La presencia de flema es un signo que indica un cambio en el sistema respiratorio. Las causas más comunes son las alergias respiratorias, los resfriados o la gripe, que provocan una flema clara o blanquecina.
Sin embargo, el color de la flema puede variar, sobre todo cuando existe algún tipo de infección y puede tornarse más amarillenta o verdosa. La flema también puede ir acompañada de sangre y puede ser roja o rosada.
Independientemente del color, lo mejor es consultar a un médico generalista o neumólogo para identificar la causa y comenzar el tratamiento más adecuado, especialmente cuando hay otros síntomas acompañantes como fiebre, dificultad para respirar o dificultad para respirar, por ejemplo.
Estos son los colores principales de la flema y lo que pueden significar:
1. Flema blanca o grisácea
Este tipo de flema suele ser un signo de inflamación del tracto respiratorio superior, pero también puede ocurrir durante la gripe o la sinusitis, cuando los senos paranasales se llenan mucho y comienzan a drenar hacia la garganta.
En casos raros, esta coloración puede ocurrir cuando se tiene una ingesta alta de productos lácteos o sus derivados, lo que hace que la flema sea más espesa y blanquecina cuando se retira.
Hacer: Se deben ingerir alrededor de 2 litros de agua al día para eliminarla, y en caso de que no mejore, se debe consultar a un médico de cabecera para iniciar el tratamiento adecuado del problema causante de la flema.
En caso de gripe, el tratamiento se realiza con el fin de aliviar los síntomas, se recomienda el uso de paracetamol o ibuprofeno, por ejemplo. La sinusitis también se puede tratar de esta manera, pero su médico también puede recomendar el uso de corticosteroides o antibióticos según la causa de la sinusitis.
2. Flema roja o sanguinolenta
Cuando aparece una pequeña cantidad de sangre en la flema, generalmente es un signo de bronquitis, pero cuando hay mucha sangre en la flema puede indicar problemas más graves como tuberculosis, neumonía o cáncer de pulmón. Obtenga más información sobre qué es la bronquitis.
Hacer: Se debe consultar a un neumólogo para realizar pruebas diagnósticas como radiografías para identificar el problema e iniciar el tratamiento adecuado, generalmente con broncodilatadores en caso de bronquitis o antibióticos en caso de tuberculosis, y hacerlo bajo indicación médica.
3. Flema marrón o negra
Los fumadores y trabajadores en áreas altamente contaminadas como minas o canteras suelen presentar flemas marrones o negras debido a la presencia de partículas como alquitrán o resina. Además, la flema marrón puede ocurrir debido a la ingestión de ciertos alimentos como el chocolate, el café o el vino tinto.
Hacer: Se recomienda evitar lugares con mucho polvo o mucha contaminación, así como dejar de fumar.
4. Flema amarilla, naranja o verde
Estos colores suelen aparecer cuando hay neutrófilos en las vías respiratorias, que son las células de defensa del cuerpo que producen una proteína verde que se disuelve en la flema. De esta forma, este tipo de flema puede indicar una infección en los senos nasales o tracto respiratorio, como faringitis o neumonía.
Vea otros signos que puedan indicar una infección pulmonar.
Hacer: Se debe consultar a un neumólogo o médico general para identificar el tipo de infección que causa la flema e iniciar el tratamiento antibiótico adecuado.
5. Flema rosada
La tos con flema rosada es una indicación de líquido en los pulmones y es muy común en problemas cardíacos como la insuficiencia cardíaca, en la que la sangre se acumula alrededor de los pulmones y hace que el líquido ingrese a los pulmones.
Hacer: en este caso es importante consultar a un neumólogo o cardiólogo para el tratamiento del problema provocado por la flema rosada, que se puede realizar mediante la ingestión de diuréticos como Furosemida, en caso de problemas cardíacos.
¿Qué puede indicar la consistencia de la flema?
La flema normal y saludable generalmente tiene una consistencia fluida y, por lo tanto, el cuerpo la reabsorbe fácilmente y no dificulta la respiración.
Sin embargo, la flema puede ser más espesa en situaciones como:
- Estar en un ambiente muy seco, como una habitación con aire acondicionado;
- No beba suficiente agua durante el día;
- Tiene alergia respiratoria, por ejemplo, al polen o al polvo;
- Tomar medicamentos que puedan secar las secreciones como antidepresivos, antihistamínicos o descongestionantes nasales.
Además, la flema se espesa durante los resfriados o la gripe, pero cualquier otra infección puede dar ese resultado. Esto se debe a que el cuerpo tiene más trabajo que hacer para eliminar los virus y las bacterias, dejando la flema más seca, por lo que es importante que el cuerpo esté hidratado para funcionar correctamente.
Por tanto, para eliminar la flema densa, es muy importante beber unos 2 litros de agua al día, las nebulizaciones deben hacerse con agua o solución salina porque ayuda a diluir las secreciones, lo que facilita su eliminación. Además, existen algunos remedios caseros con propiedades expectorantes que ayudan a eliminar las flemas. Vea cómo eliminar la flema de forma natural.