomas pueden aparecer hasta 3 días después de tomar el medicamento.
El síndrome de Stevens-Johnson tiene cura, pero su tratamiento debe iniciarse lo antes posible en un hospital para evitar complicaciones graves, como una infección generalizada o daño a los órganos internos, que pueden complicar el tratamiento y la cura de la enfermedad.
Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
Principales síntomas
Los primeros síntomas del síndrome de Stevens-Johnson son muy similares a los de la gripe, por ejemplo, fatiga, tos, dolores musculares y dolor de cabeza. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, en la piel comienzan a aparecer lesiones o manchas rojizas que se extienden por todo el cuerpo.
Además, otros síntomas que pueden presentarse son:
- Hinchazón de la cara y la lengua;
- Respiración dificultosa;
- Dolor o sensación de ardor en la piel;
- Dolor de garganta;
- Llagas en los labios, dentro de la boca y en la piel;
- Enrojecimiento y ardor en los ojos.
Cuando se presentan estos síntomas, especialmente hasta 3 días después de tomar un nuevo medicamento, se recomienda acudir inmediatamente al hospital de urgencias más cercano para que se pueda valorar este problema y así poder iniciar el tratamiento adecuado.
El diagnóstico del síndrome de Stevens-Johnson se realiza mediante la observación de lesiones que contienen características específicas como el color y la forma. Su médico también puede ordenar análisis de sangre y orina y tomar una muestra de las lesiones cuando sospeche una infección secundaria.
Medicamentos que causan el síndrome.
Aunque es bastante raro, este síndrome es más común en personas que están siendo tratadas con algunos de los siguientes medicamentos:
- Medicamentos para la gota, como alopurinol;
- Anticonvulsivos o antipsicóticos;
- Analgésicos como paracetamol, ibuprofeno o naproxeno;
- Antibióticos, especialmente penicilina.
Además de la medicación, algunas infecciones también pueden provocar este síndrome, principalmente las provocadas por un virus como el Herpes, el VIH o la Hepatitis A. Además, las personas con sistemas inmunitarios comprometidos o debilitados también corren un mayor riesgo.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para el síndrome de Stevens-Johnson debe realizarse cuando la persona ingresa en el hospital y generalmente comienza con la interrupción de cualquier medicamento que no sea esencial para el tratamiento de una enfermedad crónica, ya que puede causar o empeorar los síntomas del síndrome. .
Durante la estancia hospitalaria, puede ser necesario realizar una hidratación intravenosa para reponer el líquido perdido por falta de piel en las zonas de las lesiones. Para reducir el riesgo de infección, las heridas de la piel deben ser tratadas diariamente por una enfermera.
Para reducir las molestias que provocan las lesiones se pueden utilizar compresas de agua fría y cremas neutras que hidratan la piel, así como la ingestión de medicamentos recetados como antihistamínicos, corticoesteroides o antibióticos.