El prolapso rectal ocurre cuando la parte interna del recto, que es la última región del intestino, sobresale a través del ano para que sea visible fuera del cuerpo. Según la gravedad, el prolapso se puede dividir en dos tipos principales:
- Prolapso rectal parcial: cuando solo queda expuesta la mucosa del intestino, y en estos casos el prolapso puede ser imperceptible;
- Prolapso rectal total: cuando todas las capas sobresalen por el ano, mostrando una gran parte del recto fuera del cuerpo.
Esta condición es más común en personas mayores de 60 años, siendo la debilidad del músculo anal la principal causa debido al envejecimiento, pero también puede ocurrir debido a un esfuerzo intenso para evacuar, estreñimiento o infección por Trichuris Trichiura. .
Cuando ocurre en niños, especialmente en los menores de 3 años, el prolapso generalmente ocurre debido a la debilidad de los músculos y ligamentos que sostienen los intestinos, que pueden no estar adheridos adecuadamente a la pared abdominal.
El prolapso rectal tiene cura y su tratamiento implica regular la función intestinal y volver a insertar el recto en el ano mediante cirugía. En los niños, es común que haya una mejoría espontánea con el crecimiento, guiada ya sea por compresión entre los glúteos o por inserción manual por un proctólogo.
Recuerde que el prolapso rectal no debe confundirse con hemorroides. En el caso del prolapso rectal, el final del intestino se puede ver fuera del cuerpo a través del ano, mientras que las hemorroides ocurren cuando las venas del intestino se dilatan y sobresalen. Vea cómo identificar las hemorroides y qué hacer.
Principales síntomas
El prolapso rectal generalmente se puede identificar al observar tejido rojo oscuro en forma de tubo húmedo fuera del ano.
Sin embargo, otros síntomas que también pueden ocurrir incluyen:
- Dolor abdominal;
- Sensación de masa en el ano;
- Ardor, sangrado, malestar y sensación de pesadez en el ano;
- Dificultad para defecar y sensación de evacuación incompleta.
El proctólogo es el médico que diagnostica esta afección mediante un examen proctológico que muestra prolapso del ano. En algunos casos, se pueden solicitar pruebas como colonoscopia, sigmoidoscopia o radiografías con contraste para facilitar la confirmación y controlar la extensión del problema.
Cuales son las razones
El prolapso rectal suele ocurrir en animales extremos, ancianos o niños, y las principales causas son:
- Estreñimiento;
- Intensivos esfuerzos de evacuación;
- Debilidad de los músculos del ano;
- Infección intestinal por el parásito Trichuris trichiura;
- Malformaciones del colon;
- Pérdida excesiva de peso.
Además, el prolapso puede ocurrir siempre que haya un cambio en la anatomía de la región debido a una cirugía, parto, lesión o debido a enfermedades como agrandamiento de la próstata o malformaciones del intestino.
Prolapso rectal en bebés
El prolapso rectal infantil es común en niños hasta los 3 años de edad, debido a que los músculos y ligamentos que sostienen el recto están formados y aún no están firmemente adheridos a la pared abdominal, porque cuando un niño tiene diarrea frecuente, el recto prolapso de la pared.
En este caso, el tratamiento del prolapso rectal en un niño consiste simplemente en volver a insertar el recto, ya que a medida que el niño crece, el recto quedará bien fijado a la pared. Además, puede estar asociado con infecciones o falta de absorción de nutrientes y estreñimiento persistente.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para el prolapso rectal implica comprimir las nalgas para intentar volver a insertar el recto en el ano; si es necesario, este procedimiento de inserción rectal manual lo realiza un proctólogo.
En los casos en que el prolapso rectal es causado por estreñimiento, el tratamiento incluye laxantes, esfuerzos de evacuación reducidos, mayor ingesta de alimentos ricos en fibra y una ingesta de aproximadamente 2 litros de agua por día para reducir el esfuerzo de evacuación. e intenta evitar que el problema vuelva a ocurrir.
La cirugía para el prolapso rectal también es una opción, pero está indicada solo como último recurso y en caso de prolapso rectal frecuente. Porque en la operación, parte del recto se puede quitar o fijar al sacro o parte de él se puede quitar para eliminar este problema.