¿Qué es el suero, síntomas, causas y tratamiento?

El suero es una complicación que puede ocurrir después de cualquier cirugía, caracterizada por la acumulación de líquido debajo de la piel, cerca de la cicatriz quirúrgica. Esta acumulación de líquido es más común después de operaciones que han implicado cortar y manipular la piel y el tejido graso, como la cirugía plástica como abdominoplastia, liposucción, cirugía de mama o cesárea, por ejemplo, como consecuencia de una inflamación. causado por el procedimiento y las reacciones de defensa del cuerpo.

El suero pequeño se puede reabsorber de forma natural a través de la piel, resolviéndose después de aproximadamente 10 a 21 días, pero en algunos casos, el médico deberá realizar una punción con aguja. Para disminuir esta complicación, está indicado el uso de vendajes o compresas compresivas después de la cirugía, además de cuidados para facilitar la cicatrización. Aprenda a cuidar una cicatriz de cesárea.

Los principales signos y síntomas.

El suero se puede identificar por los siguientes signos y síntomas:

  • Fuga clara o transparente de líquido de la cicatriz;
  • Hinchazón local;
  • Levantamiento de piel suave al tacto en el lugar de la cicatriz;
  • Dolor en la región de la cicatriz;
  • Piel rojiza y fiebre alrededor de la cicatriz.

Además, puede haber una decoloración rojiza o marrón cuando el suero se mezcla con la sangre, lo cual es más común inmediatamente después de la cirugía y tiende a aclararse a medida que continúa la curación.

Tan pronto como se noten signos de suero, es importante consultar a un médico para que se pueda realizar una evaluación y, dependiendo de la gravedad, se pueda iniciar el tratamiento.

Cuando aparece el suero

El suero suele aparecer durante la primera y segunda semanas después de la cirugía y es el resultado de la acumulación de líquido en el espacio muerto entre las capas de la piel. Una vez que aparecen los síntomas de un suero, es necesario hablar con un cirujano que evaluará la necesidad de cualquier tratamiento.

Cuando el suero no se trata, la acumulación de líquido que no se ha eliminado puede endurecerse, formando una suero encapsulado, dejando la cicatriz poco estética. Además, el tratamiento también es importante porque el suero puede infectarse, formando un absceso en la cicatriz, con liberación de pus, que luego debe tratarse con antibióticos.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento del seroma solo es necesario cuando hay una gran acumulación de líquido o si se presenta dolor, porque en casos más leves, el cuerpo puede reabsorber el exceso de líquido. Sin embargo, cuando es necesario, el tratamiento se realiza extrayendo el líquido con una aguja o jeringa o colocando un drenaje quirúrgico, que es un pequeño tubo que se inserta en la piel directamente al suero, permitiendo que el líquido drene. Obtenga más información sobre para qué sirve y cuál es el cuidado de un drenaje quirúrgico.

Si es necesario aliviar el dolor, su médico puede recetarle analgésicos y antiinflamatorios como el paracetamol o el ibuprofeno, por ejemplo.

El tratamiento del suero encapsulado es más complicado y puede requerir corticosteroides o cirugía para eliminarlo. La ultracavitación también es un método que se puede utilizar porque se basa en ultrasonidos de alta potencia, que pueden llegar a la región a tratar y formar reacciones que estimulan la eliminación de líquidos.

En los casos en que el suero está infectado, el tratamiento suele consistir en antibióticos recetados por un médico. En el caso del suero encapsulado, su médico puede recomendar una cirugía para eliminar el líquido y hacer que la cicatriz sea más hermosa.

Opciones de inicio

El objetivo del tratamiento en el hogar es prevenir la aparición del suero y combatirlo tan pronto como aparezcan los primeros signos. Una de las opciones domiciliarias es el uso de cinturones, que dependerá del tipo de cirugía, generalmente está indicado para cirugías abdominales y cesáreas. Aprenda a recuperarse más rápido de una cesárea.

Además, es importante preguntarle a su médico acerca de los apósitos o ungüentos que se pueden aplicar a la cicatriz, ya que aceleran el proceso de cicatrización y reducen la inflamación que suele ocurrir después de la cirugía. También es importante ingerir alimentos que estimulen y faciliten la curación, como naranjas, piñas y zanahorias, por ejemplo. Vea la lista completa de alimentos que aceleran la curación.

¿Qué puede causar el seroma?

Los sueros pueden aparecer después de cualquier cirugía, dependiendo de cómo se recupere el cuerpo de cada persona. Sin embargo, este problema es más común en:

  • Cirugías extensas, como la extirpación de mamas para el cáncer;
  • Casos que requieren drenaje después de la cirugía. Consulte el cuidado de los drenajes quirúrgicos;
  • Operaciones que causan lesiones a diferentes tipos de tejidos;
  • Personas con antecedentes de seroma.

Aunque es una complicación bastante común, se puede evitar con un simple cuidado, como usar un cinturón sobre el sitio de la cicatriz y evitar el ejercicio intenso sin receta médica.

Además, en los casos en que existe un mayor riesgo de desarrollar seroma, el médico generalmente establece un drenaje quirúrgico durante la cirugía para que el líquido acumulado pueda drenar a medida que cicatriza la herida.

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