El surfactante pulmonar es un líquido producido por el organismo que tiene la función de facilitar el intercambio de gases respiratorios en los pulmones. Su acción permite que los alvéolos pulmonares, que son los pequeños sacos responsables de este intercambio de gases, permanezcan abiertos durante la respiración, a través de la tensión, lo que facilita la entrada de oxígeno al torrente sanguíneo.
Es posible que muchos bebés prematuros no produzcan suficiente surfactante pulmonar para garantizar una respiración eficiente y, por lo tanto, pueden desarrollar el síndrome de dificultad respiratoria, lo que provoca una falta de aire grave.
Afortunadamente, existe un medicamento llamado surfactante exógeno que imita la sustancia natural del cuerpo y ayuda a su bebé a respirar hasta que pueda producirlo por sí mismo. Este medicamento se puede administrar en la primera hora después de que nazca el bebé para un resultado más rápido, a través de un tubo directo a los pulmones.
Funciones tensioactivas
La función principal del surfactante pulmonar es formar una capa de película que permita la apertura adecuada de los alvéolos pulmonares y permita respirar a través de:
- Mantenimiento de la apertura alveolar;
- Reducción de la fuerza necesaria para la expansión de los pulmones;
- Estabilización del tamaño de los alvéolos.
De esta forma, los pulmones están siempre activos y son capaces de realizar los cambios de gases de forma adecuada.
¿Qué causa una deficiencia de surfactante?
El surfactante se produce durante la maduración de los pulmones del bebé, aún en el útero, después de aproximadamente 28 semanas de embarazo. Por lo tanto, es posible que los bebés prematuros nacidos antes de este período aún no puedan producir suficiente cantidad de esta sustancia, que causa el síndrome de dificultad respiratoria.
Esta enfermedad, también conocida como síndrome de la membrana hialina o síndrome de dificultad respiratoria, provoca, como su nombre lo indica, dificultad para respirar, respiración acelerada, dificultad para respirar y labios y dedos azulados, que incluso pueden ser fatales.
En estos casos, el pediatra puede indicar la dosis de surfactante exógeno para el recién nacido, que puede ser natural, de origen animal o sintético, que puede reemplazar la función del surfactante producido en los pulmones y permitir una respiración adecuada.