El impétigo es una infección cutánea extremadamente contagiosa causada por bacterias que provocan pequeñas llagas que contienen pus y una costra dura que puede ser dorada o de color miel.
El tipo más común de impétigo es el nebuloso, en cuyo caso las llagas siempre aparecen dentro de la nariz y alrededor de los labios, pero aparecen otros tipos de impétigo en manos o pies y pies.
Principales síntomas
Hay varios tipos de impétigo que tienen características y síntomas ligeramente diferentes:
1. Impétigo nebuloso o contagioso
- Heridas parecidas a picaduras de mosquitos;
- Pequeñas lesiones cutáneas con pus;
- Heridas que evolucionan a costras doradas o color miel.
Este es el tipo de enfermedad más común y generalmente toma alrededor de 1 semana para que aparezcan todos los síntomas, especialmente en las áreas alrededor de la nariz y la boca.
2. Impétigo bulloso o bulloso
- Pequeñas picaduras rojas similares a picaduras;
- Lesiones que se desarrollan rápidamente, convirtiéndose en ampollas con un líquido amarillento;
- Picazón y enrojecimiento de la piel alrededor de las ampollas;
- Aparición de costras amarillas;
- Fiebre superior a 38º C, malestar general y falta de apetito.
El impétigo bulloso es el segundo tipo más común y se desarrolla en los brazos, piernas, pecho y abdomen, y es raro en la cara.
3. Ectima o impétigo profundo
- Heridas abiertas con pus;
- Aparición de grandes costras amarillentas;
- Enrojecimiento alrededor de las costras.
Este es el tipo de impétigo más grave porque afecta las capas más profundas de la piel, especialmente los pies y las piernas. Así, el tratamiento dura más y puede dejar pequeñas cicatrices en la piel.
Que causa el impétigo
El impétigo es causado por las bacterias Streptococcus pyogenes o Staphylococcus aureus, que afectan las capas más superficiales de la piel, y aunque cualquier persona puede desarrollar la enfermedad, es más común en situaciones donde el sistema inmunológico está más débil. Por esta razón es más común en niños, ancianos y personas con enfermedades autoinmunes.
Por lo general, estas bacterias viven en la piel, pero las picaduras de insectos, los cortes o los rasguños pueden hacer que alcancen las capas más profundas de la piel y provoquen una infección.
Como se transmite
Esta enfermedad de la piel es muy contagiosa porque las bacterias se transmiten fácilmente a través del contacto con el pus liberado por las lesiones. Por lo tanto, se recomienda que el niño o adulto se quede en casa hasta 2 días después de comenzar el tratamiento para evitar infectar a otras personas.
Además, es muy importante tener cuidado durante el tratamiento como:
- No comparta sábanas, toallas u otros elementos que entren en contacto con la zona afectada;
- Mantenga las heridas cubiertas con gasa o ropa limpia;
- Evite tocar o perforar heridas, lesiones o sarna;
- Lávese las manos con frecuencia, especialmente antes de ponerse en contacto con otras personas.
Además de esto, es muy importante que los bebés y los niños los dejen jugar solo con juguetes lavables, ya que las bacterias permanecen en la superficie de los juguetes. Por esta razón, es muy importante enjuagarse dentro de las 48 horas posteriores al inicio del tratamiento para evitar la recurrencia de la infección.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de esta enfermedad debe ser dirigido por un pediatra, en lactantes y niños o un dermatólogo en adultos, pero generalmente se realiza aplicando pomada antibiótica sobre la lesión.
En algunos casos, puede ser necesario ablandar las costras con agua tibia antes de aplicar la pomada para potenciar los efectos del tratamiento. En los casos en que el tratamiento no surte efecto, su médico puede ordenar pruebas de laboratorio para identificar el tipo de bacteria que causa la enfermedad y cambiar el antibiótico utilizado si es necesario. Obtenga más información sobre el tratamiento del impétigo.