Lavado de oídos: que es, para que sirve y posibles riesgos

El lavado de oídos es un procedimiento que elimina el exceso de cera, pero también se puede utilizar para eliminar la suciedad que se haya acumulado en el canal auditivo con el tiempo.

Sin embargo, el lavado no debe utilizarse para retirar objetos que se insertan en el canal auditivo, como puede suceder con los niños. En tales casos, se debe consultar a un otorrinolaringólogo o pediatra de inmediato para retirar el artículo sin causar lesiones en los oídos. Vea qué hacer si tiene un error en el oído.

Idealmente, el lavado de oídos debe ser realizado por un otorrinolaringólogo, sin embargo, hay situaciones en las que su médico puede recomendar algo similar y más seguro, conocido como irrigación con jeringa de bulbo, que se puede hacer en casa para aliviar las molestias de las personas que a menudo la padecen. un oído bloqueado.

¿Para qué sirve la colada?

La acumulación excesiva de cera en el oído puede provocar pequeñas lesiones en el canal auditivo y dificultar la audición, especialmente en personas donde la cera está muy seca, por lo que el lavado ayuda a reducir el riesgo de estos cambios, especialmente cuando otros tratamientos no dan resultado.

Además, a diferencia de los hisopos, también es un método relativamente seguro para eliminar pequeños insectos o pequeños trozos de comida, evitando que se muevan más profundamente en el oído. Vea cómo limpiarse los oídos sin un hisopo.

Si bien es una técnica sencilla, en la mayoría de los casos el lavado no debe realizarse en casa, porque el oído tiene un mecanismo natural para eliminar la cera. Por lo tanto, la técnica debe usarse solo cuando lo indique un otorrinolaringólogo. Sin embargo, existe la posibilidad de irrigación con una jeringa de pera que se vende en una farmacia, y se considera una práctica segura para realizar en casa.

Posibles riesgos

El lavado de oídos es un procedimiento bastante seguro cuando lo realiza un otorrinolaringólogo u otro profesional de la salud capacitado. Sin embargo, como cualquier otro procedimiento, existen algunos riesgos, especialmente:

  • Inflamación del oído: ocurre principalmente cuando el canal auditivo no se seca correctamente después del lavado;
  • Perforación de tambor: Aunque es menos común, puede ocurrir si el lavado no se realiza correctamente y la cera entra en el oído;
  • Mareo: el lavado puede interferir con los fluidos presentes de forma natural en el oído, provocando una sensación temporal de mareo;
  • Hipoacusia temporal: en caso de que el lavado provoque alguna inflamación en el oído.

Por lo tanto, aunque se puede hacer en casa, el lavado de oídos no debe realizarse con frecuencia, ya que la eliminación excesiva de cera tampoco es útil. La cera es producida naturalmente por el oído para proteger el canal auditivo de lesiones e infecciones.

¿Quién no debe lavarse los oídos?

Aunque es relativamente seguro, las personas con tímpanos perforados, infecciones de oído, dolor de oído intenso, diabetes o una enfermedad que debilite el sistema inmunológico deben evitar lavarse los oídos. En caso de que no pueda lavarse, consulte otras formas de eliminar el cerumen.

Deja un comentario