Neumonía en niños: que es, síntomas y tratamiento.

La neumonía en los niños es una infección que puede ser causada por bacterias o virus que causan síntomas similares a los de la gripe, pero que empeoran con el paso de los días, lo que dificulta el diagnóstico.

La neumonía pediátrica tiene cura y rara vez es contagiosa y debe tratarse en casa con reposo, medicación para la fiebre, antibióticos e ingesta de líquidos como agua y leche, por ejemplo.

Signos y síntomas

Los síntomas de la neumonía en los niños pueden aparecer unos días después del contacto con el agente infeccioso responsable de la infección y pueden incluir:

  • Fiebre superior a 38º;
  • Tos con flema;
  • Falta de apetito;
  • Respiración más rápida y corta, con apertura de las fosas nasales;
  • El esfuerzo respiratorio hace que las costillas se hundan;
  • Ligera fatiga sin ganas de jugar.

Es importante que el niño sea evaluado por un pediatra cuando se identifiquen signos y síntomas sugestivos de neumonía, ya que este puede iniciar el tratamiento después del diagnóstico y prevenir complicaciones como insuficiencia respiratoria y infarto, por ejemplo.

El diagnóstico de neumonía en niños lo realiza el pediatra mediante la evaluación de los signos y síntomas que presenta el niño y la frecuencia respiratoria. Normalmente, el médico prescribe radiografías de tórax para evaluar el grado de afectación pulmonar. Además, pueden estar indicadas pruebas microbiológicas para identificar el agente infeccioso asociado con la neumonía.

Razones principales

La neumonía pediátrica es causada en la mayoría de los casos por virus y ocurre como una complicación de la influenza, y puede estar asociada con adenovirus, virus sincitial respiratorio, parainfluenza e influenza A, B o C, en cuyo caso se llama neumonía viral.

Además de la infección viral, un niño puede desarrollar neumonía bacteriana, que es causada por bacterias, que en la mayoría de los casos se asocia con Streptococcus pneumoniae, Klebsiella pneumoniae y Staphylococcus aureus.

Tipos de neumonía en niños

Los tipos de neumonía se clasifican según la causa. Se tiene en cuenta el tipo de organismo involucrado, dónde se infectó el niño y cómo se produjo la infección. Los tipos de neumonía son:

  • Neumonia bacterial: es una infección bacteriana y se trata con antibióticos. Obtenga más información sobre la transmisión y el tratamiento de la neumonía bacteriana.
  • Neumonía viral: es causada por virus y el tratamiento es más prolongado porque no existen medicamentos antivirales para todos los virus existentes;
  • Neumonía aspiracional: ocurre después de inhalar un líquido como el propio vómito, que puede ser causado tanto por virus como por bacterias;
  • Neumonía atípica: es causada por microorganismos distintos a los de la neumonía común como Mycoplasma pneumoniae;
  • Neumonía adquirida en la comunidad o adquirida en la comunidad: es una infección pulmonar grave que se saca del hospital o dentro de las primeras 48 horas de la hospitalización;
  • Neumonía nosocomial o nosocomial: cuando se desarrolla neumonía mientras el individuo está hospitalizado o hasta 2 semanas después del alta.

La neumonía es una enfermedad contagiosa, pero no es raro que los niños la transmitan a otras personas. El tipo más común de neumonía en los niños es viral, que ocurre como resultado de una gripe mal curada.

Cómo tratar la neumonía en los niños.

El tratamiento de la neumonía pediátrica puede variar según el agente infeccioso responsable de la neumonía, y puede estar indicado el uso de antivirales o antibióticos como Amoxicilina o Azitromicina, por ejemplo, y el peso del niño.

Además, algunas preocupaciones que ayudan a tratar la neumonía en los niños incluyen:

  • Realice nebulizaciones de acuerdo con las instrucciones del médico;
  • Mantener una buena dieta, principalmente con frutas;
  • Mantenga una buena hidratación ofreciendo suficiente leche y agua;
  • Tómate un descanso y evita los espacios públicos como el jardín de infancia o la escuela;
  • Viste al niño según la estación del año;
  • Evite las corrientes de aire durante y después del baño.

El ingreso al hospital está reservado para los casos más severos en los que es necesario recibir fisioterapia por neumonía pediátrica, recibir oxígeno o recibir antibióticos por vía intravenosa.

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