El herpes genital en el embarazo puede ser peligroso porque existe el riesgo de que la mujer embarazada transmita el virus al bebé en el momento del parto, lo que puede causar la muerte o problemas neurológicos graves en el bebé. Aunque es poco común, la transmisión también puede ocurrir durante el embarazo, lo que puede causar la muerte fetal.
Sin embargo, la transmisión no siempre ocurre y muchas mujeres con herpes genital inactivo nacen sanas cuando dan a luz y cuando el bebé pasa por el canal de parto. Sin embargo, en el caso de mujeres que tienen herpes genital activo durante el parto, se recomienda una cesárea para prevenir la infección del bebé.
Riesgos para el bebé
El riesgo de contagiar al bebé es mayor cuando una mujer embarazada se infecta por primera vez con el virus del herpes genital durante el embarazo, principalmente en el 3er trimestre, porque todavía no hay tiempo suficiente para producir anticuerpos, mientras que si hay herpes genital recurrente , el riesgo de transmisión es menor.
Algunos riesgos de este tipo de herpes en la madre incluyen aborto espontáneo; malformaciones en el bebé, con problemas en la piel, ojos o boca e; Infecciones del sistema nervioso, como encefalitis o hidrocefalia.
Qué hacer cuando se presentan los síntomas
Cuando aparecen síntomas de herpes genital, como ampollas rojas, picazón, ardor en los genitales o fiebre, es importante:
-
Acudir al obstetra para observar las lesiones para que pueda hacer el diagnóstico correcto;
-
Evite la exposición excesiva al sol y el estrés, ya que hacen que el virus sea más activo;
-
Mantener una dieta balanceada rica en vitaminas, además de dormir al menos 8 horas por noche;
-
Evite el contacto íntimo sin protección.
Adicionalmente, en caso de que el médico recomiende el uso de medicamentos, es importante realizar el tratamiento siguiendo todas las indicaciones. Si no se trata, el virus puede propagarse y causar lesiones potencialmente mortales en otras partes del cuerpo, como el abdomen o los ojos.
Tratamiento del herpes genital en el embarazo.
El herpes genital no tiene cura y el tratamiento debe ser recetado por un obstetra, quien puede recomendar el uso de medicamentos antivirales, como el aciclovir. Sin embargo, antes de recetar este medicamento, el médico debe considerar los riesgos sobre los beneficios, ya que es un medicamento contraindicado en mujeres embarazadas, especialmente en el primer trimestre del embarazo. En la mayoría de los casos, la dosis recomendada es de 200 mg, por vía oral, 5 veces al día hasta que las lesiones hayan cicatrizado.
Además, se recomienda el parto por cesárea, especialmente si la mujer embarazada tiene una infección primaria por el virus del herpes o lesiones genitales en el momento del parto. El recién nacido debe ser monitoreado durante al menos 14 días después del parto y, si se diagnostica herpes, debe tratarse con aciclovir.
Vea más detalles sobre el tratamiento del herpes genital.