El estreñimiento es un problema muy común en los bebés porque su sistema digestivo aún no está bien desarrollado. Muchas madres se quejan de que sus bebés tienen cólicos, heces duras y secas, malestar intestinal y dificultad para defecar, que a menudo son razones para llevar a su hijo al médico.
La mejor opción en estos casos es tener una dieta adecuada rica en fibra, dar mucha agua y si ninguno de estos métodos es suficiente para mejorar el problema, es posible que deba utilizar medicamentos que siempre deben ser recomendados por su médico. doctor.
Existe una amplia gama de laxantes disponibles en las farmacias, pero hay algunos que su bebé puede usar de manera segura:
1. Lactulosa
La lactulosa es un azúcar que no se absorbe en los intestinos, sino que se metaboliza en este lugar y actúa aumentando la acumulación de líquidos, ablandando las heces y facilitando así su eliminación. Un ejemplo de este tipo de fármacos es lactulax o Dufalak, por ejemplo.
Generalmente, la dosis recomendada es de 5 ml de jarabe al día en lactantes menores de un año y de 5 a 10 ml al día en niños de 1 a 5 años.
2. Supositorios de glicerina
Los supositorios de glicerina funcionan aumentando la cantidad de agua en las heces, haciéndolas fluidas o estimulando las deposiciones y las deposiciones. Además, este medicamento lubrica y suaviza las heces, facilitando su evacuación. Obtenga más información sobre este medicamento, sus contraindicaciones y efectos secundarios más comunes.
El supositorio debe insertarse suavemente en el ano cuando sea necesario y no debe exceder un supositorio por día.
3. Enema
Existen microenemas que contienen sorbitol y lauril sulfato de sodio o glicerina, que actúa para ayudar a normalizar el ritmo intestinal y hacer que las heces sean más blandas y fáciles de eliminar.
Para aplicar el enema, basta con cortar la punta de la cánula, insertarla suavemente rectalmente y comprimir el vaso para facilitar la salida del líquido.
Existen laxantes que se pueden administrar a los niños, como la leche de magnesio, el aceite mineral o el macrogol, por ejemplo, pero los fabricantes de estos fármacos recomiendan su uso solo en niños mayores de dos años. Sin embargo, en algunos casos, su médico puede recomendar estos laxantes para niños más pequeños.