Es normal que un bebé sufra de reflujo y escupe hasta aproximadamente los 7 meses de edad, ya que el estómago del bebé se llena con facilidad y provoca pocos vómitos. Esto es algo muy común en recién nacidos y bebés pequeños.
La regurgitación ocurre cuando el estómago del bebé está muy lleno, lo que hace que la válvula que cierra el paso del estómago al esófago se abra fácilmente, lo que hace que el bebé escupe la leche.
También puede ocurrir por exceso de aire en el abdomen, ya que el bebé puede tragar mucho aire mientras amamanta. En este caso, el aire ocupará un gran volumen en el estómago, empujando eventualmente la leche hacia arriba, provocando un ligero vómito.
Cómo identificar el reflujo es normal
Para normal, el vómito del bebé debe ser blanquecino. Sin embargo, en algunos casos cuando los bebés son amamantados, se pueden notar algunos rastros de sangre, ya que los pezones de la madre pueden estar agrietados y el bebé puede estar succionando leche de los pezones.
Cuando el reflujo puede ser un problema
En determinadas situaciones, la regurgitación del bebé puede deberse a una situación concreta, por lo que se recomienda consultar a un pediatra cuando:
- Tiene problemas para ganar o perder peso;
- No quiere comer;
- Está constantemente irritado o tiene un llanto intenso, especialmente después de escupir;
- Tiene hipo excesivo o producción excesiva de saliva;
- La dificultad para respirar ocurre después de escupir;
- La regurgitación tiene un color verdoso;
- Se siente incómodo o inquieto mientras toma.
Cuando la regurgitación tiene alguna de estas características, puede indicar que el bebé tiene problemas de reflujo u obstrucción intestinal, por ejemplo, y en estas situaciones es importante consultar a un pediatra o acudir al hospital lo antes posible a la causa de la enfermedad. El problema puede identificarse y tratarse adecuadamente. Uno de los problemas de las regurgitaciones es que aumentan el riesgo de paro respiratorio o neumonía, ya que el contenido del estómago puede pasar a los pulmones del bebé.
Entre los 8 meses y 1 año, las regurgitaciones frecuentes en el bebé ya no son normales, ya que el bebé logra mantener una postura erguida y la comida que ingiere ya es firme o pastosa, que es más difícil de regurgitar porque es más espesa. .
Cómo evitar que un bebé escupe
Para evitar que su bebé escupe, es importante evitar tragar demasiado aire mientras lo alimenta o consume grandes cantidades de leche, para que su estómago no se llene.
Otras precauciones para evitar escupir incluyen: eructar al bebé después de comer; manténgalo en posición 45º 15 minutos después de comer y; asegúrese de dormir solo 30 minutos después de comer. No se recomiendan los movimientos bruscos después de comer.