MERS: que es, síntomas y tratamiento

El síndrome respiratorio de Oriente Medio, también conocido como MERS, es una enfermedad causada por la familia de coronavirus MERS-CoV, que causa fiebre, tos y estornudos, e incluso puede causar neumonía o insuficiencia renal cuando el sistema inmunológico se debilita por el tratamiento. VIH o cáncer, por ejemplo, y en estos casos existe un mayor riesgo de muerte.

La enfermedad apareció originalmente en Arabia Saudita, pero ya se ha extendido a más de 24 países, aunque afecta particularmente a países de Oriente Medio y aparentemente se transmite a través de gotitas de saliva, que se transmiten fácilmente al toser o estornudar.

El tratamiento de este síndrome consiste únicamente en aliviar los síntomas porque es provocado por un virus, que aún no tiene un tratamiento específico. Para protegerse es importante mantener una distancia segura de al menos 6 metros del paciente, además, para evitar contraer este virus, es recomendable no viajar a regiones donde exista un caso de esta enfermedad, ya que existe sin vacuna ni tratamiento específico.

Síntomas principales

En muchos casos, los síntomas del síndrome respiratorio de Oriente Medio pueden ser difíciles de identificar, pero los más comunes incluyen:

  • Fiebre superior a 38ºC;
  • Tos persistente;
  • Dificultad para respirar;
  • Algunos pacientes pueden experimentar náuseas, vómitos y diarrea.

Estos síntomas pueden presentarse de 2 a 14 días después del contacto con el virus y por ello, en caso de duda se debe acudir al centro médico e informar que ha estado en uno de los lugares afectados por el coronavirus, por tratarse de una enfermedad que debe ser conocimiento de las autoridades.

Algunas personas, a pesar de estar contaminadas, solo tienen síntomas leves similares a los de la gripe. Sin embargo, pueden transmitir la enfermedad a otros y pueden verse gravemente afectados por su propia condición de salud antes de contaminarse.

Como protegerse

La mejor manera de prevenir la infección por MERS es evitar el contacto con personas o animales contaminados y evitar viajar a países del Medio Oriente durante una epidemia. Quienes viven en estos lugares deben usar una mascarilla para protegerse.

Los países que pertenecen al Medio Oriente incluyen:

  • Israel, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos,

  • Irak, Cisjordania, Gaza, Jordania, Líbano, Omán,

  • Qatar, Siria, Yemen, Kuwait, Bahrein.

Hasta que se controle la epidemia de MERS, se deben evitar los viajes a estos países y se debe evitar el contacto con camellos o dromedarios, ya que se cree que transmiten el coronavirus.

Cómo evitar la transmisión

Como todavía no existe una vacuna específica de MERS, para evitar la contaminación por otras personas, se recomienda que el paciente no asista al trabajo ni a la escuela y cuide lo siguiente:

  • Lávese las manos con frecuencia con agua y jabón y use un desinfectante para manos a base de alcohol;
  • Siempre que estornude o tosa, debe colocarse un pañuelo desechable sobre la nariz o la boca para contener las secreciones y evitar que el virus se propague.
  • Evite tocarse los ojos, la nariz o la boca sin lavarse las manos;
  • Evite el contacto cercano con otras personas, evitando besos y abrazos;
  • No comparta artículos personales como cubiertos, platos o tazas con otras personas;
  • Limpie el paño con alcohol en todas las superficies con las que normalmente entra en contacto, como las manijas de las puertas, el teclado de la computadora y más.

Otro cuidado importante que debe tener una persona infectada es evitar el contacto cercano con otras personas, manteniendo una distancia segura de aproximadamente 6 metros.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento consiste en aliviar los síntomas y generalmente se realiza en casa. Sin embargo, algunos pacientes pueden presentar complicaciones como neumonía o afectación renal y, en estos casos, deben permanecer hospitalizados para recibir la atención que necesitan.

Las personas sanas que están contaminadas tienen más probabilidades de curarse; sin embargo, las personas con sistemas inmunitarios comprometidos que tienen diabetes, cáncer, problemas cardíacos o pulmonares y enfermedad renal tienen más probabilidades de estar contaminadas o gravemente afectadas, con un mayor riesgo de muerte.

Durante la enfermedad, el paciente debe descansar, ponerse en cuarentena, siguiendo todas las indicaciones del médico para evitar transmitir el virus a otras personas. Los pacientes gravemente afectados que desarrollen neumonía o insuficiencia renal deben permanecer hospitalizados para recibir todos los cuidados necesarios. En estos casos, el paciente puede necesitar respirar con dispositivos y someterse a hemodiálisis para filtrar adecuadamente la sangre, evitando complicaciones.

Cómo fortalecer el sistema inmunológico

Para fortalecer el sistema inmunológico y facilitar la recuperación, se recomienda beber 2 litros de agua al día, llevar una dieta saludable, comer la mayor cantidad de verduras, verduras, frutas y carnes magras, mientras que se deben evitar los alimentos industrializados y procesados.

Mejorar la función intestinal puede contribuir a una recuperación más rápida y por ello se recomienda consumir yogur con probióticos y consumir más alimentos ricos en fibra. Descubra qué son los probióticos y cómo tomarlos y qué alimentos son ricos en fibra.

Signos de mejora

En las personas que gozan de buena salud y no padecen enfermedades crónicas o autoinmunes y que rara vez se enferman, los signos de mejoría suelen aparecer después de unos días, reduciendo el malestar general y la fiebre.

Signos de deterioro y complicaciones.

Los signos de que la enfermedad está empeorando suelen aparecer en pacientes con otras enfermedades o con un sistema inmunológico débil. En estos casos, la enfermedad puede empeorar y pueden aparecer síntomas como fiebre, flema intensa, dificultad para respirar, dolor en el pecho y fiebre, lo que indica la presencia de neumonía o síntomas como disminución de la producción de orina e hinchazón en el cuerpo. indicando insuficiencia renal.

Los pacientes que presenten estos síntomas deben permanecer en el hospital para recibir todo el tratamiento necesario, pero no siempre es posible salvarles la vida.

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