¿Qué es la necartrosis cervical, síntomas principales y tratamiento?

La necoartrosis es una condición que resulta de los cambios provocados por la osteoartritis en la columna cervical, en la que los discos intervertebrales pierden su elasticidad por pérdida de agua y nutrientes, volviéndose más delgados y menos resistentes al movimiento, lo que facilita su rotura.

Estos cambios que ocurren en los discos intervertebrales provocan reacciones óseas en las vértebras adyacentes, provocando la formación de picos de loro, que es una especie de defensa del cuerpo, que estimula el crecimiento óseo para hacer que la columna sea más resistente.

Este hueso «extra» tiende a conectar las vértebras, presionando partes delicadas de la columna, como la médula espinal y los nervios, provocando hipertrofia de los ligamentos y otras articulaciones de la columna.

¿Cuales son los sintomas?

Los síntomas más comunes que pueden presentarse en personas con osteoartritis cervical son: dolor, hormigueo en los brazos, debilidad y temblor muscular y dificultad para mover el cuello debido a la pérdida de rango articular en la región cervical.

Posibles Causas

Entre las causas que pueden tener su origen en la neoartritis cervical se encuentran: factores genéticos y hereditarios, lesiones en la región, tabaquismo, envejecimiento, ocupación o aficiones que impliquen movimientos repetitivos o trabajo duro o sobrepeso; lo que puede ejercer una presión adicional sobre la columna vertebral y provocar un desgaste prematuro.

Cual es el diagnostico?

Para diagnosticar la enfermedad, el médico puede realizar un examen físico y hacer preguntas específicas a la persona para comprender qué signos y síntomas está sintiendo.

Incluso puedes recurrir a pruebas como radiografías, tomografía computarizada, resonancia magnética o electromiografía, por ejemplo.

Cómo se realiza el tratamiento

Generalmente, el tratamiento es con analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares, pudiendo incluso complementarse con suplementos de sulfato de glucosamina y sulfato de condroitina, que ayudan a fortalecer las articulaciones. Aprenda cómo funcionan la glucosamina y la condroitina y cómo tomarlas.

Además, la persona debe permanecer en reposo el mayor tiempo posible, pudiendo incluso el médico recomendar sesiones de osteopatía o fisioterapia. El ejercicio físico moderado también puede ser útil si se realiza bajo la guía de un profesional calificado, como un fisioterapeuta, un profesor de educación física o un fisiatra.

En casos más graves, donde hay compresión de la médula espinal o las raíces nerviosas, su médico puede recomendar una cirugía para liberar estas estructuras nerviosas y estabilizar la columna.

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