El malestar abdominal puede ser causado por una dieta inadecuada, lo que hace que se acumulen gases en los intestinos e incluso puede causar estreñimiento.
Cuando el malestar abdominal se manifiesta como un dolor agudo que no desaparece e hinchazón abdominal en toda la zona o solo en una pequeña zona, puede ser provocada por la acumulación de gases. Otras posibilidades incluyen indigestión, estreñimiento y dolor durante la ovulación o incluso pueden ser un signo de embarazo.
Estas son algunas de las posibles causas de las molestias abdominales:
1. Exceso de gas
En el caso de los gases, pueden producirse molestias después de comer, especialmente si se mezclan alimentos ricos en fibra con alimentos grasos. Otras afecciones que pueden causar gases son el estreñimiento, la enfermedad inflamatoria intestinal, el síndrome del intestino irritable o el estreñimiento.
Hacer: caminar, beber mucha agua y elegir una dieta que incluya verduras cocidas, frutas frescas y cereales integrales, que son buenos consejos para las personas que padecen flatulencias asociadas a los gases.
Si el malestar abdominal no desaparece por completo después de la defecación y la eliminación de algunos gases, lo mejor es consultar a un médico, ya que puede ser síntoma de otra enfermedad o trastorno gastrointestinal más grave. Vea algunos consejos sobre cómo expulsar gases.
2. Digestión
Si el malestar afecta a la parte superior del abdomen, puede deberse a indigestión, ya que provoca sensación de pesadez, eructos, acidez y sensación de estómago lleno, más de 2 horas después de la última comida. Vea otros síntomas que ayudan a identificar un caso de indigestión.
Hacer: Además de cambiar tu dieta, puedes usar medicamentos como la sal de frutas y la leche de magnesio o la ingestión de tés, como el hinojo o el boldo. Los períodos prolongados de indigestión deben ser evaluados por un gastroenterólogo para descartar cualquier otra enfermedad gastrointestinal relacionada con el malestar.
3. Dolor durante la ovulación
Algunas mujeres pueden experimentar dolor o malestar en la región pélvica durante la ovulación. De esta forma, en un mes el dolor puede aparecer en el lado izquierdo, y en el mes siguiente puede aparecer en el lado derecho, dependiendo de los ovarios que estén ovulando. Aunque esto no siempre se asocia con una enfermedad, la presencia de un quiste ovárico grande puede ser una causa importante de malestar. Obtenga más información al respecto.
Hacer: La aplicación de agua tibia en la zona dolorida puede reducir la incomodidad durante un breve período de tiempo. En caso de cólicos, tome un fármaco antiespasmódico o antiinflamatorio para aliviar las molestias.
4. Embarazo
La sensación de cierto malestar en la región del útero puede aparecer al inicio del embarazo en algunas mujeres más sensibles.
Hacer: Se deben realizar pruebas de embarazo compradas en una farmacia o un análisis de sangre para confirmar el embarazo. Esto debe sospecharse si está en edad fértil, ha tenido relaciones sexuales sin protección durante el período fértil y si hay un retraso en la menstruación. Vea cuáles son los primeros síntomas del embarazo.
5. Estreñimiento
La no evacuación por más de 3 días puede causar molestias en la región abdominal, puede ocurrir en personas que tienen la costumbre de evacuar diariamente o más de una vez al día.
Hacer: Es ideal beber más agua y comer más fibra para aumentar el bolo de heces. Los alimentos como la papaya, los higos, las ciruelas pasas, las naranjas con bagazo y el yogur natural sin azúcar son laxantes naturales. Las semillas de girasol también se pueden agregar a ensaladas o una taza de yogur para relajar naturalmente los intestinos.
Vea cómo combatir el estreñimiento con más detalle.
Cuando ver a un doctor
Se recomienda que consulte a un médico si tiene:
- Dolor abdominal que empeora con el paso de los días;
- El dolor siempre está presente, incluso de noche;
- Vómito, orina o heces con sangre;
- Malestar durante más de 1 mes sin motivo aparente.
En estos casos, el médico podrá palpar el abdomen y observar su apariencia para solicitar determinadas pruebas, como colonoscopia, en caso de sospecha de alteraciones gastrointestinales, endoscopia digestiva alta, en caso de sospecha de alteraciones gástricas, y ecografía. , en caso de sospecha de un cambio en el funcionamiento de un órgano, por ejemplo.