Herpes en el ojo: que es, síntomas y tratamiento

El herpes en los ojos o herpes ocular es una infección causada por el virus del herpes simple tipo 1, que puede infectar uno o ambos ojos y provocar síntomas similares a los de la conjuntivitis, como picazón, inflamación, enrojecimiento, irritación en el ojo. lagrimeo excesivo o visión borrosa. Además, se pueden ver ampollas o llagas cerca del ojo con bordes rojos y contenido de líquido.

La infección de los ojos con el virus del herpes puede causar inflamación de los párpados, conjuntiva, iris, retina o córnea y provocar complicaciones graves como visión borrosa permanente o pérdida total de la visión. Por este motivo, es importante consultar a un oftalmólogo ante la presencia de síntomas para que se pueda confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de colirios antivirales o corticoides, por ejemplo.

Principales síntomas

Los síntomas del herpes ocular pueden presentarse en un solo ojo, que es el más común, o en ambos, normalmente similares a los de la conjuntivitis.

Los principales síntomas del herpes labial son:

  • Enrojecimiento;
  • Dolor o irritación en el ojo;
  • Inflamación alrededor del ojo;
  • Inflamación de los párpados;
  • Sensibilidad a la luz;
  • Lagrimeo excesivo;
  • Visión borrosa;
  • Ojos que pican;
  • Presencia de ampollas o úlceras con borde rojo y líquido en la piel cerca del ojo.

El herpes ocular también puede provocar una inflamación de la córnea, denominada queratitis, que, entre otros síntomas, puede ir acompañada de dificultad para abrir los ojos por dolor e irritación, además de la formación de pequeñas ampollas o úlceras corneales. Vea cómo identificar los síntomas de la queratitis.

Es importante consultar a un oftalmólogo cuando aparecen los primeros síntomas para que se pueda hacer un diagnóstico y se pueda iniciar un tratamiento para reducir las posibilidades de complicaciones, incluida la ceguera.

Posibles Causas

El herpes ocular es causado por una infección de tipo 1 con el virus del herpes simple y generalmente ocurre cuando una infección previa con el virus se reactiva y se propaga al ojo. El contacto con el virus del herpes simple durante la niñez es muy común, sin embargo, inicialmente puede no causar síntomas y puede permanecer «inactivo» en el cuerpo.

El virus del herpes simple se puede reactivar debido a algunos factores como la fiebre. de otras enfermedades, exposición excesiva al sol, lesiones oculares, estrés o un sistema inmunológico debilitado.

Además, es posible que el herpes se propague y se desarrolle en los ojos a través del contacto accidental con el líquido de las ampollas de herpes en los labios cuando se tocan y luego colocando las manos junto a los ojos.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento del herpes ocular debe ser dirigido por un oftalmólogo, quien generalmente recomienda el uso de medicamentos como:

  • Antivirales en gotas para los ojos o ungüentos. para evitar que el virus se multiplique;
  • Gotas para los ojos con corticosteroides., que puede usarse en combinación con otros agentes antivirales para reducir la inflamación ocular;
  • Tabletas antivirales orales, como aciclovir o valaciclovir, para infecciones graves o para prevenir la reaparición de la infección;
  • Antibióticos en forma de ungüentos o gotas para los ojos., para ayudar a prevenir la aparición de infecciones secundarias causadas por bacterias u hongos en las llagas de herpes.

Es importante tratar el herpes en el ojo lo antes posible para evitar complicaciones como la ceguera, por ejemplo.

Posibles complicaciones

El herpes labial generalmente no causa complicaciones graves si se trata a tiempo; sin embargo, en casos graves o no tratados, existe un mayor riesgo de complicaciones, especialmente en la formación de cicatrices corneales, que pueden causar visión borrosa permanente, lo que puede llevar a la necesidad de trasplante de córnea.

Además, el herpes ocular puede aumentar el riesgo de otras infecciones oculares causadas por bacterias u hongos, por ejemplo, así como el desarrollo de glaucoma o pérdida total de la visión.

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