El motivo más común y menos grave de la presencia de un color rojizo o muy oscuro en las heces del bebé está relacionado con el consumo de alimentos como la remolacha, el tomate y la gelatina. El teñido de estos alimentos puede dejar las heces rojizas, pero sin relación con la presencia de sangre, aunque puede confundir a los padres.
Por lo general, encontrar sangre en las heces de tu bebé no es una situación grave, pero si tu bebé tiene diarrea sanguinolenta o fiebre igual o superior a 38ºC, debes consultar a un pediatra o ver a un pediatra lo antes posible, ya que esto puede ser más grave y puede requerir pruebas.
El sangrado en las heces de un bebé también puede ser causado por situaciones como:
1. Estreñimiento
Es más común cuando el bebé toma biberón o después de comenzar a alimentarse entre los 4 y los 6 meses de edad, que puede ser una dieta baja en fibra. Las heces pueden separarse en forma de bolitas y mucho dolor, provocando un gran dolor durante la evacuación.
Hacer: Ofrézcale más agua a su bebé y si ya ha comenzado una dieta variada, puede ofrecerle más alimentos ricos en fibra como la papaya o 2 cucharaditas de jugo de naranja o avena atolón. Un buen consejo es dar una pieza de fruta al final de cada comida, incluido el desayuno y la merienda.
2. Fisura anal
Puede ocurrir como consecuencia del estreñimiento, y ocurre cuando aparecen pequeñas grietas en el ano, que sangran durante la defecación del bebé.
Hacer: El secreto es ablandar las heces porque así al pasar por el ano no provocan lesiones. Una gran estrategia es ofrecer más agua, jugos de frutas naturales y alimentos que ayuden a relajar los intestinos. En los casos más graves, cuando el bebé no ha defecado durante más de 5 días, se puede usar un laxante de glicerina para vaciar los intestinos.
3. Alergia alimentaria
A veces, los bebés amamantados pueden tener una reacción alérgica a ciertos alimentos que ingiere la madre, como la leche de vaca y sus derivados o la soja. En este caso, las heces pueden aparecer con bultos o vetas de sangre, haciendo que las heces sean más oscuras y con un olor más intenso.
Hacer: Se debe acudir a un pediatra lo antes posible, y en caso de duda la madre debe dejar de consumir leche de vaca, sus derivados y también todo a base de soja.
4. Erupción del pañal
La piel del bebé es muy sensible y el frotamiento también puede sangrar, lo que parecerá que hay sangre en las heces del bebé, pero en este caso la sangre será de color rojo brillante y fácilmente reconocible, especialmente cuando se limpia al bebé.
Hacer: Evite limpiar a su bebé con toallitas húmedas, prefiriendo limpiarlas con una bola de algodón empapada en agua tibia. El uso de pomada a la hora de cambiar pañales está indicado sobre todo cuando la piel está lesionada, pero también se puede utilizar como forma de protección, ya que crea una barrera que evita el contacto directo de las heces con la piel del bebé. Sin embargo, no es necesario poner mucha grasa para que la sensación no sea extraña. Basta que la zona quede ligeramente blanquecina.
5. Grietas en los pezones de la madre
A veces, un bebé amamantado puede tragar algo de sangre si los pezones de la madre están lesionados. Estas pequeñas grietas, si bien siempre causan dolor e incomodidad, no siempre son grandes y, aunque no muestran una gran cantidad de sangre, pueden ser lo suficientemente grandes como para causar cambios en las heces del bebé. En este caso, las heces se oscurecen y tienen mal olor. Vea cómo curar los pezones agrietados para una lactancia indolora.
Hacer: Puede continuar amamantando a su bebé normalmente, aunque esto ayuda a que sane el pezón agrietado.
6. Diarrea con sangre en los bebés
En caso de diarrea prolongada que dura más de 2 días, pueden aparecer pequeñas irritaciones, grietas e incluso sangre en las heces del bebé, otra causa puede ser una infección por salmonela u otras bacterias o virus.
Hacer: Debes seguir las instrucciones de tu pediatra para detener la diarrea, evitando alimentos que fortalezcan las heces antes del tercer día de diarrea, porque si es causada por virus o bacterias, es bueno que se presente la diarrea para eliminar esos microorganismos del intestino. . Pero si es importante evitar la deshidratación, que es muy peligrosa para los bebés, y por tanto siempre después de un episodio de diarrea, se debe ofrecer 1 vaso de agua, jugo, suero o leche para mantener una adecuada hidratación del bebé.
7. Sangrado vaginal en recién nacidos
Las niñas recién nacidas pueden tener sangre en los pañales, pero esto no está relacionado con las heces, sino con los cambios hormonales que se producen en su cuerpo, generando una «mini menstruación» que dura varios días. Esto es más común en los primeros días o como máximo en las primeras 2 semanas. La cantidad de sangre en el pañal es muy pequeña y puede haber algunas manchas rosadas.
Hacer: Se debe demostrar al pediatra que confirme si realmente se trata de una menarquia neonatal o si existe algún otro factor que merezca tratamiento. Si se trata de una menstruación falsa, no hay necesidad de ningún tratamiento, y dura solo 1 o 2 días en una pequeña cantidad y normalmente no se nota durante todos los cambios de pañal.
Existen otras causas de sangre en las heces del bebé y, por esta razón, siempre se debe informar al pediatra de que esto está sucediendo para que pueda verificar si es necesario un examen para averiguar la causa y qué tratamiento será necesario. El médico que diagnostica la causa de la presencia de sangre o moco en las heces del bebé es el médico.
Señales de advertencia para ver a un médico de inmediato
Si, a pesar de la aparición de sangre en las heces u orina, el bebé se ve sano, se puede programar una cita con un pediatra para averiguar qué está pasando. Sin embargo, se recomienda buscar ayuda médica lo antes posible si el bebé tiene sangre en el pañal y se acompaña de:
- El llanto excesivo puede indicar cólicos o dolor abdominal;
- Falta de apetito, rechazo de la leche materna o la comida;
- Si está postrado, abatido y no quiere comunicarse, con mirada descuidada;
- Si tiene vómitos, fiebre o diarrea.
En este caso, el pediatra debe vigilar al bebé para identificar qué está causando estos síntomas y sugerir el tratamiento más adecuado.