La sinovitis es una inflamación de la membrana sinovial, el tejido que recubre el interior de algunas articulaciones, por lo que la sinovitis puede ocurrir en el pie, tobillo, rodilla, cadera, brazo, muñeca, codo u hombro.
En esta enfermedad, la membrana sinovial, que se encarga de producir líquido sinovial, se espesa y estimula la aparición de múltiples vasos sanguíneos, provocando hemorragias en la articulación.
Esta situación puede ocurrir debido a un trauma, que puede ser producto de una caída o accidente, o en algunos casos puede ocurrir como parte de una enfermedad como el reumatismo o la gota. El uso excesivo, como puede ocurrir durante muchas tareas repetitivas, en plantas de montaje, por ejemplo, no provoca sinovitis pero agrava sus síntomas.
Tipos de sinovitis
Un ortopedista puede clasificar la sinovitis de la siguiente manera:
- Sinovitis congénitaocurre cuando hay un pequeño tejido llamado «envoltura» que forma un pliegue dentro de la rodilla;
- Sinovitis traumática– ocurre después de una caída, accidente, esguince, fractura u operación;
- Sinovitis reumatoide: se asocia con artritis reumatoide u otras enfermedades tales como sinovitis celular pigmentada, sinovitis cristalina, hemofilia o condromatosis sinovial;
- Sinovitis infecciosa: se produce por la presencia de hongos o bacterias en el interior de la articulación.
La sinovitis también se puede clasificar como sinovitis aguda, que es cuando los síntomas aparecen poco después y se asocian con un accidente o caída, por ejemplo, y la sinovitis crónica, cuando los síntomas persisten por más de 12 semanas, asociada a enfermedades como la artritis reumatoide, por ejemplo.
La sinovitis de rodilla es una de las situaciones más comunes, que causa dolor, malestar e hinchazón de la articulación. Obtenga más información sobre las causas de la sinovitis de la rodilla.
¿Cómo saber si es sinovitis?
La sinovitis se manifiesta a través de síntomas como:
- Aumento de la temperatura en la muñeca, que se puede sentir al tacto;
- Dolor al mover la articulación afectada;
- El área puede ser rojiza;
- Puede haber una ligera inflamación local;
- Dificultad para mover la muñeca y la extremidad afectada debido a dolor o inflamación.
El médico puede concluir que la articulación está inflamada por los síntomas presentados, pero solo una punción de la articulación para obtener una muestra de líquido puede confirmar su gravedad. Sin embargo, las radiografías y la ecografía también pueden resultar útiles. Por lo tanto, normalmente, el médico prescribe pruebas para confirmar la enfermedad y sugiere tomar medicamentos antiinflamatorios para aliviar los síntomas. En caso de que los síntomas persistan por más de 15 días y comprometan las actividades diarias de la persona, se recomienda fisioterapia.
Aunque cualquier persona puede desarrollar sinovitis, es más común en personas con artritis reumatoide y artritis reumatoide juvenil, personas que trabajan con muchos movimientos repetitivos y personas que practican deportes que entrenan más de 1 hora al día, más de 5 días a la semana. .
Tratamientos para la sinovitis
La primera opción para el tratamiento de la sinovitis es el resto de la articulación, pero no en todos los casos es necesario inmovilizar, basta con que la persona tenga cuidado de no mover la articulación afectada, ahorrando esfuerzo. Cuando se detecta líquido sinovial, su médico puede realizar una punción para eliminar el líquido comprometido, lo que le ayudará a recuperarse más rápido.
Para complementar el tratamiento de la sinovitis, se deben realizar sesiones de fisioterapia, tomando medicamentos antiinflamatorios y el uso de ungüentos antiinflamatorios. En los casos más graves, se puede utilizar una operación llamada artroscopia para extirpar parte del tejido sinovial. Obtenga más información sobre la artroscopia de hombro.
1. Medicamentos
Los medicamentos para la sinovitis pueden incluir medicamentos antiinflamatorios como la aspirina, analgésicos como el acetaminofén y corticosteroides. La aplicación de un ungüento de diclofenaco puede ser una buena opción para aliviar el dolor.
2. Compresa fría
Poner agua fría o compresas de hielo en la articulación afectada es una buena opción para combatir la hinchazón y aliviar el dolor.
3. Fisioterapia
La fisioterapia se puede realizar de 2 a 3 veces por semana, pudiendo ser crioterapia y equipos como ultrasonido, electroestimulación, láser y onda corta, por ejemplo. El tratamiento debe ser dirigido por el mismo fisioterapeuta a su discreción personal. También pueden estar indicados ejercicios de movilización y estiramiento. En la última fase de recuperación, se recomiendan ejercicios para fortalecer los músculos alrededor de la articulación.
4. Pinchazo
El médico puede extraer algo del líquido sinovial para inflar la articulación, lo que alivia los síntomas y ayuda a la recuperación. Sin embargo, este tipo de tratamiento está indicado solo en casos severos cuando la articulación está muy hinchada e hinchada.
5. Uso de corticosteroides
Además de eliminar el líquido sinovial, su médico puede administrarle una inyección en la articulación que contiene un corticosteroide, como la cortisona, un poderoso medicamento antiinflamatorio que alivia rápidamente los síntomas.