Un quiste cerebral es un tipo de tumor benigno que puede contener líquido, sangre, aire o tejidos. Generalmente, este tipo de quiste suele ser congénito, lo que significa que la persona ya nace con él, pero también puede desarrollarse a lo largo de la vida.
Estos tumores generalmente son asintomáticos y se desarrollan en forma silenciosa, y se identifican en un examen de rutina, como una tomografía computarizada, por otras razones. Sin embargo, hay casos en los que el quiste acaba presionando partes del cerebro, provocando síntomas como alteraciones visuales, dolores de cabeza o mareos, por ejemplo.
Después de identificar el quiste, el neurólogo monitorea periódicamente las tomografías computarizadas o las resonancias magnéticas para confirmar si hay un aumento de tamaño. Cuando el quiste tiene un gran volumen o causa síntomas, el médico puede ordenar su extirpación mediante cirugía.
Tipos de quistes cerebrales
Hay varios tipos de quistes que se forman en diferentes lugares del cerebro:
- Quiste aracnoideo: es un quiste congénito, es decir, está presente en el recién nacido, y está formado por la acumulación de líquido entre las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal;
- Quiste epidermoide y dermoide: Son tipos similares de quistes, también formados por cambios durante el desarrollo fetal en el útero de la madre, y están formados por las células de los tejidos que componen el cerebro;
- Quiste coloide: Este tipo de quiste se encuentra en los ventrículos cerebrales, que son los lugares donde se produce el líquido que rodea al cerebro. Un síntoma común de este tipo de quiste es la aparición de dolor de cabeza en determinadas posiciones;
- Quiste pineal: es un quiste que se forma en la glándula pineal, una glándula importante que controla la función de varias hormonas en el cuerpo, como las que se producen en los ovarios y la glándula tiroides.
Los quistes son generalmente benignos, pero en algunos casos pueden ocultar el cáncer. Para evaluar esta posibilidad, se realizan análisis de sangre y resonancia magnética de seguimiento para evaluar la inflamación en el cuerpo.
¿Qué puede causar un quiste?
La principal causa de un quiste cerebral es congénita, es decir, se forma durante el desarrollo del niño en el útero de la madre.
Sin embargo, existen otras causas que pueden contribuir a la formación de un quiste, como un ictus en la cabeza, tras sufrir un ictus o enfermedad degenerativa, como la enfermedad de Alzheimer, e incluso infecciones cerebrales.
Principales síntomas
Generalmente, un quiste es asintomático y no causa complicaciones, pero si crece demasiado y comprime otras estructuras en el cerebro, puede causar algunos signos y síntomas como:
- Dolor de cabeza;
- Crisis convulsiva;
- Mareo;
- Náuseas o vómitos;
- Trastornos del sueño;
- Pérdida de fuerza;
- Desequilibrio;
- Cambios en la visión;
- Confusión mental.
Estos síntomas pueden ser causados por su tamaño, ubicación o por la formación de hidrocefalia, que es una acumulación de líquido en el cerebro, ya que el quiste puede impedir el drenaje del líquido que circula en la región.
Cómo se realiza el tratamiento
Cuando el quiste es pequeño, no aumenta de tamaño y no causa síntomas ni molestias, el neurólogo solo lo monitorea, repitiendo anualmente los exámenes para confirmar su evolución.
En caso de presentar síntomas, se puede intentar controlarlos con un analgésico, anticonvulsivo o medicación para mareos y náuseas, prescrito por un neurólogo, pero si persisten o son muy intensos se debe realizar una cirugía para extirpar el quiste. Resolver definitivamente el problema por parte del neurocirujano.