El sangrado digestivo es una afección que ocurre cuando se produce un sangrado en cualquier región del sistema digestivo como resultado de problemas intestinales. Este tipo de sangrado se puede clasificar en dos tipos:
- Sangrado del tracto gastrointestinal superior: cuando las áreas sangrantes son el esófago, el estómago o el intestino delgado;
- Sangrado digestivo bajo: cuando se produce sangrado del colon, recto o ano.
Por lo general, los síntomas de hemorragia digestiva baja incluyen sangre roja brillante en las heces; mientras que el sangrado del tracto gastrointestinal superior implica la presencia de sangre digerida del estómago, oscureciendo las heces y con un olor intenso llamado melena, y vómitos de sangre.
Que puede causar sangrado
Las causas del sangrado digestivo varían según el tipo:
Sangrado del tracto gastrointestinal superior
- Úlcera gástrica o péptica:
- Úlcera duodenal;
- Varices esofágicas o varices gástricas;
- Perforación del esófago, estómago o duodeno.
Otras causas que pueden provocar este tipo de sangrado son la presencia de un tumor o cáncer en el esófago, estómago o duodeno.
Sangrado digestivo bajo
- Hemorroides;
- Fisura anal;
- Pólipo intestinal;
- Enfermedad de Crohn;
- Diverticulosis;
- Cáncer intestinal;
- Perforación intestinal;
- Endometriosis intestinal.
Normalmente, la forma más precisa de identificar la causa del sangrado es realizar una endoscopia y / o colonoscopia, ya que permiten monitorizar todo el tracto gastrointestinal para identificar posibles lesiones. En caso de que se identifiquen lesiones, el médico generalmente toma una pequeña muestra del tejido afectado para analizar en un laboratorio para identificar si hay células cancerosas.
Aprenda cómo se realizan la endoscopia y la colonoscopia.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para la hemorragia gastrointestinal debe ser indicado por un gastroenterólogo y dependerá de la causa de la enfermedad y puede incluir transfusiones de sangre, medicación y, en algunos casos, cirugía.
En casos menos graves, la persona puede realizar el tratamiento en casa; sin embargo, en los casos más graves donde hay una pérdida de sangre severa, puede ser necesaria la hospitalización en la Unidad de Cuidados Intensivos.