Quiste de Baker: síntomas, causas y tratamiento

El quiste de Baker, también conocido como quiste poplíteo, es un bulto que aparece en la parte posterior de la rodilla debido a la acumulación de líquido en la articulación, provocando dolor y entumecimiento en la zona que empeora con el movimiento de la extensión de la rodilla. actividad física.

El quiste de Baker generalmente es el resultado de otros problemas en la rodilla, como artritis, lesión de menisco o desgaste del cartílago, por lo que no necesita tratamiento y desaparece cuando se controla la enfermedad que causa. Muy a menudo, el médico recomienda reposo, fisioterapia y medicamentos antiinflamatorios para controlar los síntomas. Vea otras causas de dolor de rodilla.

Sin embargo, aunque es poco común, el quiste de Baker puede romperse, causando un dolor severo en la pantorrilla que se irradia a la pantorrilla y puede necesitar ser tratado en el hospital con cirugía.

Principales síntomas

El quiste de Baker generalmente no muestra síntomas obvios, se detecta en el examen por otro motivo o en la evaluación de la rodilla en consulta con un ortopedista o fisioterapeuta. Sin embargo, cuando ocurren, los síntomas pueden incluir:

  • Hinchazón detrás de la rodilla, como una pelota de ping pong;
  • Dolor de rodilla;
  • Hormigueo en la pierna;
  • Rigidez al mover la rodilla.

Siempre que se presenten síntomas de problemas de rodilla, se recomienda que consulte con un ortopedista para que realice pruebas y diagnostique el problema, iniciando el tratamiento más adecuado.

Aunque es raro, cuando el quiste de Baker se rompe, tiende a causar un dolor repentino y muy severo que afecta la parte posterior de la rodilla y puede irradiarse a la pantorrilla. En este caso, debe acudir al hospital de inmediato.

Cómo confirmar el diagnóstico

El quiste de Baker se puede diagnosticar cuando hay inflamación en la parte posterior de la rodilla y antecedentes de otra afección que pueda estar causando el quiste. Sin embargo, es común que su médico ordene algunas pruebas, especialmente una ecografía de rodilla o una resonancia magnética, para confirmar el diagnóstico.

Las radiografías de la rodilla generalmente no muestran ningún cambio que ayude a diagnosticar el quiste de Baker, pero también se puede preguntar cuando un médico sospecha de otra afección relacionada o para evaluar el desarrollo de otro problema en la rodilla, como la osteoartritis, por ejemplo.

Causas del quiste de Baker

El quiste de Baker puede ser causado por un accidente o un golpe directo en la rodilla, sin embargo, es más común como consecuencia de otro problema en la rodilla, principalmente:

  • Osteoartritis;
  • Artritis inflamatoria;
  • Una gota.

Por sus causas, este tipo de quiste es más común en mujeres y suele aparecer después de los 40 años, aunque puede presentarse a cualquier edad, incluso en niños.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para el quiste de Baker debe ser dirigido por un ortopedista o fisioterapeuta y generalmente comienza con el resto de la articulación y el tratamiento específico para el problema que causa el quiste.

Dependiendo del problema que está causando el quiste, su médico puede recomendar diferentes tipos de tratamientos. Por ejemplo, en el caso de artritis, el ortopedista puede recomendar el uso de antiinflamatorios o corticosteroides; en el caso de la gota, también es importante realizar cambios en la dieta, por ejemplo.

Para aliviar el dolor causado por el quiste, su médico incluso puede recomendar:

  • Uso de medias de compresión.– ayudar a reducir la inflamación de la rodilla, aliviar el dolor al mover la articulación;
  • Aplicación de revestimiento en frío– en la parte posterior de la rodilla durante 10 a 20 minutos, ya que esto ayuda a reducir la inflamación y el dolor;
  • Medicamentos antiinflamatorios y analgésicos., recetado por un médico, como paracetamol e ibuprofeno;
  • Sesiones de fisioterapia: utiliza ejercicios que ayudan a fortalecer los músculos de la rodilla, evitando una presión excesiva sobre la articulación y reduciendo el dolor.

En los casos más graves, cuando el dolor es muy intenso o el quiste de Baker es muy grande, puede ser necesario drenar con una aguja o recurrir a una cirugía para extirparlo.

Signos de mejora y deterioro.

Los signos de la mejoría del quiste de Baker pueden tardar varios meses en aparecer, según el problema que esté causando, e incluyen reducción del dolor, reducción de la hinchazón y un movimiento más fácil de la rodilla.

Los signos de deterioro se relacionan principalmente con la ruptura del quiste, que puede causar dolor severo en la parte inferior de la pierna, hinchazón en la zona y dificultad para mover la pierna.

Deja un comentario