Una erección dolorosa y persistente, científicamente conocida como priapismo, es una situación de emergencia que puede ocurrir como una complicación del uso de ciertos medicamentos o trastornos sanguíneos, como la coagulación, la anemia de células falciformes o la leucemia, por ejemplo.
Debido a que este cambio provoca una erección que no desaparece, se pueden producir lesiones en el pene por exceso de sangre, lo que requiere tratamiento hospitalario inmediato.
En general, un hombre logra recuperarse por completo sin ninguna consecuencia, sin embargo, es importante buscar atención médica inmediata lo antes posible para evitar lesiones.
Principales síntomas
Los síntomas pueden variar según el tipo de priapismo, y el más peligroso es el priapismo isquémico, que provoca lo siguiente:
- Una erección que dura más de 4 horas, sin que tenga que estar relacionada con el deseo sexual;
- El cuerpo del pene es firme, pero su punta es suave;
- Dolor intenso que puede empeorar con el tiempo.
En el caso del priapismo no isquémico, los síntomas son similares pero no hay dolor. Sin embargo, ambas situaciones suponen un riesgo de provocar un daño permanente en el pene, lo que puede provocar disfunción eréctil, por lo que se recomienda acudir al hospital cuando la erección provoca dolor y tarda más de 1 hora en desaparecer la estimulación.
Posibles Causas
La erección es un proceso natural que ocurre cuando existe un estímulo físico o psicológico, debido al aumento de la circulación sanguínea en el pene, lo que conduce a un aumento de tamaño. Normalmente, una erección desaparece unos minutos después del placer sexual o una vez finalizado el estímulo, ya que las venas se relajan y la sangre sale del pene, lo que permite que se encoja de tamaño.
Sin embargo, algunas enfermedades, como la anemia de células falciformes, la leucemia y otros trastornos sanguíneos, pueden alterar la circulación en la zona íntima, impidiendo que la erección desaparezca.
Asimismo, el uso de medicamentos, accidentes cerebrovasculares en la zona íntima y el consumo de determinados medicamentos, como estimulantes sexuales, antidepresivos o anticoagulantes, también pueden provocar este problema.
Cómo se realiza el tratamiento
Los tratamientos comunes para el priapismo incluyen los siguientes:
- Uso de compresas frías: permiten aliviar la hinchazón del órgano y reducir la cantidad de sangre;
- Recolección de sangre: bajo anestesia local, el médico usa una aguja para drenar el exceso de sangre del pene, aliviando el dolor y la hinchazón;
- Fármaco inyectable de agonista alfa: este fármaco estrecha los vasos sanguíneos y reduce la cantidad de sangre que llega al pene.
En las situaciones más graves, en las que el problema no puede resolverse con estas técnicas, el médico puede recomendar una cirugía para bloquear la arteria que lleva la sangre al pene o para drenar toda la sangre del órgano.
Generalmente, el hombre logra recuperarse por completo sin ningún tipo de extensión; sin embargo, es importante ir al hospital lo antes posible para evitar lesiones.
Posibles complicaciones
La sangre dentro del pene tiene menos oxígeno, por lo que aparecen pequeñas lesiones debido a la falta. Cuando una erección dura mucho tiempo, las lesiones empeoran, lo que puede provocar disfunción eréctil.