Sífilis congénita: que es, síntomas y tratamiento.

La sífilis congénita es una enfermedad que se presenta cuando una bacteria llamada Treponema pallidum se transmite de madre a hijo durante el embarazo, cuando la mujer no ha recibido el tratamiento adecuado para la sífilis o no lo ha realizado correctamente; o durante el parto, si la mujer tiene lesiones en la región genital causadas por bacterias.

La enfermedad puede provocar cambios en el desarrollo del bebé, nacimiento prematuro, aborto espontáneo, bajo peso al nacer o la muerte del bebé cuando está gravemente infectado. Por esta razón, es importante que una mujer se someta a exámenes prenatales para identificar la enfermedad a tiempo y comenzar el tratamiento adecuado para evitar complicaciones.

Principales síntomas

Los síntomas de la sífilis congénita pueden aparecer en los primeros días del nacimiento, durante o después de los primeros 2 años de vida. Por tanto, según la edad en la que comienzan a aparecer los síntomas, la sífilis congénita se puede clasificar en precoz, cuando los síntomas aparecen poco después del nacimiento o hasta los 2 años de edad y tardía, cuando aparecen a partir de los 2 años.

Los principales síntomas de la sífilis congénita temprana son:

  • Bebés prematuros;

  • Bajo peso;

  • Manchas blancas y rojizas con descamación de la piel;

  • Heridas en el cuerpo;

  • Agrandamiento del hígado;

  • Piel amarillenta;

  • Problemas respiratorios, posiblemente neumonía;

  • Anemia;

  • Rinitis;

  • Edema.

Además, el bebé puede nacer con, por ejemplo, problemas de visión o audición. En la sífilis congénita tardía, se pueden observar anomalías óseas, dificultades de aprendizaje y dientes superiores deformados.

Cómo se hace el diagnóstico

El diagnóstico de sífilis congénita se basa en los síntomas presentados y el resultado de las pruebas de laboratorio tanto en la madre como en el bebé, sin embargo, el diagnóstico puede ser difícil porque puede haber resultados positivos en bebés que no están infectados debido a la transmisión de anticuerpos de la madre. al bebé.

Además, dado que la mayoría de los casos no presentan síntomas antes de los 3 meses de edad, es difícil confirmar si el resultado de la prueba es verdadero. Por lo tanto, la necesidad de tratamiento indica el riesgo de contagiar al bebé con sífilis, que está determinado por factores como el estado de tratamiento de la madre, el resultado de la prueba de sífilis y el examen físico realizado después del nacimiento.

Cómo se realiza el tratamiento

La sífilis congénita tiene cura cuando el tratamiento se realiza tan pronto como se confirma el diagnóstico, lo cual es importante para evitar complicaciones graves. El tratamiento de la sífilis congénita es siempre con penicilina inyectable; sin embargo, las dosis y la duración del tratamiento varían según el riesgo de infección del bebé, y el tratamiento más prolongado dura hasta 14 días.

Después del tratamiento, el pediatra puede programar varias visitas de seguimiento y repetir las pruebas de sífilis para evaluar su desarrollo y confirmar que la infección ya no está presente.

Cómo evitar la sífilis congénita

La única forma de reducir el riesgo de transmitir la sífilis a su bebé es comenzar el tratamiento con su madre en la primera mitad del embarazo. Por este motivo, es importante que la gestante se someta a todos los controles prenatales donde se realizan análisis de sangre para identificar posibles infecciones que puedan estar afectando al bebé durante el embarazo.

Es importante utilizar un dispositivo de barrera durante las relaciones sexuales, y su pareja también debe recibir tratamiento contra la sífilis para evitar una nueva infección.

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