El útero o matriz infantil, también conocido como hipoplasia uterina o hipogonadismo hipogonadotrópico, es una malformación congénita en la que el útero no se desarrolla completamente. Generalmente, el útero infantil se diagnostica solo en la adolescencia debido a la ausencia de la menstruación, ya que no presenta ningún síntoma antes de este período.
El útero infantil no siempre tiene cura, porque cuanto menor sea el tamaño del órgano, más difícil será estimular su crecimiento; sin embargo, se puede dar tratamiento para intentar aumentar el tamaño del útero y así lograr el embarazo.
Principales síntomas
El útero del bebé es difícil de identificar porque los genitales externos femeninos son normales y, por lo tanto, en la mayoría de los casos solo se identifica durante los exámenes de rutina. Sin embargo, puede provocar los siguientes síntomas:
- Retraso de la primera menstruación (menarca), que generalmente ocurre alrededor de los 12 años;
- Ausencia de vello púbico o axilar;
- Pequeño desarrollo de los senos y genitales femeninos;
- menstruación irregular;
- Dificultad para concebir o tener un aborto espontáneo.
El diagnóstico de útero infantil se realiza con la ayuda de una ecografía pélvica o transvaginal, donde el ginecólogo observa que el cuerpo del útero tiene la misma medida o medida muy cercana a la del cuello del útero, cuando realmente debería ser más grande. .
Causas del útero infantil
La hipoplasia uterina se produce cuando el útero no se desarrolla correctamente y permanece del mismo tamaño que en la infancia. Esto puede deberse a enfermedades que provocan una disminución en la producción de hormonas responsables del desarrollo de los órganos reproductores femeninos.
El útero infantil también puede ocurrir por cambios genéticos o por el uso prolongado y constante de esteroides, que pueden generar un desequilibrio hormonal.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico de útero infantil lo realiza el ginecólogo en base a la valoración de los signos y síntomas que presenta la mujer, principalmente cuando se retrasa la primera menstruación, hay un ligero desarrollo de la mama y la ausencia de vello púbico. El médico también realizará un examen pélvico para verificar el desarrollo de los genitales.
Además, el ginecólogo puede recomendar otras pruebas para confirmar el diagnóstico, como análisis de sangre para comprobar los niveles hormonales, resonancia magnética y ecografía pélvica o transvaginal para comprobar el tamaño del útero, que en estos casos es inferior a 30 centímetros.
¿Pueden quedar embarazadas las mujeres que están amamantando?
Las mujeres con útero infantil pueden tener más dificultades para concebir porque, si el útero es más pequeño de lo normal, puede ocurrir un aborto espontáneo debido a la falta de espacio para el desarrollo fetal.
Además, muchas mujeres con fibromas uterinos tienen problemas con la función ovárica, por lo que es posible que no puedan producir suficientes óvulos maduros para fertilizar.
Por lo tanto, en el caso de un útero pediátrico, se recomienda visitar a un obstetra antes de intentar concebir para evaluar las opciones de tratamiento, que pueden incluir la inseminación artificial.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del útero infantil debe ser prescrito por un ginecólogo y generalmente se realiza mediante el uso de medicamentos hormonales que ayudan al crecimiento y desarrollo del útero, aunque no siempre es posible alcanzar el tamaño normal.
Con el uso de medicamentos, los ovarios comienzan a liberar óvulos mensualmente y el útero comienza a aumentar de tamaño, lo que permite un ciclo reproductivo normal y, en algunos casos, el embarazo.