La hipoglucemia reactiva, también llamada hipoglucemia posprandial, es una condición caracterizada por una disminución de los niveles de glucosa en sangre en las primeras 4 horas después de comer, y también se acompaña de síntomas típicos de hipoglucemia como dolor de cabeza, temblor y mareos.
Esta condición a menudo se diagnostica erróneamente, se considera solo una situación hipoglucémica común y se asocia con estrés, ansiedad, síndrome del intestino irritable, migraña e intolerancia alimentaria, por ejemplo. Sin embargo, es necesario un diagnóstico correcto de hipoglucemia reactiva para encontrar la causa y prescribir el tratamiento adecuado, ya que los cambios en la dieta no son suficientes para tratar esta afección.
Principales síntomas
Los síntomas de la hipoglucemia reactiva se asocian a una disminución de la cantidad de glucosa circulante en sangre y, por ello, los síntomas son los mismos que los de la hipoglucemia generada por el uso de determinados fármacos o ayuno prolongado, siendo los principales :
- Dolor de cabeza;
- Hambre;
- Temblores
- Enfermedad;
- Sudor frio;
- Mareo;
- Fatiga;
- Somnolencia o agitación;
- Palpitaciones;
- Dificultades de razonamiento.
Para confirmar la hipoglucemia reactiva es necesario, además de los síntomas, que la persona tenga niveles bajos de glucosa en sangre circulante después de una comida y que se note la mejoría de los síntomas después de consumir alimentos dulces. La identificación de la causa es importante para iniciar el tratamiento, que es determinado por el endocrinólogo en función de la causa.
Causas de la hipoglucemia reactiva.
La hipoglucemia reactiva es una consecuencia de enfermedades raras y, por esta razón, el diagnóstico de esta enfermedad suele ser erróneo. Las principales causas de hipoglucemia reactiva son la intolerancia hereditaria a la fructosa, el síndrome posoperatorio bariátrico y el insulinoma, una afección caracterizada por una producción excesiva de insulina por parte del páncreas, que da como resultado una reducción rápida y excesiva de la presión arterial y el volumen circulante. Obtenga más información sobre el insulinoma.
Cómo se hace el diagnóstico
Debido al hecho de que los síntomas de la hipoglucemia reactiva son los mismos que los de la hipoglucemia normal, el diagnóstico a menudo se diagnostica erróneamente.
Por este motivo, para el diagnóstico de hipoglucemia posprandial se debe considerar la tríada de Whipple, en la que la persona debe presentar los siguientes factores de manera obligatoria para concluir el diagnóstico:
- Síntomas de hipoglucemia;
- Concentración de glucosa en sangre, medida en laboratorio, inferior a 50 mg / dL;
- Mejora los síntomas después de consumir carbohidratos.
Para una buena interpretación de los síntomas y los valores obtenidos, se recomienda que, en caso de hipoglucemia reactiva, la persona que presenta los síntomas acuda al laboratorio y tome una muestra de sangre después de una comida. unas 5 horas. Esto se debe a que la mejoría de los síntomas de la hipoglucemia también debe observarse después de consumir carbohidratos, lo que debe ocurrir después de la extracción.
De esta forma, si se observan concentraciones bajas de glucosa circulante y los síntomas en el análisis de sangre mejoran tras la ingesta de hidratos de carbono, se concluye la hipoglucemia posprandial y se recomienda investigar para iniciar el tratamiento más adecuado.
Dieta para hipoglucemia reactiva
La alimentación es una parte muy importante en el tratamiento de la hipoglucemia reactiva, pues es fundamental que el nivel se mantenga constante en la sangre, por lo que se recomienda ingerir comidas a intervalos de 2 a 3 horas entre cada una.
Se recomienda dar preferencia a alimentos ricos en fibra, como cereales integrales, verduras y frutas, así como alimentos ricos en proteínas como carnes magras, pescado, huevos y carbohidratos integrales como pan integral, arroz y pasta. que la versión integral de estos alimentos tiene más fibra.
Para desayunos y meriendas se debe dar preferencia a alimentos con carbohidratos complejos y bajo índice glucémico, como el pan integral con queso fresco o las tostadas integrales con yogur. Para el almuerzo y la cena, el plato debe tener siempre la mitad de una verdura y la otra mitad arroz, pasta o patatas con carne, pescado, huevos o frijoles.
Para evitar crisis de hipoglucemia reactiva, no conviene ingerir alimentos ricos en azúcares y carbohidratos simples como galletas, pasteles, chocolates, dulces, refrescos y alimentos refinados como el pan blanco. También es importante excluir las bebidas alcohólicas de la dieta.