La oxigenoterapia consiste en administrar oxígeno en una cantidad mayor a la que se encuentra en el ambiente normal, con el fin de garantizar la oxigenación de los tejidos corporales. Ciertas afecciones pueden provocar un aporte reducido de oxígeno a los pulmones y tejidos, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el ataque de asma, la apnea del sueño y la neumonía: por este motivo, en estos casos, la oxigenoterapia.
Esta terapia debe ser indicada por un médico generalista o un neumólogo después de determinar los niveles bajos de oxígeno en sangre mediante gasometría arterial, que es un análisis de sangre que se toma de la arteria de la muñeca; y oximetría de pulso, que se realiza observando la saturación de oxígeno, que debe estar por encima del 90%. Obtenga más información sobre cómo se realiza la oximetría.
El tipo de oxigenoterapia depende del grado de dificultad respiratoria de la persona y de los signos de hipoxia, y se puede recomendar el uso de un catéter nasal, una mascarilla o un venturi. En algunos casos, la CPAP puede estar indicada para facilitar la entrada de oxígeno al tracto respiratorio.
Los principales tipos de oxigenoterapia.
Existen varios tipos de oxigenoterapia, que se clasifican según las concentraciones de oxígeno liberado. El médico indicará el tipo según las necesidades de la persona, así como el nivel de dificultad respiratoria y si la persona presenta signos de hipoxia, como boca y dedos morados, sudores fríos y confusión. De esta forma, los principales tipos de oxigenoterapia pueden ser:
1. Sistemas de flujo bajo
Este tipo de oxigenoterapia se recomienda para personas que no necesitan una gran cantidad de oxígeno. A través de este sistema es posible suministrar oxígeno a las vías respiratorias a una velocidad de hasta 8 litros por minuto o con FiO2 (Fracción de oxígeno inspirado) del 60%. Esto significa que, del aire total que respirará la persona, el 60% será oxígeno.
Los dispositivos de este tipo más utilizados son:
- Catéter nasal: Es un tubo de plástico con dos salidas de aire que deben colocarse en las fosas nasales y que en promedio sirven para suministrar oxígeno a 2 litros por minuto;
- Cánula nasal: Consiste en un pequeño tubo delgado con dos aberturas en el extremo y se inserta en la cavidad nasal a una distancia igual a la longitud entre la nariz y la oreja y es capaz de suministrar oxígeno hasta 8 litros por minuto.
- Mascara facial: Consiste en una mascarilla plástica que debe colocarse sobre la boca y la nariz y trabaja para permitir que el oxígeno esté disponible a mayores velocidades de flujo a través de catéteres y cánulas nasales, además de ser utilizada para personas que respiran más por la boca, por ejemplo;
- Máscara con tanque: Es una mascarilla con bolsa hinchable adjunta y con capacidad para almacenar hasta 1 litro de oxígeno. Existen modelos de máscaras de tanque, llamadas sin respiración, que tienen una válvula que evita que una persona inhale dióxido de carbono;
- Máscara de traqueotomía: Es equivalente al tipo de máscara de oxígeno específico para personas que se someten a una traqueotomía, que es una cánula que se inserta en la tráquea para respirar.
Asimismo, para una correcta absorción del oxígeno de los pulmones, es importante que la persona no tenga obstrucciones ni secreciones en la nariz y, además, para evitar el resecamiento de la mucosa de las vías respiratorias, es necesario utilizar humectantes cuando el flujo de oxígeno esté por encima. 4 litros por minuto.
2. Sistemas de alto flujo
Los sistemas de alto flujo son capaces de proporcionar una alta concentración de oxígeno por encima de lo que una persona es capaz de inspirar, lo que está indicado en casos graves, como hipoxia provocada por insuficiencia respiratoria, enfisema pulmonar, edema pulmonar agudo o neumonía.
La mascarilla venturi es la más común en este tipo de oxigenoterapia, existen diferentes adaptadores que sirven para suministrar niveles de oxígeno precisos y diferentes, según el color. Por ejemplo, el adaptador rosa entrega un 40% de oxígeno a una velocidad de 15 litros por minuto. Esta máscara tiene orificios que permiten la salida del aire de escape, que contiene dióxido de carbono y requiere humectación para evitar el secado de las vías respiratorias.
3. Ventilación no invasiva
La ventilación no invasiva, también conocida como VNI, consiste en un ventilador de apoyo que utiliza presión positiva para facilitar la entrada de oxígeno a las vías respiratorias. Esta técnica está indicada por un neumólogo y puede ser realizada por una enfermera o fisioterapeuta en adultos con dificultad respiratoria que tienen una frecuencia respiratoria de más de 25 respiraciones por minuto o una saturación de oxígeno por debajo del 90%.
A diferencia de otros tipos, esta técnica no se utiliza para suministrar oxígeno extra, sino para facilitar la respiración al reabrir los alvéolos pulmonares, mejorar el intercambio de gases y reducir el esfuerzo respiratorio. Recomendado para personas con apnea del sueño y personas con trastornos cardiorrespiratorios.
Incluso existen varios tipos de mascarillas VNI que se pueden utilizar en casa y varían según el tamaño del rostro y la adaptación de cada persona, y el tipo más común es la CPAP.
Para qué sirve
Un médico recomienda la terapia de oxígeno para aumentar la disponibilidad de oxígeno en los pulmones y los tejidos corporales, reduciendo los efectos adversos de la hipoxia. Debe realizarse cuando la persona tiene una saturación de oxígeno por debajo del 90%, una presión parcial de oxígeno (PaO2) menor a 60 mmHg o cuando algunas condiciones como:
- Insuficiencia respiratoria aguda o crónica;
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica;
- Enfisema pulmonar;
- Ataque de asma;
- Intoxicación por monóxido de carbono;
- Apnea obstructiva del sueño;
- Envenenamiento por cianuro;
- Recuperación postanestésica;
- Paro cardiorespiratorio.
Este tipo de terapia también está indicada en casos de infarto agudo de miocardio y angina de pecho inestable, ya que el aporte de oxígeno puede reducir los signos de hipoxia provocados por la interrupción del flujo sanguíneo, aumentando el nivel de oxígeno en sangre y, por tanto, en los alvéolos de pulmones.
Precaución al usar en casa
En algunos casos, las personas con enfermedades respiratorias crónicas, como la EPOC, deben utilizar soporte de oxígeno las 24 horas del día; por esta razón, la oxigenoterapia se puede utilizar en casa. Esta terapia se realiza a través de un catéter nasal que se inserta en las fosas nasales y se suministra oxígeno a través de un cilindro, que es un recipiente metálico donde se almacena el oxígeno; sólo debe administrarse la cantidad prescrita por el médico.
Los cilindros de oxígeno se pueden alquilar en compañías médicas y también se pueden transportar en un soporte con ruedas y llevar a varios lugares. Sin embargo, al usar cilindros de oxígeno, se necesita un cuidado especial, como no fumar mientras se usa oxígeno, mantener el cilindro alejado de las llamas y protegerlo de la luz solar.
Además, una persona que usa oxígeno en casa necesita acceso a dispositivos de oximetría de pulso para confirmar la saturación y, en caso de que la persona muestre signos como labios y dedos morados, mareos y desmayos, debe acudir al hospital de inmediato porque puede tener niveles bajos de oxígeno en sangre. .