Hidroterapia: que es, beneficios y ejercicios

La hidroterapia, también conocida como fisioterapia del agua o terapia del agua, es una actividad terapéutica que consiste en realizar ejercicios en una piscina con agua caliente a una temperatura de unos 34 ° C, para acelerar la recuperación de deportistas lesionados o pacientes con artritis, por ejemplo.

Generalmente, la hidroterapia la realiza un fisioterapeuta y es muy utilizada por mujeres embarazadas y ancianos, ya que ayudan a tratar:

  • Artritis, osteoartritis o reumatismo;
  • Problemas ortopédicos, como fracturas o hernias de disco;
  • Lesiones musculares;
  • Hinchazón de las piernas;
  • Dificultad para respirar;
  • Problemas neurologicos

La hidroterapia para mujeres embarazadas debe ser recetada por un obstetra y se usa comúnmente para mejorar la circulación sanguínea, reducir la hinchazón en las piernas y reducir el dolor en la espalda, piernas y rodillas. Obtenga más información sobre otras formas de aliviar las molestias al final del embarazo.

Cuales son los beneficios

En hidroterapia, debido a las propiedades del agua, es posible reducir la carga producida por el peso corporal de las articulaciones y huesos, manteniendo la resistencia, permitiendo el crecimiento muscular, sin causar lesiones en otras partes del cuerpo. Además, el agua tibia proporciona relajación y alivio del dolor.

La hidroterapia ayuda a reducir los problemas de postura y transmite una sensación de bienestar, mejora la imagen corporal de las personas y aumenta la confianza en sí mismos. Además, también contribuye a:

  • Fortalecimiento muscular;

  • Alivio de dolores musculares o articulares;

  • Mejor equilibrio y coordinación motora;

  • Promoción de la relajación muscular;

  • Reducción de los trastornos del sueño;

  • Reducir el estrés y la ansiedad;

  • Aumento del ancho de las articulaciones;

Además, la hidroterapia contribuye a la mejora del sistema cardiorrespiratorio, así como la hidro-gimnasia, donde los ejercicios que se practican son más intensos.

Ejercicios de hidroterapia

Existen varias técnicas terapéuticas y ejercicios para la hidroterapia del agua que deben ir acompañados de un fisioterapeuta, como por ejemplo:

1. Bad ragaz

Esta técnica se utiliza para fortalecer y reentrenar los músculos y promover el estiramiento del torso. Generalmente, el terapeuta permanece de pie y el paciente está en posición horizontal en el agua sostenido por flotadores alrededor del cuello, brazos, pelvis y piernas, si es necesario en los tobillos y tobillos.

Normalmente, este método se usa en personas con lesiones del sistema nervioso central, disfunciones ortopédicas o personas que muestran un rango de movimiento reducido, debilidad, dolores y dolor lumbar.

2. Relajación completa en el agua

Esta técnica utiliza las propiedades del agua caliente entre 33º y 35ºC, que tiene efectos relajantes sobre el sistema nervioso autónomo. Durante el ejercicio se promueve la rotación y elongación del tronco, con movimientos rítmicos y repetitivos, reduciendo los estímulos visuales, auditivos y sensoriales.

Generalmente, esta técnica está indicada para personas con problemas ortopédicos después de una cirugía de columna, dolor lumbar, lesiones por esfuerzo recurrente y enfermedades relacionadas con el trabajo, y para personas con amplitud reducida o dolor de movimiento, o personas con problemas neurológicos.

3. Vatsu

El Watsu también se realiza en una piscina con agua caliente en torno a los 35ºC, mediante técnicas específicas en las que se realizan movimientos, toques y estiramientos, desbloqueando los puntos de tensión física y mental. En estas sesiones se realizan ejercicios específicos que tienen en cuenta la respiración y la posición de la persona.

Este método está indicado para casos de estrés físico y mental, miedo, ansiedad, insomnio, dolores musculares, migraña, malestar general, depresión, tensión aguda y crónica, mujeres embarazadas, personas con bloqueos emocionales, entre otros.

4. Hallucik

También llamado programa de 10 puntos, es un proceso en el que el paciente trabaja en la respiración, el equilibrio y el control del movimiento, lo que mejora el aprendizaje motor y la independencia funcional, haciendo que la persona sea más capaz de iniciar y realizar movimientos y actividades. realizado en el suelo.

Este método se realiza con movimientos voluntarios de la cara, incluso si carece de movilidad.

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