La rubéola es una enfermedad relativamente común en la infancia, que cuando se presenta en el embarazo puede ocasionar malformaciones en el bebé, como microcefalia, sordera o alteraciones en los ojos. Por tanto, es ideal que una mujer se vacune contra la enfermedad antes de quedar embarazada.
La vacuna contra la rubéola generalmente se administra en la infancia, pero las mujeres que no han recibido la vacuna o su dosis de refuerzo deben vacunarse antes de quedar embarazadas. Después de la vacunación, una mujer debe esperar al menos 1 mes para comenzar a intentar concebir. Obtenga más información sobre la vacuna contra la rubéola.
Es importante que una mujer acuda a consulta prenatal por recomendación de un médico, pues de esta forma se puede valorar si tiene inmunidad contra la rubéola o si está infectada, además se puede valorar la salud del bebé. .
Síntomas principales
Los síntomas de la rubéola durante el embarazo son similares a los que observa cualquier persona que desarrolle la enfermedad:
- Dolor de cabeza;
- Dolor muscular;
- Baja temperatura hasta 38ºC;
- Tos con flema;
- Dolor en las articulaciones;
- Glándulas inflamadas, especialmente las cercanas al cuello;
- Pequeñas manchas rojas en la cara que luego se extienden por todo el cuerpo y duran aproximadamente 3 días.
Los síntomas pueden tardar hasta 21 días en aparecer, pero la transmisión del virus puede ocurrir hasta 7 días antes del inicio de los síntomas y hasta 7 días después de que aparezcan las primeras manchas rojas en la piel.
Por ello, tan pronto como notes los signos y síntomas que pueden indicar rubéola, es importante acudir a un ginecólogo para que te realicen pruebas que confirmen si estás infectado con el virus de la rubéola y, de esta forma, iniciar un seguimiento adecuado. -Hasta que se eviten complicaciones tanto en el bebé como en la mujer.
Cómo confirmar el diagnóstico
Para identificar la rubéola en el embarazo, se recomienda que una mujer se haga análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus de la rubéola, como la prueba de rubéola IgG, que muestra si una persona está infectada o inmunizada.
Esta prueba forma parte de otras dos que están indicadas durante la consulta prenatal, pero también es posible preguntar al médico por si hay signos y síntomas de rubéola durante todo el embarazo.
Posibles consecuencias de la rubéola
Las consecuencias de la rubéola pueden ocurrir cuando la enfermedad no se diagnostica y no se realiza un seguimiento médico adecuado.
El riesgo de infección por rubéola en el bebé es mayor en el primer trimestre del embarazo y si esto sucede, el bebé puede nacer con rubéola congénita, que puede tener algunos cambios, como:
- Sordera;
- Trastornos oculares tales como ceguera, cataratas, microftalmia, glaucoma y retinopatía;
- Problemas cardíacos como estenosis de la arteria pulmonar, defecto del tabique ventricular, miocarditis;
- Lesiones del sistema nervioso como meningitis crónica, vasculitis por calcificación;
- Retraso mental;
- Microcefalia;
- Anemia hemolítica;
- Meningoencefalitis;
- Problemas hepáticos como fibrosis y transformación de células hepáticas gigantes.
Los cambios fetales se pueden ver en los exámenes durante el embarazo y después del nacimiento, utilizando una ecografía morfológica tomada entre las 18 y 22 semanas de gestación. Sin embargo, algunas afecciones se diagnostican después del parto o durante el desarrollo. También se puede realizar un análisis de sangre del bebé para confirmar la presencia de anticuerpos para confirmar la infección por el virus de la rubéola.
Cómo saber si el bebé se vio afectado
Para saber si un bebé estaba infectado con el virus de la rubéola cuando la madre fue infectada o vacunada durante el embarazo, se deben realizar pruebas prenatales y todas las pruebas necesarias para evaluar el desarrollo de los órganos y tejidos del bebé.
La ecografía morfológica, que generalmente se realiza entre las 18 y 22 semanas de gestación, puede mostrar si existen malformaciones cardíacas o lesiones cerebrales, pero algunos cambios solo se pueden ver después del nacimiento, como la sordera.
El diagnóstico de rubéola congénita se puede realizar mediante un análisis de sangre que identifica anticuerpos IgM positivos al rotavirus hasta 1 año después del nacimiento. Este cambio se puede notar solo después del primer mes de nacimiento y por lo tanto, en caso de duda, el examen debe repetirse después de esta fecha.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la rubéola en el embarazo consiste en controlar los síntomas, ya que no existe un tratamiento específico que pueda curar la rubéola. El tratamiento suele consistir en medicamentos para el control de la fiebre y analgésicos, como el paracetamol, que se asocian con el reposo y la ingesta de líquidos por parte de la mujer embarazada.
La mejor forma de prevención es vacunarse contra el sarampión, las paperas y la rubéola al menos 1 mes antes de quedar embarazada.