Radiofrecuencia del rostro: que es, beneficios y para que sirve

El facial de radiofrecuencia es un tratamiento estético que utiliza una fuente de calor y estimula la piel para producir nuevas fibras de colágeno, mejora la calidad y elasticidad de la piel, corrige líneas finas y arrugas, mejora la hidratación y firmeza del rostro.

Además, este tratamiento aumenta la circulación sanguínea y mantiene la piel firme, rejuvenecida y oxigenada, lo que es una forma segura, duradera e indolora de combatir la relajación facial. Siempre debe ser realizado por un dermatólogo o fisioterapeuta de radiofrecuencia.

La radiofrecuencia facial se puede realizar alrededor de ojos y boca, frente, pómulos, mentón y papada, que son zonas donde la piel tiende a estar más flácida y donde aparecen arrugas y líneas de expresión.

Para qué sirve

La radiofrecuencia está indicada para combatir los principales signos del envejecimiento facial como:

  • Piel relajada que da un aspecto cansado o puede cambiar el contorno de la cara;
  • Arrugas y líneas finas. alrededor de los ojos, la frente y el pliegue nasolabial;
  • Cicatrices causado por el acné;
  • Papada

Además de la radiofrecuencia facial, este tratamiento estético se puede realizar en otras partes del cuerpo para combatir la celulitis y la grasa localizada presente en el abdomen o los muslos, por ejemplo. Infórmate de otras indicaciones de radiofrecuencia.

¿Quién puede tener una radiofrecuencia?

La radiofrecuencia está indicada para todo tipo de pieles en adultos sanos, que tienen piel entera, sin heridas ni infecciones, que quieren eliminarlas desde las primeras líneas de expresión que aparecen alrededor de los 30 años, hasta las arrugas más profundas que no desaparecen cuando el la piel se estira, a la edad de unos 40 años.

Además, la radiofrecuencia puede estar indicada en personas con cicatrices de acné, ya que ayuda a reducir la apariencia de estas cicatrices y mejorar el aspecto de la piel, ya que es importante que la zona a tratar no presente signos de inflamación. Que en esta caso no se pueda realizar el tratamiento.

Las personas que tienen doble barba pueden someterse a este procedimiento porque favorece la producción de colágeno en la zona, lo que aumenta la firmeza de la piel del rostro.

Cómo funciona la radiofrecuencia

La radiofrecuencia debe ser realizada por un dermatólogo o fisioterapeuta que se especialice en este tipo de tratamientos y no cause dolor, por lo que no se requiere el uso de anestesia.

Antes del tratamiento, se necesitan algunos cuidados, como evitar las bebidas alcohólicas al menos 2 días antes de la sesión y preparar la piel con cremas hidratantes para el rostro durante 4 a 6 semanas.

El día de la sesión no debes afeitarte ni depilar ninguna zona del rostro y debes evitar el uso de lociones, cremas faciales o maquillaje antes de la sesión.

Los equipos de radiofrecuencia emiten ondas electromagnéticas que atraviesan la piel y alcanzan la capa de grasa entre la piel y los músculos, aumentando la temperatura local, lo que aumenta la circulación sanguínea local, la oxigenación de los tejidos y estimula la formación de fibras de colágeno. , que dan firmeza y soporte a la piel del rostro.

Los resultados se pueden ver aproximadamente 2 a 3 días después de la primera sesión de tratamiento y son progresivos, esto se debe a ondas electromagnéticas que provocan la contracción de las fibras de colágeno existentes, tensan la piel y estimulan la formación de nuevas. manteniendo el rostro joven y sin arrugas.

Normalmente, están indicadas al menos 3 sesiones, las cuales deben realizarse a intervalos de 15 a 30 días. A partir de esto el terapeuta podrá observar cómo reacciona la piel y cuántas sesiones deberían ser necesarias para eliminar las arrugas más profundas. Cuando la persona alcanza su objetivo, puede tener sesiones cada 3 o 4 meses como forma de mantenimiento.

Para complementar este tratamiento en la lucha contra la flacidez, se recomienda consumir unos 9 gramos de colágeno al día.

Cuidado facial con radiofrecuencia

Tras la sesión de radiofrecuencia en el rostro, se recomienda utilizar protector solar y beber de 1,5 a 2 litros de agua al día para mantener la piel hidratada.

Además, se debe mantener el cuidado diario de la piel, como usar una crema antiarrugas y tomar colágeno hidrolizado para obtener mejores resultados.

Riesgos de la radiofrecuencia facial

La cara es una de las partes del cuerpo con mayor riesgo de quemaduras porque las extremidades óseas están más cerca entre sí, por lo que el equipo debe deslizarse rápidamente y con movimientos circulares. El terapeuta debe controlar constantemente la temperatura de la piel para que no supere los 41ºC, ya que temperaturas más elevadas pueden dejar rastros de quemaduras.

En caso de un accidente menor y una zona de piel quemada, la zona afectada debe tratarse con grasa quemada y la radiofrecuencia puede reanudarse solo cuando la piel esté completa nuevamente.

Contraindicaciones de la radiofrecuencia.

La radiofrecuencia no debe realizarse en personas con problemas hemorrágicos, diabetes, síndrome de Cushing o que hayan estado tomando isotretinoína para tratar el acné durante los últimos 2 meses. Este tratamiento tampoco debe realizarse en los siguientes casos:

  • Presencia de cierto cambio en la sensibilidad del rostro, sin poder distinguir el frío del calor;
  • En caso de prótesis metálicas en huesos faciales o amalgamas metálicas en dientes;
  • Durante el embarazo;
  • tomando anticoagulantes o corticosteroides;
  • Zonas con tatuajes faciales o maquillaje permanente;
  • Uso de marcapasos;
  • Herida o infección de la cara;
  • Fiebre;
  • Enfermedades autoinmunes o enfermedades que debilitan el sistema inmunológico.

No se recomienda la radiofrecuencia en estos casos, ya que puede existir riesgo de fiebre, empeoramiento de la infección, quemaduras o no lograr el resultado esperado. Además, la radiofrecuencia no debe realizarse en la glándula tiroides, ya que puede alterar su función.

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