La mala circulación es una situación caracterizada por la dificultad para que la sangre pase por las venas y arterias, que se puede identificar por la aparición de algunos signos y síntomas, como pies fríos, hinchazón, hormigueo y piel seca. por ejemplo, que puede ocurrir debido al uso de algunas píldoras anticonceptivas, sobrepeso, envejecimiento o estar de pie o cruzando las piernas por mucho tiempo.
Es importante identificar la causa de la mala circulación, así como los síntomas que se presentan y la frecuencia con la que se presentan, pues de esta forma es posible que el cardiólogo o médico de cabecera sugiera un tratamiento adecuado que ayude a paliar los síntomas.
La principal forma de identificar la mala circulación en las piernas es a través de los síntomas, y los más característicos son:
- Piel fría, seca o escamosa;
- Prurito en las piernas;
- Manchas rojas en los pies;
- Presencia de vasos pequeños o venas varicosas;
- Tobillos y pies hinchados;
- Color pálido o azulado en zonas con mala circulación:
- Calambres en las piernas;
- Hormigueo, escozor o entumecimiento en las piernas;
- Ausencia de pelo en las piernas;
- Grietas en los talones.
Los síntomas suelen empeorar al final del día, principalmente cuando la persona está de pie durante mucho tiempo, pero también pueden aparecer con mayor intensidad durante el ciclo menstrual, en periodos calurosos del día o al llevar tacones planos o sandalias.
Razones principales
La mala circulación en las piernas y los pies puede ocurrir como resultado de diversas situaciones, las principales de las cuales son:
- El embarazo, porque durante el embarazo el cuerpo de la mujer produce más líquido para mantener la irrigación placentaria, lo que complica el trabajo de las venas. Además, la hormona relaxina se produce durante el embarazo, lo que hace que las venas se dilaten, dificultando el retorno de la sangre al corazón;
- Aterosclerosis, porque debido a la presencia de depósitos grasos en el interior de las arterias, la sangre no puede circular adecuadamente, lo que resulta en la manifestación de síntomas de mala circulación;
- Exceso de peso y sedentarismo., tan pronto como la circulación sanguínea en el cuerpo pueda verse comprometida y el retorno venoso se vuelva más difícil, lo que puede hacer que las piernas se hinchen y cansen;
- Envejecimiento, porque los vasos sanguíneos también envejecen de forma natural, lo que puede dificultar la circulación y provocar síntomas de mala circulación;
- Uso de anticonceptivos.Debido a la cantidad de hormonas presentes en ellas, puede haber un mayor riesgo de formación de trombos en algunas mujeres, lo que puede impedir directamente la circulación;
- De pie durante mucho tiempo, sentarse o cruzar las piernas para trabajar o para viajes largos, por ejemplo, ya que puede dificultar que la sangre regrese al corazón,
- Enfermedades crónicas, como la hipertensión y la diabetes, también pueden provocar una mala circulación, especialmente cuando no se tratan adecuadamente.
Es importante identificar la causa de la mala circulación, pues de esta forma el médico puede sugerir algunas formas de tratar y aliviar los síntomas para evitar complicaciones, como la formación de úlceras o la amputación del pie, por ejemplo.
Cómo se realiza el tratamiento
Para combatir y evitar los síntomas de mala circulación en las piernas, es importante seguir las indicaciones de un cardiólogo o médico de cabecera, y este puede ser el uso de medias de compresión o fármacos que actúen sobre las venas del sistema circulatorio, mejorando las venas. tono. , microcirculación y resistencia vascular.
Tomar medidas como levantar las piernas al final del día, tomar un baño tibio, masajear los tobillos en la ingle y usar zapatos cómodos también puede ayudar a reducir la incomodidad causada por la mala circulación.
Además, la actividad física regular y una dieta baja en sal y rica en vitamina C y antioxidantes también pueden ayudar a prevenir y combatir los síntomas de la mala circulación, así como algunos remedios caseros como el jugo de naranja con perejil y el jugo de naranja. jengibre, por ejemplo. Conozca otras opciones de remedios caseros.
En el caso de que la mala circulación sea causada por enfermedades como la diabetes, la aterosclerosis o la hipertensión, por ejemplo, su médico puede sugerir el uso de medicamentos como la furosemida que tratan y alivian los síntomas asociados con la mala circulación. Obtenga más información sobre las diferentes opciones de tratamiento para la mala circulación.
Si está pensando en viajar, mire el siguiente video y conozca los consejos que puede seguir para evitar que la mala circulación interfiera con su viaje: