La proteína C reactiva, también conocida como PCR, es una proteína producida por el hígado que está presente en la sangre y aumenta su concentración cuando hay un proceso inflamatorio o infeccioso en el cuerpo, que es uno de los primeros indicadores de cambio en una análisis de sangre antes de estas situaciones.
Este indicador se usa ampliamente para evaluar la posibilidad de infección o un proceso inflamatorio invisible, como apendicitis, aterosclerosis o sospecha de infecciones virales y bacterianas, por ejemplo. Sin embargo, la PCR también se puede utilizar para evaluar el riesgo de una persona de desarrollar una enfermedad cardiovascular, porque cuanto mayor es, mayor es el riesgo de padecer este tipo de enfermedad.
Para qué sirve
Esta prueba no indica qué tipo de inflamación o infección tiene la persona. Sin embargo, el médico lo utiliza como indicador en determinadas circunstancias, principalmente en el hospital cuando existe sospecha de enfermedad o procesos inflamatorios. Por tanto, un aumento de sus valores indica que el organismo está combatiendo un agente agresivo, lo que puede reflejarse en un aumento de glóbulos blancos en la hematología de la sangre.
Por tanto, el valor de la PCR siempre debe ser analizado por el médico que solicitó la prueba, ya que puede solicitar otras pruebas además de valorar la historia clínica de la persona para saber cuál es el diagnóstico correcto.
Valores normales de PCR
El valor de referencia de CRP puede variar según el laboratorio donde se realizó la prueba. En general, en términos de riesgo cardiovascular, los valores que indican la posibilidad de desarrollar enfermedad cardíaca son:
- Muy alto riesgo: por encima de 10 mg / L o 1 mg / dL;
- Alto riesgo: 2,0 mg / L o 0,2 mg / dL;
- Riesgo medio: entre 1.0 y 2.0 mg / L o 0.1 y 0.2 mg / dL;
- Riesgo bajo: menos de 1.0 mg / L o 0.1 mg / dL.
En el caso de la inflamación de fase aguda, se considera inflamación cuando los niveles de PCR son iguales o superiores a 10 mg / L o 1 mg / dL.
Se pueden observar niveles bajos de proteína C reactiva en ciertas situaciones, como personas que han perdido mucho peso, han hecho ejercicio, bebieron alcohol y usaron ciertos tipos de medicamentos, lo cual es importante para que el médico identifique la causa. .
La interpretación del resultado debe ser realizada por el médico, ya que para realizar un diagnóstico se deben analizar en conjunto todas las pruebas requeridas, lo que permitirá identificar la causa del aumento o disminución de la PCR.
Lo que significa PCR alta
La proteína C reactiva alta ocurre en la mayoría de los procesos inflamatorios en el cuerpo humano y puede estar asociada con una variedad de situaciones como la presencia de virus, hongos, bacterias, problemas hepáticos, enfermedades cardiovasculares, VPH, reumatismo o cáncer.
En algunos casos, los valores de PCR pueden indicar la gravedad de la inflamación o la infección:
- Valores entre 3.0 y 10.0 mg / L: suelen indicar inflamación leve, infecciones leves como gingivitis, gripe o resfriado;
- Valores entre 10.0 y 40.0 mg / L: generalmente indican infecciones más graves y moderadas, como varicela, SOVID-19 u otras infecciones respiratorias;
- Valores superiores a 40,0 mg / L: generalmente indica una infección bacteriana;
- Valores superiores a 200,0 mg / L: puede indicar septicemia, una situación tan grave que puede poner en riesgo la vida de una persona.
Un aumento de esta proteína también puede indicar una enfermedad crónica, por lo que su médico deberá solicitar otras pruebas para tratar de averiguar qué pudo haber causado el aumento en el torrente sanguíneo, ya que la PCR por sí sola no puede diagnosticar la enfermedad.
Conoce los principales síntomas de la inflamación.
Qué hacer cuando la PCR es alta
Después de confirmar los valores de PCR, el médico debe evaluar el resultado de las otras pruebas requeridas, así como evaluar al paciente teniendo en cuenta los síntomas que presenta. Por tanto, desde el momento en que se identifica la causa, se debe iniciar el tratamiento adecuado.
Cuando un paciente muestra solo malestar general sin ningún otro síntoma específico, el médico puede ordenar otras pruebas como la presencia de marcadores tumorales o tomografía computarizada, por ejemplo, para determinar si existe riesgo de que el cambio sea provocado por un cáncer.
Cuando los niveles de PCR están por encima de 200 mg / L, es normal que una persona permanezca hospitalizada para recibir antibióticos por vía intravenosa. Los niveles de PCR comienzan a aumentar 2 días después del inicio de la infección y tienden a disminuir cuando comienza a tomar antibióticos. Si los niveles de PCR no disminuyen 2 días después de tomar el medicamento, el médico debe usar otra estrategia para tratar el problema.
Cuándo pedir una prueba de PCR
Su médico puede ordenar una prueba de proteína C reactiva como una de las pocas pruebas ordenadas para confirmar enfermedades inflamatorias, como enfermedades autoinmunes, infecciones causadas por bacterias u hongos, cáncer, enfermedades pulmonares, enfermedades neurológicas, artritis, entre otras. .
Además de esto, puede preguntar y evaluar si el tratamiento actual es efectivo o no, de esta manera el médico puede considerar si continuar con la dosis o hacer un cambio en el plan de tratamiento.
Qué prueba de PCR ultrasensible
Un médico requiere una prueba de PCR ultrasensible cuando quiere evaluar el riesgo de una persona de tener problemas cardiovasculares, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral. En este caso, la prueba se requiere cuando la persona está sana, sin síntomas obvios o infección. Esta prueba es más específica y logra detectar cantidades mínimas de PCR en la sangre.
Si un individuo aparentemente está sano y tiene valores altos de PCR ultrasensible, corre el riesgo de desarrollar enfermedad arterial periférica, sufrir un infarto o un ictus, por lo que debe comer adecuadamente y practicar actividad física regular para reducir este riesgo.
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Estudios adicionales sobre PCR
Debido a que la prueba de PCR en sí no es diagnóstica, es decir, debe correlacionarse con los signos y síntomas que presenta la persona, el médico puede utilizar otros estudios para lograr un diagnóstico certero, entre los estudios se encuentran la radiografía, la tomografía computarizada. (CT), resonancia magnética (MRI), ultrasonido, análisis de sangre como biometría química, hemocultivos, gases en sangre arterial, por ejemplo.