Mastitis: síntomas y tratamiento

La mastitis es una inflamación de la mama que provoca síntomas como dolor, hinchazón o enrojecimiento, que pueden ir acompañados o no de infección y posteriormente provocar fiebre y escalofríos.

En general, este problema es más común en mujeres en período de lactancia, principalmente en los primeros tres meses después del parto, debido a la obstrucción de los conductos por donde pasa la leche o la entrada de bacterias por la boca del bebé. Sin embargo, también puede ocurrir en hombres o en cualquier otra etapa de la vida de una mujer, debido a la entrada de bacterias en la mama en casos de úlceras en los pezones, por ejemplo.

En la mayoría de los casos, la mastitis afecta solo un seno y los síntomas generalmente se desarrollan en menos de dos días. La mastitis es curable y debe tratarse lo antes posible para prevenir infecciones y empeorar los síntomas.

Los síntomas de la mastitis.

La mastitis causa síntomas de hinchazón como:

  • Senos hinchados, duros, calientes y enrojecidos;
  • Dolor de pecho severo;
  • Fiebre superior a 38ºC;
  • Escalofríos;
  • Malestar general;
  • Puede haber náuseas y vómitos.

La mastitis no tratada puede progresar a un absceso mamario, que generalmente necesita ser drenado quirúrgicamente, y también aumenta el riesgo de infección generalizada. De esta forma, en caso de sospechar mastitis, es muy importante consultar a un médico para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado.

Cómo confirmar el diagnóstico

El médico puede confirmar el diagnóstico de mastitis evaluando los síntomas y el historial médico de la persona. Sin embargo, en caso de sospecha de infección, el médico puede incluso ordenar un análisis de la leche materna o de las secreciones mamarias para confirmar la presencia de bacterias.

Posibles Causas

Existen varios factores de riesgo que pueden causar mastitis. Es más probable que ocurra en mujeres que amamantan, más a menudo en las primeras semanas después del nacimiento, principalmente si la lactancia se realiza siempre en la misma posición.

Además, si la madre está demasiado cansada o estresada, tiene una dieta deficiente, usa ropa demasiado ajustada o lleva bolsas u objetos muy pesados, también puede desarrollar mastitis con mayor facilidad.

Ahora bien, en el caso de hombres o mujeres que no amamantan, la aparición de cortes o llagas en el pezón puede provocar mastitis; sin embargo, su desarrollo solo puede ocurrir debido al envejecimiento natural de la mama, especialmente en la menopausia.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la mastitis generalmente implica el uso de medicamentos para aliviar los síntomas causados ​​por la inflamación, como analgésicos y antiinflamatorios como paracetamol o ibuprofeno. Sin embargo, si se desarrolla una infección, su médico puede recetarle antibióticos hasta por 10 días.

Además, algunas preocupaciones simples también pueden ayudar a aliviar los síntomas y acelerar la recuperación, como:

  • Beba unos 2 litros de líquidos. diariamente, como agua, tés o agua de coco;
  • Aplicar compresas tibias en el pecho o tomar un baño caliente;
  • Masajearse con movimientos circulares suavemente sobre la parte afectada.

En los casos en que se produzca mastitis por lactancia, incluso se aconseja a la mujer que continúe con el proceso de lactancia, ya que ayuda a recuperarse de la inflamación. Si la lactancia se vuelve muy dolorosa o si el bebé no quiere beber del pecho hinchado, la leche se puede exprimir con la mano o con un extractor.

Vea cómo almacenar la leche materna.

Cómo prevenir la mastitis

Para las mujeres que amamantan, la posibilidad de desarrollar mastitis se puede reducir mediante:

  1. Vacía tus senos por completo después de amamantar;
  2. Deje que el bebé vacíe el primer pecho antes de cambiar de pecho. alternancia de senos la próxima vez;
  3. Cambiar de posición para amamantar para que la leche se extraiga de todos los segmentos del pecho;
  4. Amamante con más frecuencia, principalmente si los senos estuvieran llenos de leche;
  5. Coloque al bebé en la posición correcta, Colóquelo frente al pecho, con la boca al nivel del pezón, evitando que la madre fuerce la posición, ya que puede causar lesiones en el pezón.
  6. Evite usar ropa ajustada, eligiendo el que soporta el pecho sin crear un exceso de presión.

En otros casos, es importante tratar adecuadamente las llagas cerca del pezón para evitar la entrada de bacterias que causan mastitis. Un buen ejemplo es el tratamiento adecuado de las heridas provocadas por perforaciones en los pezones.

Obtenga más información sobre la guía de lactancia materna.

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