La hidronefrosis es un agrandamiento del riñón que se produce cuando la orina no puede pasar a la vejiga y, por tanto, se acumula en el riñón. Cuando esto sucede, el riñón no funciona normalmente, por lo tanto, con el tiempo su función disminuye y puede haber riesgo de desarrollar insuficiencia renal.
La hidronefrosis generalmente se presenta como complicación de otra enfermedad, como cálculos renales o un tumor del tracto urinario, por lo que es recomendable consultar a un nefrólogo o médico de cabecera para identificar la causa del problema e iniciar el tratamiento adecuado para evitar consecuencias. mas serio.
En la mayoría de los casos, la hidronefrosis afecta solo a un riñón, pero también es posible tener hidronefrosis bilateral, en la que los síntomas pueden aparecer más rápidamente y ser más intensos debido a la afectación de ambos riñones.
Principales síntomas
Los primeros síntomas de la hidronefrosis son más leves y generalmente incluyen la necesidad de ir al baño con frecuencia, así como una necesidad repentina de orinar. Sin embargo, con el tiempo, pueden aparecer otros signos como:
- Dolor constante en la parte superior del abdomen y la espalda;
- Náuseas y vómitos;
- Dolor al orinar;
- Sensación de vejiga llena incluso después de orinar;
- Dificultad para orinar;
- Disminución del volumen de orina.
- Fiebre leve.
Además, las personas con hidronefrosis tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones del tracto urinario, que se acompañan de otros síntomas como ardor al orinar, orina turbia, dolor de espalda y fiebre, por ejemplo.
Siempre que se sospeche un problema urinario, es importante consultar a un ginecólogo, nefrólogo o urólogo para realizar pruebas de diagnóstico, como una ecografía, un análisis de orina o un análisis de sangre, para identificar la posible causa y comenzar el tratamiento adecuado.
Posibles causas de hidronefrosis.
La hidronefrosis generalmente ocurre cuando hay un bloqueo en los uréteres, que son los canales que transportan la orina desde los riñones hasta la vejiga, impidiendo el paso de la orina. Algunas situaciones que pueden provocar este bloqueo son cálculos renales, tumores del tracto urinario o agrandamiento de la próstata en los hombres, por ejemplo.
Además, la hidronefrosis también es muy común durante el embarazo, ya que el crecimiento del feto dentro del útero termina presionando el tracto urinario e impidiendo el paso de la orina, que se acumula en el riñón.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la hidronefrosis consiste en retirar la orina acumulada y eliminar la causa de la patología para que la orina pueda fluir libremente hacia la vejiga y fuera del riñón, reduciendo la hinchazón. Por tanto, el tratamiento puede variar según la causa de la hidronefrosis:
- Cálculos renales: el médico puede recomendar una terapia de ultrasonido o una cirugía para extraer el cálculo, según el tamaño;
- Agrandamiento de la próstata masculina: se puede colocar una pequeña malla dentro del tracto urinario para reducir la presión causada por la próstata y eliminar el flujo de orina;
- Infecciones del tracto urinario: solo pueden tratarse con un antibiótico como la ciprofloxacina.
En el caso de los tumores, puede ser necesaria una cirugía de extirpación masiva y, por ejemplo, puede ser necesaria la quimioterapia o la radioterapia.
Normalmente, el riñón se recupera unas 6 semanas después del inicio del tratamiento y no existe riesgo de nuevas lesiones en el órgano distintas de las que aparecieron antes del inicio del tratamiento.
Posibles complicaciones de la hidronefrosis.
Cuando la hidronefrosis no se trata adecuadamente, la hinchazón del riñón causa poco daño que dificulta el funcionamiento del órgano. De esta forma, con el tiempo, pueden producirse importantes desequilibrios minerales en el organismo, así como infecciones renales graves, además del mayor riesgo de desarrollar insuficiencia renal.