Hepatitis A: síntomas principales, cómo se propaga y tratamiento

En la mayoría de los casos, la infección por el virus de la hepatitis A, VHA, no causa síntomas, lo que aumenta el riesgo de transmitir el virus porque la persona no sabe que lo tiene. En otros casos, los síntomas pueden aparecer unos 15 a 40 días después de la infección y pueden ser leves y similares a los de la gripe, provocando dolor de cabeza y una sensación de malestar general, o daño hepático más severo, los principales:

  1. Piel y ojos amarillentos;
  2. Heces más claras o amarillentas;
  3. Orina oscura;
  4. Temperatura baja constante;
  5. Dolor en la parte superior derecha del abdomen;
  6. Pérdida de apetito;
  7. Fatiga leve y sin motivo aparente;
  8. Estómago hinchado;
  9. Náuseas y mareos frecuentes;
  10. Dolor en las articulaciones

Normalmente, cada uno de estos síntomas desaparece en 6 meses, pero durante este período es posible que la enfermedad se manifieste en ciclos, es decir, que aparezca durante varias semanas y vuelva a desaparecer, hasta que esté completamente curada.

Debido a que los síntomas de los diferentes tipos de hepatitis son muy similares, es importante consultar a un hepatólogo para que realice las pruebas necesarias y confirme que se trata de hepatitis A, para que se pueda iniciar el tratamiento adecuado.

Prueba de síntomas

En caso de que sospeche que puede tener hepatitis A, seleccione los síntomas en la siguiente prueba y confirme el riesgo de hepatitis:

  1. 1. Dolor en la región superior derecha del abdomen No Sí
  2. 2. Coloración amarillenta de los ojos o la piel No Sí
  3. 3. Heces amarillentas, grisáceas o blanquecinas No Sí
  4. 4. Orina oscura No Si
  5. 5. Temperatura baja constante No Sí
  6. 6. Dolor en las articulaciones No Sí
  7. 7. Pérdida de apetito No Sí
  8. 8. Náuseas o mareos frecuentes No Sí
  9. 9. Fatiga leve y sin motivo aparente No Sí
  10. 10. Estómago hinchado No Sí

Cómo ocurre la infección

El virus de la hepatitis A se puede transmitir fácilmente a través del contacto oro-fecal, es decir, a través del agua o alimentos contaminados con heces de personas infectadas o por contacto sexual oro-anal sin protección.

Para evitar la transmisión, es importante lavarse siempre las manos, beber solo agua purificada y mejorar la higiene y el saneamiento básico. Otra forma de prevenir la infección por el VIH es mediante la vacuna, que se puede tomar durante 12 meses.

Es importante que las personas con hepatitis A eviten el contacto cercano con otras personas hasta 1 semana después de la aparición de los síntomas, debido a la fácil transmisión del virus. Por este motivo, para reducir el riesgo de transmisión, es importante seguir el tratamiento prescrito por su médico y llevar una dieta adecuada.

Cómo evitar la propagación del virus

Para evitar contaminar a otras personas en el interior o en el trabajo, siempre debe lavarse las manos, especialmente después de usar el baño, lavar bien los alimentos antes de comer y evitar el contacto con agua contaminada con aguas residuales.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la hepatitis A se realiza para aliviar los síntomas y ayudar al cuerpo a recuperarse más rápido. Los principales fármacos que se utilizan son para aliviar el dolor y la fiebre a través de analgésicos como la dipirona, y también fármacos para las náuseas como el dimenhidrinato o el bromoprid, por ejemplo, pero solo deben utilizarse bajo indicación médica para no deteriorar la función hepática. más.

El virus de esta enfermedad generalmente se elimina del organismo de forma natural, por lo que no se utilizan fármacos adecuados para ello. Por lo general, los síntomas, que en la mayoría de los casos son fatiga, náuseas, dolores corporales y baja temperatura, duran unos 10 días y en aproximadamente 2 meses se trata la inflamación del hígado provocada por el virus.

Tratamiento natural

Hay varias formas de ayudarlo a recuperarse de la hepatitis A:

  • Quedarse quieto: El resto del cuerpo es importante para reponer energía y lograr la recuperación;
  • Beba al menos 2 litros de agua al día: beber mucha agua es ideal para hidratar las células y permitir que los órganos del cuerpo funcionen mejor, así como para mejorar la circulación y ayudar a eliminar toxinas dañinas;
  • Come un poco cada 3 horas: previene las náuseas y los vómitos y facilita la absorción de los alimentos por el cuerpo;
  • Evite los alimentos que son difíciles de digerir: Deben evitarse alimentos como carnes grasas, frituras y embutidos para facilitar la función hepática. Una dieta ideal sería una rica en verduras y jugos. Conozca las mejores dietas en el tratamiento de la hepatitis;
  • No consuma bebidas alcohólicas: el alcohol está prohibido porque puede empeorar la inflamación del hígado;
  • Beba tés de limón, apio y alcachofa: Estas bebidas son conocidas por sus propiedades desintoxicantes y antiinflamatorias. Pero es importante tener en cuenta que no se puede tomar ningún té, ya que algunos pueden dañar el hígado y es recomendable consultar a su médico sobre los tés adecuados;
  • No tome otros medicamentos: Es importante tomar solo los medicamentos recetados por un médico para no sobrecargar el hígado, porque ya está dañado, como el paracetamol, por ejemplo.

Signos de mejoría o empeoramiento de la enfermedad.

Los signos de una mejoría de la hepatitis A generalmente aparecen aproximadamente 10 días después del inicio de los síntomas, con disminución de la fiebre, fatiga, náuseas y coloración amarillenta de la piel y los ojos. Sin embargo, en personas con sistemas inmunitarios debilitados, como cáncer o personas mayores debilitadas, los síntomas pueden ser más intensos y tardar más en mejorar. En estos casos, la forma más grave de la enfermedad, que es la hepatitis fulminante, también se desarrolla con mayor frecuencia.

Aunque son menos frecuentes, existen casos en los que las personas pueden empeorar, manifestando síntomas como vómitos persistentes, fiebre superior a 39ºC, somnolencia o dolor abdominal intenso, por ejemplo. En este caso, busque atención médica inmediata.

Cuando puede ser serio

En la mayoría de las personas, este tipo de hepatitis no causa daño hepático grave y desaparece a los pocos meses. Sin embargo, en casos raros, el daño hepático puede continuar aumentando y causar insuficiencia orgánica, lo que resulta en signos como:

  • Vómitos repentinos y severos;
  • Facilidad de hematomas o sangrado;
  • Aumento de la irritabilidad;
  • Problemas de memoria y concentración;
  • Mareos o confusión

Cuando se presenta alguno de estos síntomas, es recomendable acudir al hospital de inmediato para evaluar la función hepática e iniciar el tratamiento, que generalmente se realiza con cambios en el estilo de vida, como una reducción del contenido de sal y proteínas en la dieta.

Aprenda a tratar la hepatitis A.

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