La neumonía bacteriana es una infección pulmonar grave que causa síntomas como tos, flema, fiebre y dificultad para respirar, seguidos de un resfriado o gripe que no se cura o empeora con el tiempo.
La neumonía bacteriana generalmente es causada por bacterias en Streptococcus pneumoniae, sin embargo, otros agentes etiológicos como Klebsiella pneumoniae, Staphylococcus aureus, Haemophilus influenzae, Legionella pneumophila también pueden causar la enfermedad.
La neumonía bacteriana generalmente no es transmisible y puede tratarse en casa con la ingestión de antibióticos recetados por su médico. Sin embargo, en el caso de bebés o pacientes ancianos, puede ser necesario ingresar a un hospital.
Principales síntomas
Los síntomas de la neumonía bacteriana aparecen a medida que los pulmones se ven afectados y pueden variar de persona a persona. Los principales síntomas son:
- Tos con mucha flema;
- Fiebre alta, superior a 39º;
- Respiración dificultosa;
- Dificultad para respirar;
- Dolor de pecho;
- Malestar general;
- Fatiga excesiva
El diagnóstico de neumonía bacteriana puede realizarlo un médico de cabecera o un neumólogo mediante pruebas como una radiografía de tórax, una tomografía computarizada, análisis de sangre o flemas.
Cómo se propaga la neumonía bacteriana
La transmisión de la neumonía bacteriana es muy difícil, por lo que el paciente no puede infectar a personas sanas. Generalmente, este tipo de neumonía se transmite con mayor frecuencia por la entrada accidental de bacterias en los pulmones, a través de la boca o por otra infección que se desarrolla en alguna parte del cuerpo.
También puede atragantarse con la comida o debido a una gripe mal curada. Por ello, para prevenir el desarrollo de neumonía, se recomienda lavarse las manos con frecuencia, evitar permanecer en interiores con poca ventilación, como centros comerciales y cines, y vacunarse contra la gripe, especialmente en el caso de niños y ancianos.
Las personas con mayor riesgo de infección son los asmáticos, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o un sistema inmunológico comprometido.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la neumonía bacteriana se puede realizar en casa con reposo y con el uso de antibióticos como Amoxicilina, Levofloxacina o Ceftriaxona, por un período de 7 a 14 días, según indicación del médico.
Sin embargo, en algunos casos su médico puede recomendarle que complemente su tratamiento con sesiones diarias de fisioterapia respiratoria para mejorar su respiración.
En casos más graves, cuando la neumonía se diagnostica en una etapa más avanzada o en bebés y ancianos, es posible que deba ser hospitalizado para recibir antibióticos y oxígeno por vía intravenosa. Vea más detalles sobre cómo se debe realizar el tratamiento.