Los tics nerviosos responden a la acción motora o vocal realizada de manera repetitiva e involuntaria, como parpadear varias veces, mover la cabeza o inhalar con fuerza por la nariz.
Suelen aparecer en la infancia y suelen desaparecer sin ningún tratamiento durante la adolescencia o al principio de la edad adulta.
Las garrapatas no son graves y, en la mayoría de los casos, no afectan las actividades diarias. Sin embargo, cuando son más complicados y ocurren con más frecuencia, es importante consultar a un neurólogo o psiquiatra para hacer un diagnóstico, ya que puede ser síndrome de Tourette.
Por que aparecen
Las causas de los tics nerviosos aún no están bien establecidas, pero generalmente ocurren como resultado de un trastorno de ansiedad, estrés y fatiga frecuente y excesiva. Sin embargo, las personas que están bajo estrés constante o se sienten ansiosas la mayor parte del tiempo no tienen por qué tener tics.
Algunas personas creen que los tics están asociados con la falla de algunos circuitos cerebrales debido a cambios genéticos, que provocan una mayor producción de dopamina, estimulando las contracciones musculares involuntarias.
Síntomas principales
Los tics nerviosos responden a las contracciones musculares involuntarias, más comúnmente en la cara y el cuello, que pueden resultar en:
- Parpadeo repetido de los ojos;
- Mueva la cabeza inclinada hacia adelante y hacia atrás o hacia los lados;
- Morderse los labios o mover la boca;
- Mueve tu nariz;
- Doble sus hombros;
- Rostros estúpidos.
Además de los tics motores, incluso puede haber tics asociados con la emisión de sonido, que se pueden considerar como tics al toser, chasquear la lengua e inhalar aire con fuerza, creando un sonido.
Los tics suelen ser leves y no restrictivos, pero aún existen muchos prejuicios y comentarios desagradables relacionados con las personas con tics nerviosos, que pueden resultar en aislamiento, reducción del círculo emocional, desmotivación para salir de casa o realizar actividades agradables, e incluso depresión.
sindrome de Tourette
Los tics nerviosos no siempre se presentan con el síndrome de Tourette. Normalmente, este síndrome se caracteriza por tics más frecuentes y complejos que pueden perjudicar la calidad de vida de una persona porque, además de los tics habituales, como el parpadeo de los ojos, por ejemplo; Puede haber puñetazos, patadas, zumbidos, respiración ruidosa y patadas en el pecho, por ejemplo, todos los movimientos son involuntarios.
Muchos portadores del síndrome desarrollan comportamientos impulsivos, agresivos y autodestructivos, y los niños suelen tener dificultades de aprendizaje.
Un niño con síndrome de Tourette puede girar constantemente la cabeza de un lado a otro, parpadear, abrir la boca y extender el cuello. La persona puede hablar groseramente sin razón aparente, a menudo en medio de una conversación. Estas personas pueden repetir las palabras tan pronto como las escuchan, una situación llamada ecolalia.
Los tics característicos de este síndrome aparecen a la edad de 7 a 11 años y es importante que se diagnostiquen lo antes posible para que se pueda iniciar el tratamiento y el niño no sienta tantas consecuencias en la vida cotidiana. debido a este síndrome.
El diagnóstico temprano puede ayudar a los padres a comprender que el comportamiento no es intencional ni malicioso y que no deben ser reprendidos.
Obtenga más información sobre el síndrome de Tourette.
¿Cómo se realiza el tratamiento de los tics nerviosos?
Algunos tics nerviosos pueden desaparecer durante la adolescencia o la edad adulta temprana y no requieren tratamiento. Sin embargo, se recomienda que la persona reciba tratamiento para los tics en caso de que interfieran con las actividades diarias, como el trabajo o la escuela, por ejemplo; en presencia de malestar orgánico; la presencia de cambios emocionales como ansiedad o depresión o tiene repercusiones sociales como el acoso o que la persona deba estar aislada.
Para ello, puede ser necesario utilizar medicamentos como agentes adrenérgicos o antipsicóticos, como clonidina, flufenazina, risperidona o toxina botulínica, por ejemplo, que serán recetados por un psiquiatra según el tipo de tic, su gravedad y síntomas. que están presentes.producción.
La psicoterapia también está indicada para el tratamiento de los tics, ya que es una técnica cognitivo-conductual más comúnmente utilizada a través de la Intervención Conductual Integral para el Tratamiento de los Tics y el Manual Escandinavo. Esta terapia puede ser sesiones individuales o grupales dirigidas a tolera y, en algunos casos, casos, inhibe los tics.