El jugo de aloe vera se elabora a partir de las hojas de la planta de aloe vera, ya que es una excelente fuente de nutrientes que brindan una variedad de beneficios para la salud, como hidratar la piel, el cabello y mejorar la función intestinal.
El consumo de este jugo debe hacerse con precaución, porque el aloe tiene antraquinonas, que son compuestos tóxicos que tienen efecto laxante y pueden causar irritación a nivel de los intestinos. Esta sustancia se encuentra en las hojas y en la capa justo debajo de la piel y tiene un color amarillento, debiendo ser removida para preparar el jugo en casa.
Este jugo también se puede comprar en tiendas naturales o supermercados, ya que es la mejor forma de entrar, ya que la hoja de aloe pasa por un proceso de decoloración y purificación que elimina sustancias tóxicas, haciéndola más segura de consumir.
Para qué sirve
El aloe es rico en vitaminas A, C, E, ácido fólico, calcio, cromo, selenio, magnesio, potasio, zinc y colina, además de antioxidantes que ayudan a prevenir el daño celular. Por este motivo, los beneficios para la salud de consumir este jugo son:
- Aliviar el estreñimiento, porque aumenta el contenido de líquido en los intestinos, estimulando el movimiento del colon;
- Mantén tu cuerpo hidratado, prevención de la deshidratación;
- Mejora la piel y el cabello., porque además de mantener el cuerpo hidratado, contiene sustancias bioactivas como antioxidantes y vitaminas que reducen el daño celular y tienen un efecto antienvejecimiento, mejorando enfermedades de la piel como el acné, el eccema y la psoriasis;
- Dar acción antiinflamatoria, pudiendo mejorar enfermedades como artritis, bursitis y tendinitis;
- Mejorar la digestión, porque estimula la secreción de enzimas digestivas y neutraliza los ácidos del estómago;
- Ayuda a acelerar la cicatrización de heridas, principalmente quemaduras solares;
- Puede ayudar a mejorar el sistema inmunológico., porque tiene vitamina C y tiene acción antiviral, estimulando la actividad de las células del sistema inmunológico;
- Puede ser útil para tratar el herpes. Herpes zóster y herpes, así como candidiasis, por su acción antiviral, antibacteriana y antiséptica.
También puede ayudar a controlar el azúcar en la sangre y la pérdida de peso, ya que contiene varias enzimas que ayudan a descomponer los azúcares y las grasas, además de la fibra que contiene.
Cómo preparar jugo de aloe vera
Para preparar el jugo en casa, debes quitar las hojas de la planta, lavarlas, secarlas bien y cortar las espinas. A continuación, debe cortar la base de la hoja y dejar la planta en posición vertical para que la parte amarilla se drene debajo de la piel.
Luego, con un cuchillo o unas tijeras, se deben cortar y levantar los lados de la hoja, preferiblemente con un objeto redondo para evitar la contaminación del gel con el líquido amarillo que aún pueda contener la planta. Para quitar el gel, puede usar una cuchara, desechando la hoja y cualquier parte verde o amarilla del gel.
Poner el gel en una licuadora, en una proporción de 100 g de pulpa en 1 L de agua. Si es necesario, puede agregar 1 cucharada de miel y frutas como limón o naranja para mejorar el sabor. A continuación, licúa y bebe.
¿Es seguro beber el jugo preparado en casa?
Algunos estudios muestran que no es seguro ingerir jugo de aloe crudo, especialmente cuando se prepara en casa sin los cuidados adecuados para separar la corteza y la parte amarilla, que contiene antraquinonas, porque estas sustancias están asociadas con el desarrollo de adenomas y cáncer de colon. . Sin embargo, estos estudios no son convincentes y requieren más estudios para probar este riesgo.
Efectos secundarios y contraindicaciones.
El consumo excesivo de jugo de aloe puede provocar trastornos gastrointestinales como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. El uso constante de jugo de aloe puede causar estreñimiento, porque los intestinos pueden acostumbrarse al efecto laxante de este jugo, y es necesario beber siempre para poder ir al baño a evacuar.
Este jugo está contraindicado en mujeres embarazadas o en período de lactancia.
Además, puede interactuar con algunos medicamentos utilizados para controlar la presión arterial, la diabetes y para tratar problemas cardíacos, así como con el uso de anticoagulantes, y solo debe tomarse bajo la supervisión de un médico.