¿Qué es la mielitis transversa, síntomas y tratamiento?

La mielitis transversa, o simplemente mielitis, es una inflamación de la médula espinal que puede ocurrir como resultado de una infección viral o bacteriana o como resultado de enfermedades autoinmunes, dando lugar a signos y síntomas neurológicos, y puede tener un compromiso motor o capacidad sensible. ., por ejemplo.

De esta forma, los principales signos y síntomas de la mielitis transversa se manifiestan por afectación de la médula ósea, que puede resultar en parálisis muscular, así como dolor de espalda, debilidad muscular, disminución de la sensibilidad y parálisis de brazos y / o manos. o pies. .

El tratamiento de la mielitis tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de la persona, por lo que el neurólogo puede indicar la realización de un tratamiento específico para la causa subyacente, que puede complementarse con sesiones de fisioterapia, pues de esta forma es posible estimular el movimiento de músculos y evitar la parálisis.

Los síntomas de la mielitis transversa

Los primeros síntomas de la mielitis transversa pueden empeorar en horas o días. Estos generalmente incluyen:

  • Dolor en la columna, especialmente en la zona lumbar;
  • Sensación de hormigueo o ardor en el pecho, abdomen, piernas o brazos;
  • Debilidad en los brazos o piernas;
  • La cabeza está inclinada hacia adelante y es difícil tragar.
  • Dificultad para retener la orina o las heces.

Una vez que la mielitis ha invadido la vaina de mielina de las células nerviosas, la transmisión de los impulsos nerviosos se interrumpe con el tiempo y, por lo tanto, es común que los síntomas empeoren, se vuelvan más intensos y conduzcan a la parálisis.

Cuando la parte afectada de la columna está más baja, la persona puede perder los movimientos de las piernas, y cuando la zona afectada está cerca del cuello, la persona puede perder los movimientos del hombro y los brazos, por ejemplo. En los casos más graves, puede haber dificultad para respirar y tragar, lo que requiere hospitalización.

Por ello, siempre que existan síntomas que puedan indicar un problema en la columna, es muy importante consultar a un médico para diagnosticar la enfermedad e iniciar el tratamiento antes de que aparezcan lesiones de difícil resolución. En esta situación, es normal que la persona sea derivada a un neurólogo tras el diagnóstico.

Cómo confirmar el diagnóstico

Para diagnosticar la mielitis transversa, se debe consultar a un médico generalista o neurólogo cuando se sospeche un problema espinal. Además de evaluar los síntomas y el historial médico, su médico puede ordenar algunas pruebas de diagnóstico como resonancia magnética, punción lumbar y varios análisis de sangre para ayudar a descartar otras enfermedades.

Razones principales

La mielitis transversa es una situación poco común que puede ocurrir como consecuencia de algunas situaciones, como

  • Infecciones virales, especialmente en los pulmones (Mycoplasma pneumoniae) o en el sistema digestivo;
  • Enterovirus, como EV-A71 y EV-D68;
  • Infecciones parasitarias como toxoplasmosis o cisticercosis;
  • Esclerosis múltiple;
  • Neuromielitis óptica;
  • Enfermedades autoinmunes como el lupus o el síndrome de Sjгенrgen.

Aunque es muy raro, ha habido informes de mielitis transversa después de la vacunación contra la hepatitis B o contra el sarampión, las paperas y la rubéola. Además, ha habido informes del desarrollo de síntomas de mielitis transversa en una persona que recibe la nueva vacuna experimental contra el coronavirus, o SARS-KOV-2 / SOVID-19, pero esta relación aún no se ha estudiado, ni tampoco la eficacia de la vacuna.

cual es el tratamiento

El tratamiento de la mielitis varía mucho de un caso a otro, pero generalmente comienza con el uso de medicamentos para prevenir posibles infecciones, reducir la hinchazón de la médula espinal y aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida. Algunos de los medicamentos más utilizados incluyen:

  • Corticosteroides inyectables como metilprednisolona o dexametasona: reduce rápidamente la inflamación de la médula espinal y reduce la respuesta del sistema inmunológico, aliviando los síntomas;
  • Plasmaféresis: Se utiliza en personas que no muestran mejoría con la administración de corticosteroides y actúa eliminando el exceso de anticuerpos que pueden provocar hinchazón de la médula ósea;
  • Antivirus– para el tratamiento de cualquier posible infección viral que esté activa y dañe la médula espinal;
  • Analgésicos como acetaminofén o naproxeno: para aliviar el dolor muscular y cualquier otro tipo de dolor que pueda presentarse.

Después de la terapia inicial, y cuando los síntomas estén más controlados, el médico puede recomendar sesiones de fisioterapia para ayudar a fortalecer los músculos y la coordinación del ejercicio, que pueden verse afectados por la enfermedad.

En algunos casos, puede ser necesario realizar algunas sesiones de terapia ocupacional para que la persona aprenda a realizar las actividades diarias con nuevas limitaciones que puedan surgir debido a la enfermedad.

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