Los pólipos uterinos son un crecimiento excesivo de células en la pared interna del útero, llamado endometrio, que forman bolas similares a quistes que se desarrollan dentro del útero, también conocidas como pólipos endometriales, y si se desarrollan pólipos cervicales, se denominan pólipos endocervicales.
Generalmente, los pólipos endometriales son más comunes en mujeres posmenopáusicas, pero también pueden ocurrir en mujeres más jóvenes y pueden causar dificultades para concebir, según el tamaño y la ubicación del pólipo.
Los pólipos uterinos no son cáncer, pero en algunos casos pueden transformarse en una lesión maligna, por lo que es importante que un ginecólogo lo evalúe cada 6 meses para confirmar si los pólipos han aumentado o disminuido de tamaño, han aparecido o han desaparecido otros nuevos.
Razones principales
El principal motivo del desarrollo de pólipos uterinos son los cambios hormonales, principalmente estrógenos, por lo que las mujeres con estos cambios, como aquellas con menstruación irregular, sangrado fuera del período menstrual o menstruación prolongada tienen mayor riesgo de desarrollar estos pólipos.
Otros factores que pueden contribuir al desarrollo de pólipos uterinos, como la perimenopausia o posmenopausia, la obesidad o el sobrepeso, la hipertensión o el uso de tamoxifeno para el tratamiento del cáncer de mama.
Además, existe un mayor riesgo de desarrollar pólipos uterinos en mujeres con síndrome de ovario poliquístico que han estado tomando estrógenos durante mucho tiempo.
¿Cuales son los sintomas?
El síntoma principal de los pólipos endometriales es el sangrado anormal durante la menstruación, que suele ser abundante. Sin embargo, pueden aparecer otros síntomas como:
- período menstrual irregular;
- Sangrado vaginal entre cada menstruación;
- Sangrado vaginal después de un contacto íntimo;
- Sangrado vaginal después de la menopausia;
- Dolor abdominal durante la menstruación;
- Dificultad para concebir.
Los pólipos endocervicales generalmente no causan síntomas, pero puede haber sangrado entre períodos o después del coito. En casos raros, estos pólipos pueden infectarse y causar un flujo vaginal amarillento debido a la presencia de pus. Infórmese sobre otros síntomas de los pólipos uterinos.
Las mujeres con síntomas de pólipos uterinos deben consultar a un ginecólogo para realizarse pruebas, como una ecografía pélvica o una histeroscopia, por ejemplo, para diagnosticar el problema y comenzar el tratamiento más adecuado.
Cómo se realiza el tratamiento
En la mayoría de los casos, los pólipos uterinos no necesitan tratamiento y el ginecólogo puede recomendar un seguimiento y seguimiento cada 6 meses para evaluar si están aumentando o disminuyendo, especialmente cuando los pólipos son pequeños y la mujer no presenta síntomas. Sin embargo, su médico puede recomendar un tratamiento si una mujer tiene riesgo de desarrollar cáncer de útero.
Algunos medicamentos hormonales, como los anticonceptivos de progesterona o los medicamentos que interrumpen la señal que el cerebro transmite a los ovarios para producir estrógeno y progesterona, pueden ser recetados por un ginecólogo para reducir el tamaño de los pólipos si una mujer tiene síntomas. Sin embargo, estos medicamentos son una solución a corto plazo y los síntomas suelen reaparecer cuando se interrumpe el tratamiento.
En caso de que la mujer quiera quedar embarazada y el pólipo complique el proceso, el médico puede realizar una histeroscopia quirúrgica que consiste en insertar un instrumento a través de la vagina hasta el útero para extirpar el pólipo endometrial.
En los casos más graves en los que el pólipo no desaparece con medicación, no se puede extirpar por histeroscopia o si se ha vuelto maligno, el ginecólogo puede aconsejar realizar una cirugía para extirpar el útero.
Para los pólipos cervicales, la cirugía llamada polipectomía es el tratamiento más apropiado y se puede realizar en una sala de examen ginecológico enviando la muestra para su análisis a un laboratorio.